Caza Fotográfica
Recomendaciones prácticas


V - El Acercamiento

por Michel H. Thibaud


Es uno de los métodos más estimulantes, donde toda la experiencia del fotografo "cazador" estará dispuesta para lograr buenas tomas. Sin embargo, es también parte del programa retornar sin "piezas" acordes con el sacrificio realizado. La dinámica, la convivencia con la naturaleza, son parte del programa en donde la persona va conociendo poco a poco los diferentes entornos en los que le toca insertarse para cobrar imágenes.

La interpretación de los indicios, los más leves signos de la vida, sirven para descubrir una pista, una imagen que podrá ser inmortalizada en el celuloide.Esta actividad desarrolla el espíritu de observación, la agudeza visual, superando las pretensiones humanas, en un medio que el hombre abandonó desde hace largo tiempo para encerrarse en el “progreso”. El fotógrafo prueba el paso en largas marchas solitarias, atravesando praderas y campos, conoce el vértigo de los abismos; sin cesar busca a los animales a través de los pastizales, el bosque, las anchas playas y las dunas, en medio de pegajosos pantanos, y sobre las más altas cimas nevadas. Sufre el frío, el calor, la sed y aguanta los insectos, todo ello para plasmar la próxima foto, la mejor de su vida.

Técnica de observación, de prudencia y de atención, obligan al fotógrafo a reaprender el sentido de leer en la naturaleza y cuidar el secreto en una marcha silenciosa. Es necesario reencontrar los gestos del hombre salvaje donde afortunadamente, algunos vestigios resurgirán en el estrecho contacto con la naturaleza.

El primer gran principio es mimetizarse: nunca debe desplazarse como en un domingo de campo, o como si hubiese conquistado un país. Piense que en este ambiente usted es por lo menos el intruso, casi como un enemigo, y desde su arribo es observado, juzgado, es oído y olido, se lo señala. Quién desee andar rápido no tendrá éxito. Es preciso detenerse a menudo, escuchar y observar. Entonces, poco a poco, sentirá el animal interior que renace, reaccionará con los mismos reflejos bajo las señales de una presencia cercana o lejana, atento a los ruidos, a los deslizamientos furtivos, a los gritos, a los llamados y a los silencios.

La vestimenta es en estos casos muy importante. El principal principio para el fotógrafo en la naturaleza es la discreción, un equipo de tela suficientemente liviano pero sólido, de color ocre, verde o marrón. La camisa y el pantalón tendrán múltiples bolsillos, al menos cuatro grandes, los cuales serán amplios, sin flotar. El calzado, de acuerdo a la estación del año y el biotopo, la elección estará entre los botines, las botas o las zapatillas. Una tela de camuflaje liviana y un par de guantes en el bolsillo completarán el equipo (la cabeza y las manos, de color claro, son fácilmente detectables).

Tipos de acercamiento

El primero de ellos está determinado por el avance sobre las huellas del animal. La otra, más aventurera, sin un fin definido, le hará encontrar el placer en sorprender al animal en situación de caza; observar sin ser observado logrando acercarse para obtener la “mejor foto”, que siempre es la próxima.

Los reflejos y la rapidez son necesarios si no obligatorios, pero lo más importante es conocer el terreno y las costumbres de los animales que en ella habitan. Es necesario reconocer que el viento no sopla siempre en la dirección que uno cree, que una cabeza levantada demasiado rápido o una oreja prestando atención son síntomas de huida.

El reencuentro entre el animal y el hombre siempre estará separado por una gran distancia, para lo cual será necesario un teleobjetivo de por lo menos 400 mm. La velocidad de obturación siempre será elegida de antemano, mientras que el enfoque y el diafragma se colocarán en el momento en que el animal aparezca.

Pero los implementos técnicos nunca reemplazarán la creatividad del hombre, sus conocimientos, su paciencia y su viveza para obtener las mejores tomas.

Sobre vehículos

En regiones planas muchas veces el acercamiento se debe hacer desde vehículos, sobre todo cuando el fotógrafo no cuenta con el tiempo suficiente. En algunos lugares preparados, los animales ya se han acostumbrado a la circulación de autos o camionetas.

En otros no tanto pero siempre es preferible un acercamiento en vehículo –si el terreno lo permite– al de una persona caminando. Los animales no desconfían tanto de un auto el cual permite además que el fotógrafo pueda acomodar y apoyar su cámara con cierta comodidad en el vidrio, para lo cual es aconsejable contar con una bolsita de arena. Se coloca ésta sobre el canto del vidrio y allí se apoya el equipo, regulando la altura del vidrio a la comodidad del fotógrafo.

Un vehículo con colores naturales –azul oscuro, verde oscuro, terracota, gris, etc.– facilita los acercamientos. Los vehículos con colores brillantes –blanco, rojo, amarillo, etc.– genera desconfianza pues no son colores que los animales estén acostumbrados a ver. En estos casos se puede cubrir parte de la carrocería del auto con una tela al tono que disumule los colores brillantes del vehículo.

