Relieve
El noroeste de la provincia de Córdoba posee una amplia franja de relieve serrano, integrado por un haz de cordones paralelos con rumbo norte-sur, con una leve desviación al sudoeste, que se extiende desde el extremo sur de Santiago del Estero (29º S aproximadamente) hasta el río Quinto (33º 30´ S). Se puede dividir en dos bloques principales, las sierras meridionales y las septentrionales, separadas por la depresión que se extiende entre las localidades de Deán Funes y Jesús María.
El sector austral es el principal por la altura de los cerros (el Champaquí, con 2884 m, es el más alto) y, en general, su relieve se presenta bastante recortado por los cauces secos que descienden desde las altas cumbres, en tanto las faldas más abruptas aparecen en el sector occidental. La parte sur está compuesta por dos cordones principales que corren más o menos paralelos: las Sierras Grandes al oeste y las Sierras Chicas al este. Ambas cadenas están separadas por un amplio valle denominado Punilla al norte y Calamuchita al sur.
Las Sierras Grandes, al igual que las Chicas, están compuestas por varias sierras individuales. De ellas, la más elevada es la de Achala, que continúa al norte en las sierras de los Gigantes y por el sur en la de los Comechingones. Las Sierras Grandes, en su parte más elevada, se achatan y forman una planicie irregular, de unos 2.200 metros, que se conoce con el nombre de Pampa de Achala. En una parte de esta gran superficie está situado el Parque Nacional que recibe su nombre de la quebrada por donde discurre el río Condorito.
Como todas las sierras pampeanas, las de Córdoba están constituídas por rocas precámbricas relacionadas con el macizo de Brasilia. El ascenso de los bloques se produjo a lo largo de las líneas de falla, y la mayoría de las sierras presenta un perfil asimétrico, con una abrupta pendiente al oeste que se denomina cuesta y otra, suave, al este, que se llama falda. Las sierras cordobesas tienen una antigüedad cercana a los 400 millones de años.
Gran parte de este Parque Nacional es una perillanura, es decir, una superficie llana con muy pocas alturas diferenciadas, producto de la erosión prolongada, con presencia de amplios valles. Esta pampa de altura tiene una leve inclinación hacia el este.
Investigación
y Textos:
Gabriel Omar Rodríguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
Chebez
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