Fauna
La ictiofauna de las sierras, a una altura superior a los 1.500 m, es prácticamente desconocida (Haro, 2003). Los salmónidos exóticos como la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) y la trucha de arroyo (Salvelinus fontinalis) están presentes en vastos sectores de las Sierras Grandes y en sus valles. Estos datos se pudieron obtener por la colaboración de pescadores deportivos.
De la clase Anfibios, en la Quebrada del Condorito se han registrado fehacientemente diez especies de anuros, dos del género Bufo, una del género Hyla y siete especies pertenecientes a cuatro géneros más.
De la fauna reptiliana se han registrado dos especies de las llamadas “víboras ciegas” y siete especies de los saurios que se conocen vulgarmente como chelcos, lagartijas o gekos. Están presentes varias especies de ofidios, entre ellas las más conocidas popularmente, como la yarará ñata (Bothrops ammodytoides), la víbora de la cruz, la yarará grande o crucera (Bothrops alternatus), la yarará chica (Bothrops neuwiedi diporus), la coral (Micrurus phyrrocryptus) y varias de la familia Colubridae (al menos 5 especies).
Para el análisis de la mastofauna tomaremos como base el trabajo de Rosacher (2003), en el que se hace una distinción entre los avistajes o capturas realizados en la Reserva Hídrica Provincial Pampa de Achala y en el Parque Nacional Quebrada del Condorito, aunque por la proximidad entre ambas áreas es presumible que lo detectado en una zona protegida muy probablemente se encuentre en la otra. Independientemente de este comentario, sólo se mencionará lo citado por el autor para el Parque Nacional.
La conspicua comadreja overa o picaza (Didelphys albiventris), de gran capacidad de adaptación, fue observada por encima de los 2.000 msnm. Entre los quirópteros hay censadas once especies, ninguna de las cuales se encuentra en una situación comprometida, y los roedores pequeños de la familia Muridae (Cricetidae para otros autores) no fueron censados pormenorizadamente.
Pasando al orden de los carnívoros, hay que destacar la presencia de varias especies de interés, como el lobito de río (Lontra longicaudis), muy escaso en el área del Parque (los últimos indicios de su presencia serían los del guardaparque nacional Francisco Gallardo, que vio huellas y excrementos en 1995 a la vera del río Condorito) Esta especie está categorizada como “en peligro” en el orden nacional. La nómina continúa con el hurón menor (Galictis cuja), el zorrino común (Conepatus chinga), muy abundante, el puma (Puma concolor), cuya población está en retroceso numérico, el gato montés común (Oncifelis geoffroyi) -escaso-, el gato de los pajonales (Lynchailurus pajeros), muy escaso en el Parque, y el yaguarundi, gato moro o eirá (Herpailurus yaguarondi), también escaso.
En cuanto a los cánidos, están presentes el zorro colorado (Dusicyon culpaeus), cuya situación a nivel nacional es “vulnerable” y el zorro gris pampeano (Dusicyon gymnocerus). Es probable la presencia del zorro gris chico (Dusicyon griseus), dado que hubo varias referencias de pobladores en los últimos años.
El nicho ecológico de los ciervos autóctonos -la taruca y venado de las pampas- lo ocuparon dos especies introducidas: los ciervos Dama dama y Cervus elaphus. Los cuises presentan dos especies y es probable la presencia del tuco-tuco (Ctenomys bergi). El coipo (Myocastor coypus) se encuentra en la zona pero se sabe que fue introducido.
Para el comentario de la avifauna se toma el mismo autor que prospectó los mamíferos (Rosacher, 2003). La diversidad de ambientes generada por las distintas alturas es propicia también para una gran variedad de aves. Los inambúes (las “perdices” de América), están presentes en la unidad de conservación con tres especies, ninguna en situación de vulnerabilidad poblacional. La construcción del Camino de las Altas Cumbres ocasionó la formación de lagunas que antes no existían, y esto atrajo a la avifauna acuática como el macá pico grueso (Podilimbus podiceps), el pato capuchino (Anas versicolor) y dos especies más de anátidos recientemente aparecidos. Las garzas, en general, son muy raras deobservar, al igual que las cigüeñas.
Las rapaces son numerosas, y algunas especies presentes son poco comunes. Tal el caso del esparvero común (Accipiter erythronemius), del águila mora (Geranoaetus melanleucus), del águila coronada (Harpyhaliaetus coronatus), del halcón peregrino (Falco peregrinus), del halcón plomizo (Falco femoralis) y de algunas especies más. El cóndor andino (Vultur gryphus) es muy común y se estima que su población se encuentra en aumento. Las tres especies de jotes -también pertenecientes a la familia Cathartidae- comparten su vuelo con el rey de las alturas.
Es de destacar la presencia del chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis), la catita serrana grande (Bolborhynchus aymara), el ñacurutú (Bubo virginianus), el picaflor cometa (Sappho sparganura) -raro-, y el carpintero negro (Dryocopus schulzi), categorizado como “vulnerable” a nivel nacional..
El Parque presenta algunas particularidades en lo que respecta al orden de los passeriformes. Por ejemplo, de los furnáridos, hay 4 subespecies que son endémicas: la caminera común (Geossita cunicularia contrerasi), la caminera colorada (Geossita rufipennis ottowi), la remolinera chica (Cinclodes oustaleti olrogi) y Cinclodes atacamensis schocolatinus, conocida vulgarmente como remolinera castaña. Las especies exclusivamente amparadas por el Parque Nacional Quebrada del Condorito son la remolinera serrana (Cincloides comechingonus) y el espartillero serrano (Asthenes sclateri).
Además de las especies mencionadas, otros no passeriformes son escasos y están amparados en muy pocas áreas además del Condorito: el gallito de collar (Melanopareia maximiliani), el doradito oliváceo (Pseudocolopteryx acutipennis) –sólo presente en el P.N. El Rey aparte del que nos ocupa- y el comesebo andino o puneño (Phrygilius dorsalis), sólo protegido en el P. N. Quebrada del Condorito. De la familia Emberizidae encontramos tres subespecies endémicas y una de la Icteridae.
Como se pudo apreciar en esta reseña, la riqueza de este Parque como lugar de amparo para especies de muy escasa distribución y endémicas -aunque sea a nivel subespecífico- es muy importante.
Investigación
y Textos:
Gabriel Omar Rodríguez
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
Chebez
5ta Fotografía Gentileza: champaqui.com.ar/Fotógrafo: Miguel Coranti
Copyright
© Patrimonionatural.com
Prohibida
su reproducción
por cualquier
medio para
fines comerciales,
sin la autorización
expresa
del editor.
Las fotografías
son propiedad
de sus autores.
Prohibida
su reproducción
por cualquier
medio sin
autorización
expresa
de los mismos. |