Para acercarse a una laguna o un lugar donde es posible encontrar animales silvestres nunca se debe hacer de frente y en línea recta. Es recomendable colocarse en contra del viento (para disminuir el ruido del motor), con el sol a nuestras espaldas (para que el animal se encandile y no pueda distinguir el vehículo) y en dirección oblicua a los animales. La marcha debe ser muy lenta para que se vayan acostumbrando a la presencia humana. Esta forma de acercamiento es bastante efectiva, sobre todo cuando no se cuenta con el tiempo suficiente para utilizar otros medios de acercamiento.

Sin embargo debe prestarse especial atención a la consistencia del suelo. Distraerse en la observación de los animales puede costar un disgusto ya que en los terrenos cercanos a lagunas y pantanos es fácil quedar con el vehículo empantanado. Esta situación es fácil solucionarla si se está en compañía y cerca de lugares poblados. Pero en zonas alejadas y desplazándose solo puede tornarse peligroso ya que será imposible solucionar los problemas que se presenten.

Siempre es prudente desplazarse en vehículo por terrenos conocidos donde se tenga la seguridad que no habrá peligro de un empantanamiento. Adentrarse en zonas desconocidas, a veces muy tentadoras, no es recomendable hacerlo sin una persona conocedora de la zona y a su vez que a esta persona también la conozcan los lugareños. Llegar a lugares alejados sin un compañero que sea conocido también es un peligro, sobre todo hoy donde la inseguridad está a la orden del día. Unos años atrás la gente estaba muy confiada ya que prácticamente no se conocía el delito en zonas rurales. Siempre se conseguía ayuda en cualquier circunstancia. Actualmente la actitud del poblador es mucho más desconfiada y puede llegar a ser agresiva si no se prestan los cuidados necesarios. Responde más a una situación de miedo que a una de agresión.

Sobre embarcaciones

A menudo se puede acceder a ambientes lacustres mediante pequeñas embarcaciones, algunas de ellas botes inflables. En estos casos y para molestar lo menos posible a la avifauna será conveniente colocarles una “cúpula” de tela que permita disimular la embarcación y sus ocupantes.

Armar este refugio debería ser similar a realizarlo sobre el suelo, evitándose las líneas rectas. La embarcación deberá ser estacionada entre la vegetación lacustre preferiblemente antes del amanecer, y quedará fija como si fuese un refugio. Si es necesario desplazarla durante el día se hará mediante movimientos del remo, sin retirar éste fuera del agua para evitar el chapoteo. Lentamente se navegará a una nueva posición evitando un desplazamiento mayor a los 10 a 15 metros en media hora.

Algunas embarcaciones pequeñas cuentan con un motor eléctrico, alimentado por una batería. En estos casos los desplazamientos silenciosos a veces despiertan la curiosidad de la fauna lacustre y se acercan para observar. Es esta una oportunidad inmejorable para lograr buenas tomas. Sin embargo la mayoría de las veces los desplazamientos, si son bruscos y ruidosos, pueden ahuyentar la fauna, generados porgrandes chapoteos de las gallaretas.

Sobre cabalgaduras

Las cabalgaduras son medios muy eficientes para lograr acercamientos a los animales silvestres ya que éstos no identifican fácilmente al jinete como un ser humano. Generalmente los caballos son identificados sin temor por los animales silvestres y permiten acercamientos aceptables.

El inconveniente es lograr una toma exitosa desde la cabalgadura. El animal rara vez está lo suficientemente quieto y el jinete debe mover su equipo con una sola mano ya que la otra la tendrá ocupada con las riendas. En caso de haber insectos picadores como mosquitos y tábanos las cabalgaduras estarán en movimiento dificultando la toma.

En estos casos lo más conveniente es desmontar manteniéndose oculto a los animales con el cuerpo de la cabalgadura. Luego, desde el suelo se puede disparar la cámara por encima del lomo del animal.

En aquellos lugares donde el suelo puede presentar dificultades se debe cabalgar con cuidado, ya que al estar uno atento a las situaciones que se pudieran presentar para obtener una buena foto desatiende el camino emprendido por el caballo. En estas circunstancias se puede encontrar con situaciones de cierta gravedad donde el peligro mayor es el deterioro que pueden sufrir los equipos. En lugares de cierto riesgo siempre es prudente ir acopañado por otra persona que en caso de peligro puede buscar ayuda.

Otra forma de acercamiento es sobre un carro tirado por caballos. Cumple las mismas funciones que los caballos pero es más cómodo ya que permite manipular adecuadamente los equipos de fotos. Siempre es recomendable construir un refugio por encima del carro, tipo una capota para ocultar a los pasajeros de la vista de la fauna.

En bicicleta

En algunos lugares donde existen caminos relativamente transitables es posible "armar" una bicicleta adaptada para desplazarse sin ser identificado. Colocándole una sobrilla o paragüas y tirándo por encima de este una tela o arpillera que llegue casi hasta el piso se habrá improvisado un refugio móvil adecuado para ciertos sitios donde la fauna puede ser esquiva.

Últimos Consejos

 

Bibliografía
1- Ausloos, Henry. La Chasse Photographique. Les Nouvelles Editions Marabout SA. 1979, Verviers, Bélgica

Presentación: La Caza Fotográfica
Introducción: Municiones de Luz
Entre la ciencia y el deporte
Equipos Auxiliares
El Acecho

El Acercamiento