Clima
El clima
característico
del área
es árido
o semiárido,
típico
de sierras
y bolsones
(1). Sin
embargo,
se trata
de una
zona donde
el relieve
cumple
una función
muy importante
como determinante
de las
condiciones
climáticas
a pequeña
escala
(3). Sobre
las laderas
orientales
de las
sierras
que reciben
más
precipitaciones,
suelen
desarrollarse
microclimas
húmedos
(1), mientras
que en
las laderas
que no
están
expuestas
a las
lluvias
se generan
microclimas
áridos
(3). En
el fondo
de los
valles,
donde
se registra
una ausencia
casi total
de humedad,
predomina
un clima
desértico
(3).
Como respuesta
biológica
a estas
diferencias
locales
dadas
por la
altura
y la orientación
de las
laderas,
se presentan
formas
de vida
con distintas
adaptaciones
a uno
u otro
tipo de
ambiente
(3).
Los veranos
y los
inviernos
presentan
marcadas
diferencias
de temperatura
y humedad
(3). En
cuanto
a las
lluvias,
son muy
escasas
en la
región,
donde
se registran
los valores
mínimos
para el
país
(3). Ocurren
mayormente
en verano,
de octubre
a marzo,
y se calcula
una precipitación
anual
aproximada
que oscila
apenas
entre
los 150
y los
170 mm
(1), en
tanto
que en
los sitios
donde
más
llueve,
el aporte
de agua
no supera
los 300
mm anuales
(3).
En la
zona se
registran
largos
períodos
de sequía.
Hacia
el oeste,
los valles
reciben
paulatinamente
un menor
aporte
de lluvias
(3). La
alta radiación
solar
y los
vientos
contribuyen
a acentuar
las características
de aridez
(1). La
evaporación
es fuerte,
lo cual,
sumado
al bajo
aporte
de lluvias,
resulta
en un
déficit
de humedad
que siempre
supera
los 400
mm (3)
a lo largo
del año.
El viento
Zonda
es el
más
típico
de la
región.
Avanza
desde
el noroeste
en forma
de fuertes
ráfagas
de aire
seco,
trayendo
consigo
un aumento
de la
temperatura
en varios
grados
y la intensificación
de la
sequedad
(3). Otro
viento
característico
de La
Rioja
es el
llamado
El Troyano,
nombre
que alude
a la Quebrada
de Troya,
desde
donde
este viento
sopla.
Tiene
características
similares
a las
del Zonda.
El relieve,
una vez
más,
determina
en gran
medida
la acción
de los
vientos
(3).
En La
Rioja
(al igual
que en
Catamarca)
se registran
amplitudes
térmicas
estacionales
(entre
enero
y julio)
de alrededor
de 15°C
(3). Los
valores
diurnos
son generalmente
muy altos
(3), y
los veranos,
cálidos,
con temperaturas
máximas
superiores
a los
50°C
al sol.
Entre
octubre
y marzo
es común
que las
temperaturas
superen
los 30°C
(3), en
tanto
la mínima
de invierno
puede
llegar
a los
7°C
(1). Durante
esta estación
las condiciones
del tiempo
se vuelven
más
agradables:
noches
frescas
y pocas
lluvias
(1), con
temperaturas
máximas
algo superiores
a los
20°C
(3).
Investigación
y Textos:
Cintia
Celsi
Supervisión
Técnica
Honoraria:
Juan Carlos
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