Fauna
En
Reserva
Auca Mahuida
no se
han realizado
censos
pormenorizados
de la
fauna.
En el
Plan de
Manejo,
recopilando
información
de distintas
fuentes,
siempre
escasa
y parcial,
se presenta
un cuadro
sinóptico
dando
cuenta
de la
cantidad
aproximada
de especies
de cada
grupo
taxonómico
de vertebrados
terrestres.
Del mismo
transcribimos
esos guarismos:
para los
anfibios,
el grupo
menos
representado
comparando
con el
total
de especies
citadas
para la
provincia,
se mencionan
4 especies
–
3 con
presencia
confirmada
y una
muy presunta-
; los
mamíferos,
después
de los
anfibios
el grupo
con menor
representación
sobre
el total
provincial,
citan
la presencia
confirmada
de 17
especies
y unas
30 más
como muy
probables;
las aves,
el segundo
grupo
más
representado
sobre
el total
para la
provincia,
contarían
con un
total
de 131
especies,
de las
cuales
son 64
de presencia
confirmada
y 67 como
muy probables.
Por último,
resta
mencionar
a los
reptiles
que sería
el grupo
con mayor
presencia
- siempre
comparando
con el
total
de especies
citadas
para Neuquén-.
De este
grupo
se constató
que habitan
el área
15 especies
y se estima
probable
que haya
13 especies
más.
Dentro
de toda
la fauna,
resulta
importante
señalar
que hay
varias
especies
amenazadas
y algunos
endemismos.
Como complemento
a lo enunciado
hasta
ahora,
se trascribe
a continuación
una reseña
de la
fauna
de toda
la Provincia.
Comenzando
por la
ictiofauna
se citan
para la
Provincia
18 especies
de peces
(Del Valle
y Nuñez,
1990),
de las
cuales
7 son
exóticas.
La nómina
de las
especies
citadas
por los
referidos
autores
es la
siguiente:
entre
las exóticas
contamos
con la
presencia
de la
trucha
arco iris
(Oncorhynchus
mykiss),
la trucha
marrón
(Salmo
trutta),
el salmón
encerrado
(Salmo
salar
sebago),
la trucha
de arroyo
(Salvelinus
fontinalis),
la carpa
(Cyprinus
carpio),
la madre
de agua
(Jenynsia
lineada)
y el pejerrey
bonaerense
(Odontesthes
bonariensis).
Los peces
autóctonos
son el
puyén
chico
(Galaxias
maculatus),
el puyén
grande
(Galaxias
platei),
la peladilla
listada
(Aplochiton
taeniatus),
la peladilla
listada
(Aplochiton
zebra),
el otuno
(Diplomystes
viedmensis),
le bagre
de torrente
(Hatcheria
macraei),
el bagre
pintado
(Trichomycterus
areolatus),
el pejerrey
patagónico
(Odontesthes
hatcheri),
la perca
bocona
(Percichthys
colhuapiensis),
la perca
de boca
chica
(Percichthys
trucha)
y la perquita
espinuda
(Percichthys
altipinnis).
Referente
a los
batracios
se pueden
mencionar
como especies
conspicuas
al sapo
andino
(Bufo
spinolosus),
la no
hace mucho
descubierta
por la
ciencia
rana gárgola
(Alsohdes
gárgola),
la ranita
de Darwin
(Rhinoderma
darwini),
la rana
verde
austral
(Hylorina
sylvatica),
el sapito
cuatro
ojos (Pleurodema
bibroni),
con el
mismo
nombre
se designa
también
a Pleurodema
bufonina,
la poco
conocidas
ranitas
(Batrachyla
leptopus,
B.
antartandica
y B.
taeniata).
Son de
la Selva
Valdiviana
el sapo
(Bufo
variegatus),
la ranita
marsupial
(Rhinoderma
darwinii)
y la Eupsophus
roseus,
entre
otras
especies.
Entre
los reptiles
hay que
mencionar
cerca
de 15
especies
del género
Liolaemus
como la
lagartija
de cabeza
verde
(Liolaemus
chilensis)
y de panza
anaranjada
(Liolaemus
pictus),
más
varias
especies
del grupo
de las
culebras
entre
las que
cabe nombrar
la culebra
araucana
(Tachymenis
chilensis),
la falsa
coral
ñata
(Lystrophis
semicinctus),
la falsa
coral
ocelada
(Oxyrhopus
rhombifer),
la culebra
campera
o ratonera
(Philodryas
patagoniensis),
la culebra
arenera
o rayada
(Philodryas
psamophideus)
y la culebra
(Clelia
clelia),
entre
otras.
