|  
                                                                       Clima 
                                                                       Distintos 
                                                                        elementos 
                                                                        influyen 
                                                                        para que 
                                                                        el clima 
                                                                        del “continente 
                                                                        blanco” 
                                                                        sea el 
                                                                        más 
                                                                        riguroso 
                                                                        del planeta. 
                                                                        La radiación 
                                                                        solar 
                                                                        que llega 
                                                                        es escasa 
                                                                        debido 
                                                                        a la oblicuidad 
                                                                        de los 
                                                                        rayos 
                                                                        solares 
                                                                        por la 
                                                                        escasa 
                                                                        altura 
                                                                        que alcanza 
                                                                        el sol 
                                                                        sobre 
                                                                        la línea 
                                                                        del horizonte, 
                                                                        a su vez 
                                                                        la energía 
                                                                        que llega 
                                                                        a la superficie 
                                                                        de los 
                                                                        mares 
                                                                        penetra 
                                                                        en las 
                                                                        aguas 
                                                                        por lo 
                                                                        que el 
                                                                        esperado 
                                                                        calentamiento 
                                                                        del aire 
                                                                        es mínimo 
                                                                        (en el 
                                                                        hemisferio 
                                                                        norte 
                                                                        el fenómeno 
                                                                        es inverso). 
                                                                        Por otra 
                                                                        parte 
                                                                        la cobertura 
                                                                        de hielo 
                                                                        del continente 
                                                                        devuelve 
                                                                        al espacio 
                                                                        por reflexión 
                                                                        un 75% 
                                                                        aproximadamente 
                                                                        de la 
                                                                        energía 
                                                                        que llega 
                                                                        a la superficie. 
                                                                        La altura 
                                                                        media 
                                                                        sobre 
                                                                        el nivel 
                                                                        del mar 
                                                                        del Continente 
                                                                        Antártico 
                                                                        es la 
                                                                        mayor 
                                                                        de todos 
                                                                        los continentes, 
                                                                        circunstancia 
                                                                        que tiene 
                                                                        también 
                                                                        una alta 
                                                                        incidencia 
                                                                        en la 
                                                                        baja temperatura. 
                                                                        Se calcula 
                                                                        en un 
                                                                        descenso 
                                                                        cercano 
                                                                        a los 
                                                                        10° 
                                                                        C por 
                                                                        cada 1.000 
                                                                        que se 
                                                                        asciende. 
                                                                      Al sur 
                                                                        de los 
                                                                        70° 
                                                                        la temperatura 
                                                                        aparece 
                                                                        condicionada 
                                                                        por la 
                                                                        latitud 
                                                                        y la altura 
                                                                        sobre, 
                                                                        mientras 
                                                                        que al 
                                                                        norte 
                                                                        de dicho 
                                                                        paralelo 
                                                                        es modificada 
                                                                        por la 
                                                                        presencia 
                                                                        de la 
                                                                        península 
                                                                        Antártica 
                                                                        (Beltramino, 
                                                                        1980). 
                                                                        La península 
                                                                        y las 
                                                                        islas 
                                                                        que la 
                                                                        circundan 
                                                                        en el 
                                                                        oeste 
                                                                        desvían 
                                                                        las isotermas 
                                                                        hacia 
                                                                        el noroeste. 
                                                                        Las temperaturas 
                                                                        menores 
                                                                        se registran 
                                                                        en el 
                                                                        centro 
                                                                        geométrico 
                                                                        de la 
                                                                        Antártida 
                                                                        con una 
                                                                        capa de 
                                                                        hielo 
                                                                        que asciende 
                                                                        hasta 
                                                                        los 4.000 
                                                                        metros 
                                                                        de altura 
                                                                        sobre 
                                                                        el nivel 
                                                                        del mar. 
                                                                        La mínima 
                                                                        mundial 
                                                                        que se 
                                                                        haya registrado 
                                                                        tuvo lugar 
                                                                        en el 
                                                                        polo sur 
                                                                        con – 
                                                                        88.3° 
                                                                        C, el 
                                                                        24 de 
                                                                        agosto 
                                                                        de 1960 
                                                                        en la 
                                                                        base rusa 
                                                                        Vostok. 
