Flora
Según
la clasificación
en bio-regiones
realizada
por Burkart
(1999)
la provincia
de San
Juan,
quedaría
dividida
en cinco
de estas
categorías,
tres de
ellas
ocupando
amplios
espacios
y dos
reducidas
a pequeñas
incursiones
en el
sureste
una de
ellas
y el norte
la otra.
Por una
lado la
mayor
superficie
- gran
parte
de la
mitad
este,
imaginando
un corte
longitudinal,
y una
angosta
lonja
en la
mitad
oeste
–
la ocupa
lo que
se denomina
Eco-región
de Monte
de Sierras
y Bolsones;
una franja
debajo
de la
unidad
anterior
hasta
el límite
sur está
incluida
en la
Eco-región
Monte
de Llanuras
y Mesetas;
gran parte
de la
mitad
occidental,
a excepción
de la
mencionada
franja
de Monte
de Sierras
y Bolsones
y una
pequeña
cuña
que ingresa
desde
el extremo
norte
del país,
corresponde
a la Eco-región
de los
Altos
Andes.
Esa pequeña
cuña
en el
sector
norte
es la
Eco-región
de La
Puna.
En la
región
de los
altos
andes
por debajo
de las
nieves
eternas
sólo
en lugares
algo reparados
por el
relieve,
aparecen
estepas
graminosas,
vegas
y semidesiertos
de líquenes.
Luego
descendiendo
en altura
encontramos
subarbustos
rastreros,
en las
laderas
arbustos
muy achaparrados
y en los
lugares
húmedos
se desarrollan
vegas
de ciperáceas.
Aunque
las condiciones
para la
vida son
sumamente
adversas,
los vegetales
buscan
mecanismos
complejos
de adaptación
para poder
desarrollarse
a más
de 3.000
m. de
altura,
donde
el frío,
el viento,
la aridez,
la gran
amplitud
térmica
y muchos
otros
factores
conspiran
a cada
instante
contra
la supervivencia.
En la
Puna las
condiciones
no cambian
demasiado;
también
predomina
la estepa
arbustiva
pero hacen
su aparición
estepas
herbáceas,
halófitas
y sammófilas.
Es de
destacar
la circunstancia
que, pese
a la proximidad
con la
bio-región
de los
Altos
Andes,
la Puna
está
fitogeográficamente
más
vinculada
con la
Región
Patagónica.
Algunas
especies,
entre
las muchas
que pueden
hallarse
en la
Puna,
son de
los géneros
Fabiana
- la tolilla
(Fabiana
densa)
como la
más
conspicua-
, Adesmia
–
con la
aragua
(Adesmia
horridiuscula)
también
como una
de las
más
comunes-
y suelen
también
estar
presentes,
entre
muchas
otras
especies,
la chijua
(Baccharis
boliviensis)
, pingo-pingo
(Ephedra
breana)
que no
echa hojas,
la canjía
(Tetraglochin
cristatum)
propia
de zonas
rocosas,
leguminosas
como el
churqui
(Prosopis
ferox).
Entre
las adaptaciones
desarrolladas
para la
supervivencia
en este
ambiente
hostil
está
el mantener
las yemas
debajo
del suelo
–
geófitas-
al que
recurren
la mayoría
de las
gramíneas,
las que
mantienen
sus partes
aéreas
muertas
durante
la estación
seca,
que se
denominan
hemocriptófitas,
como la
hierba
Hoffmansegia
gracilis,
por sólo
citar
un ejemplo.
En cuanto
a la superficie
en la
que se
desarrollan
las Eco-regiones
del Monte
de Llanura
y Mesetas
y de Sierras
y Bolsones
se puede
decir,
a grandes
rasgos,
que hay
un marcado
predominio
de los
arbustos
xerófilos
espinosos
como los
retamos
(Bulnesia
retama),
con una
cubierta
herbácea
pequeña
y rala,
que deja
al descubierto
grandes
extensiones
de suelo
arenoso
y pedregoso
o incluso
la roca
viva (Bernades,
1982).
Hay también
sectores
con suelos
salitrosos
donde
se desarrollan
algunas
especies
halófitas
y pocos
donde
afloran
aguas
subterráneas,
en cuyo
caso aparecen
plantas
hidrófilas
como cortaderas
(Cortadeira
selloana),
entre
otras.
Las plantas
de porte
arbóreo
son escasas
y donde
más
se desarrollaron
es en
la proximidad
de las
Sierras
Pampeanas
donde
hay comunidades
principalmente
de algarrobos
(Prosopis
ssp.).
En el
Parque
Provincia
y Patrimonio
de la
Humanidad
Ischigualasto
la fisonomía
dominante
es la
de matorral
y cardonal,
las comunidades
vegetales
que se
encuentran
tienen
un fuerte
condicionamiento
edáfico
(Márquez,
1999).
Las especies
que más
de observan
en el
área
son:
Las especies
arbustivas
que caracterizan
la flora
del Parque
son muchas
pero haremos
una reseña
de las
principales.
Están
presentes
las comúnmente
llamadas
cachiyuyo
o sampa
(Atriplex
spegazzini
y A. lampa);
la jarillas
(Larrea
cuneifolia
y L. divaricata)
muy comunes
en la
eco-región
del Monte;
la falsa
jarilla
(Zuccagnia
punctata);
la chica
(Ramorinoa
girolae),
planta
de porte
subárboreo
típica
de estas
regiones
que puede
considerársela
escasa
o “rara”;
la llamada
manca
potrillos,
rodajillo
o rosetilla
(Plectrocarpa
tetracantha),
una zigofilácea
espinosa
típica
del Monte;
la verdolaga
(Halophytum
ameghinoi);
el cactus
columnar
de color
verde
oscuro
y vistosas
flores
blancas
(Echinpsis
leucantha);
la chilca
(Baccharis
salicifolia)
especie
perenne
de hasta
80 cm
de alto
con hojas
de color
verde
oscuro;
la cortadera
(Cortaderia
selloana),
planta
de hasta
2 m de
altura
que se
caracteriza
por tener
en la
parte
inferior
una mata
de hojas
secas;
la flor
de ceda
o fique,
según
la regiones,
(Portulaca
grandiflora)
con vistosas
flores
con pétalos
rojos,
presente
solo en
verano
donde
se hace
muy abundante.
Si bien
señalamos
al principio
como característica
del área
–
y general
de toda
la flora
provincial-
la escasez
de árboles,
haremos
mención
de las
especies
que en
distintos
sectores
y comúnmente
con ejemplares
aislados,
se pueden
ver en
Ischigualasto.
Los algarrobos
son los
más
numerosos,
estando
Prosopis
chilensis,
algarrobo
blanco
o chileno,
el Prosopis
flexuosa,
algarrobo
dulce
o negro,
el Prosopis
torquata
que le
asignan
distintos
nombre
vulgares
como algarrobo
chico,
ischilín,
tintinaco,
entre
otros,
el Geoffroea
decorticans
o chañar
árbol
pequeño
que lo
distingue
su ramaje
con espinas
y tronco
amarillo
parduzco
que pierde
su corteza
en bandas.
Investigación
y Textos:Gabriel
Omar Rodriguez
Colaboración:
Américo
Cortez
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