Caza Fotográfica
Recomendaciones prácticas

Equipos auxiliares

Cada ecosistema tiene particularidades que el fotógrafo, si no desea perder tiempo, debe conocer de antemano. Cuando planea su viaje debe imaginar cuáles serán las condiciones de los lugares donde transitará para evitar sorpresas, sobre todo en cuanto a vestimenta, protección contra insectos e inclemencias climáticas.

Lo primero, entonces, es repasar la bibliografía sobre la región, sobre todo la más actualizada. En algunas páginas de Internet especializadas en turismo, se pueden encontrar muy buenas descripciones sobre las diferentes regiones, su clima, disponibilidad de alojamiento, excursiones y las direcciones más importantes de las autoridades locales. En la República Argentina cada una de las provincias cuenta con su propia página en Internet.

A continuación se incluye una lista de los materiales para el bolso del fotógrafo de la Naturaleza:

Itinerario

Para lograr una buena cantidad de fotos de alta calidad se deben programar los recorridos, tener en claro las distancias y, en lo posible, la ubicación del sol a las horas en que se prevé llegar a cada lugar.

No debe faltar una alternativa para el caso de que el clima no sea favorable en esos días. En las cercanías seguramente habrá algún museo donde se podrán buscar información complementaria y referencias culturales, tomar fotografías de las reliquias y recopilar la información brindada por los guías del lugar. En algunas regiones alejadas es posible y recomendable conversar con los pobladores acerca de los lugares donde las diferentes especies acostumbran a movilizarse.

Muchas veces es frustrante volver y darse cuenta de que no se han tomado algunas fotografías imprescindibles para documentar el viaje. Para evitarlo, es necesario realizar un listado de los ecosistemas de la región para determinar cuáles se visitarán y qué especies se tratará de fotografiar. Las guías de aves y mamíferos pueden ayudar a confeccionar este listado.

En cuanto a los ecosistemas, es importante tomar fotografías de los diferentes ambientes para poder documentarlos en forma completa y que resulten útiles si se debieran realizar presentaciones. Tampoco deberían faltar fotografías de los accesos al área y alguna de los integrantes de la expedición y sus vehículos.

Bolso para los equipos fotográficos

En lo posible debe ser impermeable, de tela fuerte y con cierres lo suficientemente seguros para evitar que se abran de improviso. Este bolso debe tener manija para llevarlo en la mano y correa para colgarlo del hombro. En sus lados es conveniente paredes acolchadas, lo mismo que la tapa y el fondo. Son altas las probabilidades de golpes o caídas por lo cual los equipos deben quedar protegidos. Cada teleobjetivo debería conservarse dentro de su propio estuche o envuelto con alguna gamuza para que no se rocen entre sí. Cada vez que se usa y se introduce dentro del bolso se le deben colocar ambas tapas para evitar que algún otro implemento raye las ópticas.

Es conveniente que cuente con varios compartimientos independientes para colocar los rollos, los filtros, y algunos objetivos de menor tamaño. Todo debe quedar a mano, fácil de alcanzar por si es necesario tomar algún elemento con rapidez.

No obstante, siempre conviene llevar varios rollos vírgenes en alguno de los bolsillos de la ropa, ya que a veces podemos alejarnos de los equipos en pos de algún animal. Si en ese momento nos quedásemos sin película sería imposible volver a buscarla y retornar al mismo punto, aunque esta distancia fuese de una veintena de metros. A nuestro regreso seguramente el animal ya habrá huido.

Cuaderno de notas

¡Cuántas veces hemos vuelto de un viaje y no recordamos de dónde es la fotografía que tratamos de clasificar! Tenemos que dilucidar, en función de la foto anterior y la posterior, qué lugares hemos recorrido y tratar de recordar finalmente el objeto de dicha foto.

El cuaderno de notas de campo puede ser de utilidad para anotar el nombre de alguna especie dictado por los pobladores o por un erudito local, como así también los datos técnicos de luminosidad, diafragma, distancia focal, las condiciones climáticas o cualquier otro dato que sea necesario recordar al regreso.

También se pueden realizar esquemas sobre la actitud del animal, consignar la ubicación y las medidas del nido y otras cuestiones de interés para el fotógrafo. En caso de no contar con una guía para identificación de especies (aves y mamíferos), las notas ayudarán a identificarla a partir de la fotografía. Finalmente este cuaderno permitirá registrar todo lo que resulte de interés, incluso un detalle de los gastos del viaje.

Un lápiz y un bolígrafo son de gran utilidad. Recordarlo puede parecer pueril, pero ¡cuántas veces hemos estado en el campo, deseando anotar algo que llama la atención y resulta que no hay a mano lápiz o papel!.

Los prismáticos

Son elementos imprescindibles para quien trabaja en el campo, ya que ayudan a observar con detalle a la distancia. Existen muchos tipos de prismáticos o binoculares, que proporcionan distintas cantidades de aumento y de luminosidad.