                                                                       
                                                                      El mar 
                                                                        ejerce 
                                                                        un efecto 
                                                                        atemperante 
                                                                        de las 
                                                                        marcas 
                                                                        térmicas 
                                                                        por lo 
                                                                        que las 
                                                                        mínimas 
                                                                        invernales 
                                                                        en el 
                                                                        extremo 
                                                                        de la 
                                                                        Península 
                                                                        Antártica 
                                                                        y en las 
                                                                        islas 
                                                                        que la 
                                                                        circundan 
                                                                        son mayores 
                                                                        a las 
                                                                        que se 
                                                                        registran 
                                                                        en zonas 
                                                                        más 
                                                                        alejadas 
                                                                        del mar. 
                                                                        Un ejemplo 
                                                                        de esto 
                                                                        lo vemos 
                                                                        claramente 
                                                                        con los 
                                                                        registros 
                                                                        de las 
                                                                        temperaturas 
                                                                        medias, 
                                                                        mínimas 
                                                                        y máximas, 
                                                                        tomadas 
                                                                        en la 
                                                                        década 
                                                                        1970-1980 
                                                                        para los 
                                                                        meses 
                                                                        de agosto 
                                                                        y enero 
                                                                        respectivamente 
                                                                        en las 
                                                                        Bases: 
                                                                        Belgrano, 
                                                                        ubicada 
                                                                        sobre 
                                                                        la plataforma 
                                                                        de hielo 
                                                                        Filchner 
                                                                        a los 
                                                                        77° 
                                                                        46´ 
                                                                        S., donde 
                                                                        la mínima 
                                                                        promedio 
                                                                        del mes 
                                                                        de agosto 
                                                                        fue de 
                                                                        - 32.9 
                                                                        ° 
                                                                        C (agosto) 
                                                                        y - 6°C 
                                                                        para enero. 
                                                                        En cambio 
                                                                        en la 
                                                                        Base Matienzo 
                                                                        ubicada 
                                                                        sobre 
                                                                        una pequeña 
                                                                        isla - 
                                                                        64° 
                                                                        58´ 
                                                                        S. - los 
                                                                        registros 
                                                                        para igual 
                                                                        mes y 
                                                                        período 
                                                                        fueron 
                                                                        de - 21.7° 
                                                                        C y de 
                                                                        1° 
                                                                        grado 
                                                                        sobre 
                                                                        cero en 
                                                                        enero. 
                                                                        La presión 
                                                                        atmosférica 
                                                                        alcanza 
                                                                        su máximo 
                                                                        en la 
                                                                        meseta 
                                                                        provocando 
                                                                        la instalación 
                                                                        de un 
                                                                        anticiclón 
                                                                        que emite 
                                                                        permanentemente 
                                                                        vientos 
                                                                        secos 
                                                                        y fríos 
                                                                        hacia 
                                                                        el anillo 
                                                                        de centros 
                                                                        de baja 
                                                                        presión 
                                                                        que rodea 
                                                                        el continente. 
                                                                        Por el 
                                                                        contrario, 
                                                                        los sistemas 
                                                                        ciclónicos 
                                                                        que se 
                                                                        forman 
                                                                        en el 
                                                                        océano 
                                                                        suelen 
                                                                        moverse 
                                                                        lejos 
                                                                        de la 
                                                                        masa continental, 
                                                                        provocando 
                                                                        mucha 
                                                                        nubosidad 
                                                                        y mal 
                                                                        tiempo 
                                                                        en los 
                                                                        mares 
                                                                        circundantes 
                                                                        e introduciéndose 
                                                                        a veces 
                                                                        en las 
                                                                        tierras 
                                                                        bajas 
                                                                        de la 
                                                                        Antártida 
                                                                        Occidental. 
                                                                      Los vientos 
                                                                        en la 
                                                                        Antártida 
                                                                        son muy 
                                                                        fuertes 
                                                                        gran parte 
                                                                        de año. 
                                                                        Su dirección 
                                                                        no depende, 
                                                                        como ocurre 
                                                                        en gran 
                                                                        parte 
                                                                        del planeta, 
                                                                        de la 
                                                                        configuración 
                                                                        isobárica. 