Las aves
están
presentes
con muchísimas
especies
–
sólo
para el
P.N. Nahuel
Huapi
se citan
unas 159
(Chebez,
et al.1998)
- entre
las que
se nombran
al macá
grande
(Podiceps
mayor),
el macá
plateado
(Podiceps
occipitalis),
muchas
especies
de patos
se observan
en los
lagos
y lagunas
andinos
como el
pato crestón
(Lophonetta
specularioides),
el pato
cuchara
(Anas
platelea),
el pato
de torrente
(Merganetta
armata),
el pato
barcino
(Anas
flavirostris).
Entre
las rapaces
se citan
como habituales
al escaso
(Accipiter
bicolor)
que se
reparte
sus poblaciones
entre
el bosque
araucano
y las
selvas,
tanto
yungeña
como paranaense,
el enorme
aguilucho
cola rojiza
(Buteo
ventralis),
el raro
aguilucho
andino
(Buteo
albigula)
y el matamico
blanco
(Polyborus
albogularis).
Otros
Órdenes
presentan
algunas
especies
que son
típicas
de la
zona de
la Selva
Andino-patagónica
y de la
zona esteparia.
El rayadito
(Aphrastura
spinicauda),
el carpintero
araucano
(Picoides
lignarius),
el carpintero
patagónico
(Campephilus
magellanicus),
la remolinea
araucana
(Cinclodes
patagonicus),
el llamativo
chucao
(Scelorchilus
rubecula),
el yal
patagónico
(Phrygilus
patagonicus),
el zorzal
patagónico
(Turdus
falccklandii),
el loro
denominado
cachaña
(Enicoghnatus
ferrugineus),
el carpintero
gigante
(Campephilus
magellanicus),
el tordo
patagónico
(Curaeus
curaeus),
la paloma
araucana
(Columba
araucana),
el esportillero
austral
(Asthenes
anthoides),
el diucón
(Xolmis
pyrope),
el gaucho
(Agriornis
montana)
y el cabecita
negro
picudo
(Carduelos
crassirostris)
son algunas
de las
muchas
especies
que habitan
la selva
andino-patagónica.
Saliendo
de este
ámbito
y entrando
en la
estepa
son conspicuos,
el choique
o ñandú
petiso
(Pterocnemia
pennata)
y la martineta
común
(Eudromia
elegans),
la dormilona
cara negra
(Muscisaxicola
macloviana)
que es
migradora
local,
el canastero
patagónico
(Asthenes
patagonica),
la monjita
castaña
(Neoxolmis
rufiventris),
el cachudito
pico negro
(Anairetes
parulus),
la diuca
común
(Diuca
diuca),
el cabecita
negra
austral
(Carduelis
barbatos),
la loica
común
(Sturnella
loyca),
el yal
carbonero
(Phrygilus
carbonarus)
y el yal
negro
(Phrygilus
fruticeti)
entre
una gran
cantidad
de otras
especies.
En
las zonas
de altura
el majestuoso
cóndor
(Vultur
grypus)
hace gala
de sus
dotes
de gran
volador.
Los mamíferos
neuquinos
comprenden
fundamentalmente
especies
del bosque
araucano
–
incluyendo
la selva
valdiviana-
y de la
estepa
patagónica
y algunas
especies
del monte.
Hay que
destacar
la presencia
de algunas
especies
en seria
regresión
numérica
de sus
poblaciones
y, por
ende,
con algún
rango
de amenaza.
Tal es
el caso
huillín,
güillín
o lobito
de río
patagónico
(Lontra
provocax),
con grado
de amenaza
En Peligro
(SAREM,
2000)
e inscripto
en el
apéndice
I de la
CITES.
Es exclusivo
de de
Argentina
y Chile
y habita
lagos
y cursos
de agua
andinos
–
antes
lo hacía
también
en los
de la
estepa
patagónica-
de la
provincias
de Río
Negro,
sur de
Neuquén
y reaparece
en Tierra
del Fuego
(Parera,
2002).
Otra especie
con estatus
En Peligro
(SAREM,
2000)-
apéndice
I de CITES-
es el
huemul,
güemul,
ciervo
andino,
ciervo
cordillerano
(Hippocamelus
bisulcus),
entre
otros
nombres
comunes,
que en
Neuquén
se los
ubica
en las
nacientes
del río
Chachín
y en el
Parque
Nacional
Lanín
(Parera,
2002).
Continuando
hacia
el sur
por Río
Negro
y Santa
Cruz utiliza
como hábitat
en invierno
el bosque
montano-
Nothofagus-
y en verano
asciende
hasta
por encima
del límite
superior
del bosque.