Sus medidas se expresan con las fórmulas "7 x 30", "12 x 50", etc. El primer número indica la cantidad de aumentos que proporciona el instrumento: en el primer caso el aumento es de 7 veces y en el segundo, de 12 veces. El segundo número indica la luminosidad del artefacto, que viene determinada por el diámetro de las lentes. Cuanto más grande sea el número, más luminoso será el prismático.

Sin embargo, debemos prestar atención cuando compremos un binocular, dado que la mayor cantidad de aumentos conspira contra la mínima distancia focal. Esto quiere decir que, a mayor aumento, es mayor también la distancia mínima de enfoque. Esto hace que, a veces, haya que alejarse del objeto observado para lograr un enfoque adecuado.

Por otra parte, un mayor aumento implica un menor ángulo de visión, es decir que será más difícil localizar el animal, sobre todo si éste está en movimiento. En este caso el pulso del observador deberá también ser muy firme pues ante cualquier vibración el objeto observado puede salirse del campo focal.

En general para la observación de aves y animales en estado silvestre se acostumbra a utilizar las medidas "7 x 50" u "8 x 30", llamadas intermedias y que son adecuadas para espacios abiertos como lagunas, pastizales, estepas, etc. La práctica permitirá a cada explorador elegir la medida que más le convenga para su tarea.
También existen monoculares, cuyos aumentos son mayores, pero requieren el uso de trípode o de un punto de apoyo bien firme. Es muy dificultoso su uso a simple pulso pues el objeto observado se sale del campo de visión ante la mínima vibración o movimiento.

El grabador

Este instrumento cumple dos funciones totalmente diferentes. Por un lado, sirve para que el fotógrafo dicte alguna observación, o grabe a quien se la proporcione. Por otro, puede registrar los sonidos de algún ave, su llamada característica, elementos que luego sirvan para identificarla si no se la ha podido ver (algo bastante común en zonas selváticas) Finalmente, si se reproducen en el campo los sonidos de las diferentes especies, se las puede "llamar". En general, los animales son lo suficientemente curiosos como para acudir en averiguación de "quién" está en su territorio, lo cual nos facilita el avistaje.

Pero no hay que entusiasmarse demasiado, porque el grabador portátil llega hasta ahí. De ninguna manera un equipo así, con micrófono incorporado, será útil para grabar con fidelidad los sonidos de las aves y animales en el campo. Para ello es necesario contar con grabadores de alta fidelidad, que tengan ecualizador incorporado y, sobre todo, con micrófonos direccionales y pantallas parabólicas. Todo un trabajo para especialistas en sonido, o aficionados muy sofisticados.

Repelente de insectos

Este es un insumo de la modernidad que resulta indispensable para las regiones tropicales y subtropicales. Quien haya transitado por humedales sabrá lo molestos que pueden ser los mosquitos, o algún tábano, sobre todo si aparecen justo en el instante en que se está enfocando el animal aguardado durante varias horas. La persona que se encuentra quieta en el campo es alimento fácil para la avidez de cualquier insecto.

Es preferible que los repelentes sean inodoros, sin perfumes que nos puedan identificar frente a los animales. En ciertas ocasiones deberán rociarse por encima de las ropas, por lo cual se recomienda los que se presentan en aerosol. Las cremas son útiles para las manos, la cara o las partes que quedarán expuestas.

El botiquín de primeros auxilios

Es imprescindible llevar un pequeño botiquín con algunos implementos para superar accidentes de los cuales el fotógrafo no está exento. El mismo deberá contar con un poderoso desinfectante, curitas autoadhesivas, gasas, cinta emplástica, una venda larga, un puñado de algodón, algunas aspirinas, tabletas antiácidas, jabón bactericida, repelente de insectos y, si es posible, una botellita plástica con 200 cm3 de alcohol. También es conveniente llevar una caja de fósforos en compartimiento estanco, un elemento cortante tipo cúter y una cortaplumas de uso múltiple. Se debe llevar también una crema de protección solar.

No deberá faltar un pequeño costurero con agujas de dos o tres tipos, algunos alfileres de gancho y diferentes clases de hilo, entre ellos tanza de nylon (unos 10 m) para realizar ataduras de emergencia.

La indumentaria

Hay quienes piensan que salir al campo es como ir a una fiesta de disfraces, en una simulación de "Hombres de Guerra". Sin embargo, más importante que la ropa mimetizada es saber desplazarse en el medio silvestre formando parte del mismo.

Es conveniente que la ropa sea de colores neutros como el marrón claro (arena) u oscuro o inclusive el verde oscuro, tratando de que predomine el color del ambiente por el cual vamos a movernos. Las aves suelen tener bien desarrollada la vista, lo cual les permite distinguir los colores llamados "eléctricos", que les producen alarma. Se deben evitar los rojos, amarillos, naranjas o azules.

Los bolsillos amplios son imprescindibles para colocar implementos de nuestro equipo. La confección debe ser holgada para facilitar los movimientos y las telas fuertes para soportar desgarrones y raspaduras (mangas largas que se puedan arremangar según la ocasión). En definitiva que sirvan de cierta protección para la piel del fotógrafo cuando deba arrastrarse o incursionar entre arbustos espinosos. Se recomienda conseguir, si es posible, un chaleco con bolsillos, cuyos modelos abundan en las casas de pesca o de caza. En ellos se podrán acomodar los rollos de fotos, los filtros, algunos objetivos, se colgarán los prismáticos, etc.

