Historia
de Preservación
Las primeras acciones
que buscaron alcanzar
un desarrollo sustentable
en la Laguna de Llancanelo
fueron realizadas en
abril de 1992.
Un acuerdo entre el
Ministerio de Medio
Ambiente, la Dirección
de Recursos Naturales
y la Municipalidad de
Malargüe daba luz
verde al plan que impulsaba
generar la infraestructura
mínima para garantizar
la conservación
de los recursos. Esta
estaría basada
sobre distintos usos:
turístico, recreativo,
educativo y de investigación.
La planificación
se basaba en la elaboración
de un plan de emergencia
para la Laguna que permitiera
regular las visitas
y conservar la avifauna
y el medio ambiente,
mediante el trazado
de circuitos de mínimo
impacto. Fue entonces
cuando se habilitó
el servicio de guardaparques.
En noviembre de 1995,
la laguna fue declarada
"humedal internacional"
por el Comité
de Ramsar, organismo
dedicado a la preservación
de humedales de todo
el mundo. Al año
siguiente, se realizó
en la ciudad de Malargüe
la primera reunión
de este Comité
en Argentina. Allí
se estableció
que se realizaría
un plan de manejo y
obras de infraestructura
en la región
que permitiran conciliar
los intereses agropecuarios,
ganaderos y turísticos
con los de preservación.
En la práctica
el trabajo consistía
en el cercado con alambrado
y tranqueras en las
regiones norte y noroeste
de la laguna. La tarea,
realizada durante los
primeros meses de 1998,
tenía el objetivo
de dividir la región
en dos áreas:
la de explotación
de ganado y la de nidificación
de aves.
Hacia fines de la década
del ме90, tanto la Laguna
de Llancanelo como la
Reserva Payunia fueron
dotadas de las infraestructuras
necesarias para cumplir con las actividades de preservación.