                                                                        La pérdida 
                                                                        de calor 
                                                                        por radiación 
                                                                        ocasiona 
                                                                        aquí 
                                                                        una capa 
                                                                        poco profunda 
                                                                        de aire 
                                                                        intensamente 
                                                                        frío, 
                                                                        dentro 
                                                                        de la 
                                                                        cual el 
                                                                        sentido 
                                                                        de la 
                                                                        circulación 
                                                                        del aire 
                                                                        está 
                                                                        muy relacionado 
                                                                        con la 
                                                                        pendiente 
                                                                        de la 
                                                                        superficie. 
                                                                        Las tormentas 
                                                                        de viento 
                                                                        arrastran 
                                                                        y elevan 
                                                                        la nieve 
                                                                        depositada 
                                                                        haciendo 
                                                                        muy difícil 
                                                                        la respiración 
                                                                        y la visión. 
                                                                        Uno de 
                                                                        los vientos 
                                                                        responsables 
                                                                        de este 
                                                                        fenómeno 
                                                                        es el 
                                                                        conocido 
                                                                        viento 
                                                                        blanco 
                                                                        o blizzard, 
                                                                        pero otros 
                                                                        vientos- 
                                                                        catabálticos- 
                                                                        no son 
                                                                        menos 
                                                                        benévolos 
                                                                        como los 
                                                                        que se 
                                                                        desplazan 
                                                                        en sentido 
                                                                        radial, 
                                                                        del centro 
                                                                        hacia 
                                                                        las costas, 
                                                                        y que 
                                                                        adquieren 
                                                                        mucha 
                                                                        fuerza 
                                                                        al deslizarse 
                                                                        por valles 
                                                                        y depresiones 
                                                                        siendo 
                                                                        comunes 
                                                                        las velocidades 
                                                                        que oscilan 
                                                                        entre 
                                                                        100 y 
                                                                        200 kilómetros 
                                                                        por hora. 
                                                                        Los vientos 
                                                                        planetarios 
                                                                        del oeste 
                                                                        cumplen 
                                                                        un papel 
                                                                        fundamental 
                                                                        en la 
                                                                        circulación 
                                                                        atmosférica 
                                                                        y aumentan 
                                                                        su intensidad 
                                                                        con la 
                                                                        altura 
                                                                        (A.I. 
                                                                        de C., 
                                                                        1982) 
                                                                        .Las zonas 
                                                                        costera 
                                                                        reciben 
                                                                        vientos 
                                                                        mayores 
                                                                        que las 
                                                                        alejadas 
                                                                        de las 
                                                                        mismas. 
                                                                      La mayor 
                                                                        parte 
                                                                        de las 
                                                                        precipitaciones 
                                                                        se producen 
                                                                        en forma 
                                                                        de nevadas 
                                                                        a excepción 
                                                                        del la 
                                                                        zona oeste 
                                                                        de la 
                                                                        Península 
                                                                        y la zona 
                                                                        marítima 
                                                                        adyacente, 
                                                                        donde 
                                                                        se producen 
                                                                        algunas 
                                                                        lluvias. 
                                                                        La nubosidad 
                                                                        es bastante 
                                                                        persistente, 
                                                                        disminuyendo 
                                                                        su frecuencia 
                                                                        al aumentar 
                                                                        la latitud, 
                                                                        pero en 
                                                                        términos 
                                                                        generales 
                                                                        puede 
                                                                        decirse 
                                                                        que un 
                                                                        alto porcentaje 
                                                                        de los 
                                                                        días 
                                                                        son nublados 
                                                                        en todo 
                                                                        el ámbito 
                                                                        continental, 
                                                                        con la 
                                                                        salvedad 
                                                                        mencionada 
                                                                        precedentemente. 
                                                                        En Georgias 
                                                                        del Sur 
                                                                        los registros 
                                                                        son de 
                                                                        1.300 
                                                                        mm. anuales 
                                                                        y temperaturas 
                                                                        mínimas 
                                                                        y máximas 
                                                                        medias 
                                                                        de - 1,6° 
                                                                        y 5,1° 
                                                                        C, respectivamente. 
                                                                      En las 
                                                                        Orcadas 
                                                                        del Sur 
                                                                        la temperatura 
                                                                        media 
                                                                        anual 
                                                                        es de 
                                                                        -3,6'C, 
                                                                        con mínimas 
                                                                        absolutas 
                                                                        de -34,7'C. 