En cuanto a los pantalones, deberán tener bolsillos bien anchos, ser de tela "tipo trabajo" (grafa o jeens), siempre bien holgados y también de colores neutros. Los pantalones de telas de nylon hacen ruido al caminar y alertan a los animales, por lo cual no son recomendables.

El calzado debe ser cómodo y protector. Para zonas frías y pedregosas se recomienda la utilización de borceguíes con suela antideslizante. Para zonas cálidas, un buen par de zapatillas con suela rugosa que eviten las patinadas alcanzan. En ningún caso se debe andar por lugares agrestes calzado con sandalias, pues se corre el riesgo de clavarse alguna espina, ser picado por hormigas u otros insectos o lastimarse con algún obstáculo que no fue advertido. Las sandalias también están contraindicadas para entrar en cursos de agua turbia donde no pueda verse el fondo, ya que puede haber insectos u otros elementos que lastimen al fotógrafo.

Es aconsejable llevar siempre un sombrero o una gorra para proteger la cabeza de los rayos directos del sol. Pero también para ocultar las facciones de la cara a los animales. Tener los propios ojos muy expuestos genera un fuerte recelo en ellos, ya que perciben cómo los miramos y sienten desconfianza.

En el bolso no debe faltar una campera de nylon para protegerse de algún sorpresivo chubasco. Es recomendable que sea liviana y que se pliegue totalmente formando un pequeño bulto. Si llueve, difícilmente se podrán tomar fotografías, ya sea por la baja luminosidad, ya sea porque los animales habrán buscado refugio. Con la lluvia lo único que queda por hacer es esperar a que pare, o en su caso volver con la correspondiente frustración.

En el vehículo, o en el campamento, deberá quedar siempre una muda completa (con ropa interior y de abrigo incluidas). A veces uno vuelve mojado y con frío de sus incursiones y debe protegerse rápidamente para evitar un desagradable resfrío o, lo que es más grave, una gripe que implicaría la cancelación del viaje.

Tela camuflada

Contar con un paño de tela camuflada de 2 x 2 m puede resultar muy útil para improvisar algún escondrijo o refugio, o simplemente para taparse una vez tendido en el suelo. El uso de la tela suelta exige cierta experiencia, pues suele volarse con el viento y esto espanta a los animales.

Cualquier elemento de la naturaleza que se encuentre en las inmediaciones (un tronco, unas ramas, un montículo de piedras) sirve para improvisar diferentes tipos de refugio. La construcción de un refugio tipo tienda de campaña suele ser muy útil si se piensa en fotografiar al acecho. Estas tiendas pueden ser de muy diferentes formas y tamaños. Lo importante es que sean lo suficientemente cómodas como para permitir una estancia prolongada y que tengan las aberturas suficientes como para permitir una amplia visión de adentro hacia afuera.

Otros implementos

- Destornilladores: Todo fotógrafo debe tener en su bolso destornilladores tipo relojero que le permitan realizar reparaciones en el campo. Un golpe o algún desperfecto pueden inutilizar momentáneamente algún equipo, el cual podrá ser destrabado o reparado si se cuenta con las herramientas necesarias. Pero para ello es preciso tener cierta experiencia y, sobre todo, conocer el funcionamiento de los equipos fotográficos. En el campo no conviene experimentar, pues las probabilidades son a favor de incrementar el daño.

- Cortaplumas: Es un implemento de uso múltiple que nos puede sacar de un apuro. Siempre en el campo hay algo que cortar, aunque sea la propia merienda del fotógrafo. Se recomienda aquellos que cuentan con varias herramientas como sierra, destapador, lupa, tijera, lima, destornillador, abrelata, etc.

- Bolsas plásticas tipo consorcio: su factura de plástico resistente las hace útiles para envolver los equipos en caso de aguacero, para proteger la ropa o como impermeable (realizando un corte en la base que permita el paso de la cabeza). También pueden servir como colchón improvisado si se las llena de paja o pasto verde, ya que impiden el paso de la humedad.

- Un plástico rectangular: de 3 x 2 metros aproximadamente y 150 micrones de espesor, puede servir como tienda improvisada, como piso para tenderse a la espera del momento propicio para la foto, o para proteger la ropa y los equipos.

Guías de campo

Son indispensables para su consulta, sobre todo cuando se debe identificar a un animal en el campo. Sin embargo, agregan peso a nuestro equipaje, que no es precisamente "liviano". Por lo tanto, resulta más cómodo tomar notas en un cuaderno y proceder luego a la identificación de la especie, sobre todo cuando ya existe cierta experiencia en el reconocimiento. Como ya dijimos, es difícil recordar todo lo sucedido, por lo cual resulta muy útil tomar nota de todo aquello que revista interés.

Michel H. Thibaud
Patrimonionatural.com
mht@ecopuerto.com
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