El pudú
(Pudu
pudu)
es otra
especie
amenazada
clasificada
como Potencialmente
Vulnerable
y ocupa
como las
anteriores
en Apéndice
I de la
CITES,
forma
parte
de la
familia
Cervidae
y es el
más
pequeño
de todos
los que
integran
esa familia,
distribuyéndose
por los
bosques
andinos
–
de los
cuales
es endémico-
de Neuquén,
Río
Negro,
Chubut
y posiblemente
también
en Santa
Cruz.
La nómina
de mamíferos
en riesgo
continúa
con el
gato huiña
(Oncifelis
guigna)
designado
Vulnerable,
nacional
e internacionalmente,
también
exclusivo
de los
bosques
andino-patagónicos
y muy
similar
al gato
montés
común
(Oncifelis
geoffroyi),
especie
que también
habita
la Provincia.
Su distribución
aproximada
sería
entre
Aluminé
en Neuquén
y el Parque
Nacional
Los Graciares
(Parera,
2002).
También
se cita
la presencia
del puma
(Puma
concolor)
que ocupa
el rol
de máximo
predador
y del
zorro
colorado
(Lycalopex
culpaeus)
–
presente
con dos
subespecies-
considerado
por la
SAREM
(2000)
como Riesgo
bajo.
Asimismo
integran
la lista
de la
mastofauna
neuquina
el zorro
gris (Lycalopex
gymnocercus),
el mamífero
nativo
de mayor
distribución
en Argentina,
el hurón
común
(Galictis
cuja),
también
de amplia
distribución
por todo
el territorio
argentino
–sólo
falta
en la
zonas
cordilleranas-,
el zorrino
(Conepatus
chinga),
que en
Neuquén
encuentra
su distribución
más
austral,
el gato
de pajonal
(Lynchailurus
pajeros)
- presumiblemente
sólo
ausente
en las
provincias
del noreste
y mesopotámicas
- con
rango
de Vulnerable
(SAREM,
2000),
muy huidizo
y con
hábitos
nocturnos,
condiciones
que dificultan
sus avistajes.
El
guanaco
(Lama
guanicoe)
ocupa
zonas
de la
Provincia
del Neuquén
ecotonales
del Bosque
Araucano
con el
Monte
y la Estepa
patagónica
y más
al sur
extiende
su hábitat
hasta
la llanura
esteparia.
La vizcacha
(Lagostomus
maximus)
tiene
su límite
de dispersión
occidental
en el
este de
Neuquén
y la vizcacha
serrana
(Lagidium
viscacia)
que, con
varias
subespecies,
llega
hasta
sur de
Chubut.
Al conspicuo
coipo
(Myocastor
coypus)
se lo
ve en
cursos
de agua
del sur
neuquino,
continuando
su distribución
hacia
el sur
hasta
el norte
de Santa
Cruz.
La mara
(Dolichotis
patagona)
que se
dispersa
por toda
la estepa
patagónica
y al norte
llega
hasta
La Rioja,
ocupa
el este
del Neuquén
y tiene
rango
de amenaza
de Vulnerable.
Varias
otras
especies
de micromamíferos
habitan
la provincia
del Neuquén
cuya enumeración
haría
muy extensa
esta síntesis.
Sólo
nombraremos
algunas
muy comunes
o típicas
de la
región
como la
rata topo
valdiviana
(Geoxus
valdivianus),
el murciélago
patagónico
(Myotis
chiloenses),
el tucu-tucu
patagónico
(Ctenomys
haigi),
endémico
de esta
región;
el ratón
de oreja
negra
(Irenomys
tarsalis)
y el ratón
–endémico-
(Irenomys
tarsalis).
Respecto
a la fauna
exótica
se debe
destacar
que la
Provincia
cuenta
con importantes
poblaciones
de ciervo
colorado
(Cervus
elaphus),
jabalies
(Sus scrofa),
liebre
europea
(Lepus
europaeus),
conejo
de Castilla
(Oryctolagus
cuniculus)
y más
recientemente
se está
expandiendo
el visón
americano
(Mustela
vison).
Con poblaciones
más
exiguas
que el
ciervo
colorado,
también
hay ejemplares
de ciervo
axis (Axis
axis),
dama (Dama
dama)
y al menos
en tres
establecimientos
rurales
se cría
con éxito
el ciervo
del Padre
David
(Elaphurus
davidianus),
no habiéndose
dispersado
hasta
el momento.
Investigación
y Textos:
Gabriel
Omar Rodriguez
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