                                                                        Las precipitaciones, 
                                                                        en su 
                                                                        totalidad 
                                                                        en forma 
                                                                        de nieve, 
                                                                        alcanzan 
                                                                        registros 
                                                                        de 1.000 
                                                                        mm. anuales 
                                                                        (archipiélago 
                                                                        Melchior). 
                                                                       
                                                                      Fenómenos 
                                                                        ópticos 
                                                                        En la 
                                                                        atmósfera 
                                                                        antártica 
                                                                        se producen 
                                                                        diversos 
                                                                        fenómenos 
                                                                        ópticos. 
                                                                        Entre 
                                                                        ellos 
                                                                        se hallan 
                                                                        los "halos”, 
                                                                        producidos 
                                                                        por refracción 
                                                                        de los 
                                                                        rayos 
                                                                        lumínicos 
                                                                        solares 
                                                                        y lunares 
                                                                        en los 
                                                                        cristales 
                                                                        de hielo 
                                                                        de las 
                                                                        nubes. 
                                                                        Son anillos 
                                                                        luminosos, 
                                                                        con el 
                                                                        sol o 
                                                                        con la 
                                                                        luna en 
                                                                        el centro 
                                                                        y que 
                                                                        toman 
                                                                        una coloración 
                                                                        rojiza 
                                                                        y generalmente 
                                                                        se ven 
                                                                        en apariencia 
                                                                        tres soles 
                                                                        o lunas 
                                                                        sobre 
                                                                        la misma 
                                                                        recta. 
                                                                        También 
                                                                        encontramos 
                                                                        los "espejismos", 
                                                                        en los 
                                                                        cuales 
                                                                        las imágenes 
                                                                        se ven 
                                                                        invertidas 
                                                                        al ser 
                                                                        refractados 
                                                                        lo rayos 
                                                                        de luz 
                                                                        como consecuencia 
                                                                        de la 
                                                                        superposición 
                                                                        de capas 
                                                                        de aire 
                                                                        caliente 
                                                                        y frío. 
                                                                        El blanqueo 
                                                                        es otra 
                                                                        curiosa 
                                                                        manifestación 
                                                                        en la 
                                                                        que la 
                                                                        persona 
                                                                        deja de 
                                                                        ver el 
                                                                        horizonte 
                                                                        y se pierde 
                                                                        la sensación 
                                                                        de profundidad. 
                                                                        La aurora 
                                                                        austral 
                                                                        es el 
                                                                        fenómeno 
                                                                        más 
                                                                        notable 
                                                                        aunque 
                                                                        se desconoce 
                                                                        su origen 
                                                                        se presume 
                                                                        que sea 
                                                                        un fenómeno 
                                                                        eléctrico 
                                                                        estando 
                                                                        relacionado 
                                                                        con la 
                                                                        actividad 
                                                                        solar. 
                                                                        La mayoría 
                                                                        de las 
                                                                        veces 
                                                                        aparecen 
                                                                        como fajas 
                                                                        contorsionadas 
                                                                        de luces 
                                                                        blancas, 
                                                                        verdes 
                                                                        o rojas 
                                                                        que se 
                                                                        proyectan 
                                                                        por el 
                                                                        cielo 
                                                                        apareciendo 
                                                                        y desapareciendo 
                                                                        súbitamente. 
                                                                      Investigación 
                                                                        y Textos: 
                                                                        Gabriel 
                                                                        O. Rodriguez 
                                                                        Fotos: 
                                                                        Juan Pablo 
                                                                        Pereda 
                                                                       
                                                                         Copyright 
                                                                      © Patrimonionatural.com 
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                                                                      su reproducción 
                                                                      por cualquier 
                                                                      medio para 
                                                                      fines comerciales, 
                                                                      sin la autorización 
                                                                      expresa 
                                                                      del editor. 
                                                                      Las fotografías 
                                                                      son propiedad 
                                                                      de sus autores. 
                                                                      Prohibida 
                                                                      su reproducción 
                                                                      por cualquier 
                                                                      medio sin 
                                                                      autorización 
                                                                      expresa 
                                                                      de los mismos. 
                                                                     |