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Pereyra Iraola

Parque Provincial y Reserva de la Biosfera - Buenos Aires
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

Pereyra Iraola

Parque Provincial y Reserva de la Biosfera

El  Parque Pereyra Iraola fue creado por el  Decreto  Provincial  Nº 1.465 del año 1949. Luego, la Ley  Provincial Nº  12.814 de  2001,  traspasa parte de su superficie bajo la orbita del la Reserva Provincial Punta Lara, quedando la mayor parte de los sectores de la ribera platense en esta última.
Una extensa sección  está constituida por bosques implantados de árboles exóticos de los orígenes más diversos, que formaban parte de la majestuosa estancia San Juan- perteneciente a la familia Pereyra Iraola- que desde mediados del siglo XIX había iniciado la implantación de miles de ejemplares de árboles. Esto sector es de uso público intensivo y en el mismo también  instalaron sus infraestructuras distintas instituciones.
El   Comité del Programa  “El  Hombre y   la   Biosfera”, creado en el seno de la UNESCO,  realizó su última reunión entre los días 18 y 20 de septiembre de 2007  en la ciudad de París. En dicha ocasión se incorporaron a la lista de “Reservas de la Biosfera”, que auspicia el mencionado programa,  23 lugares de todo el mundo, entre los que se encuentra el Parque Pereyra Iraola de la provincia de Buenos Aires, Argentina.  Este rango compromete a las autoridades provinciales  a  poner bajo firme custodia los espacios que ocupa esta área internacional  para poder así cumplir con lo establecido por el programa  El Hombre  y  la  Biosfera de la UNESCO. Cabe consignar que la designación incluye también espacios costeros del Río de la  Plata donde se desarrolla una pequeña muestra de selva paranaense, considerada la formación  selvática más austral del mundo.

Categoría

Parque Provincial  y Reserva de la Biosfera. También la zona de Punta Lara es considerada Área Importante para la Conservación de las Aves (AICAs).

Ubicación

Si sitúa  a poca distancia del límite sur de Gran Buenos Aires, interpretando que este se extiende hasta las localidades de Plátanos, Ranelagh y José María Gutiérrez, lugares que alineados constituyen un perfil con sentido noreste-sudoeste. Está en jurisdicción del partido de Berazategui. Según indica el SIFAP, las coordenadas aproximadas del área analizada son 34º  49' Lat. S. y 58º13' Long. O.  La ciudad importante más cercana es La Plata, de la que dista unos 20 kilómetros.

Superficie

El Parque Pereyra Iraola ocupaba  unas 10. 248 hectáreas hasta el mes de noviembre de 2001, en que una importante superficie próxima a la costa del Río de Plata, fue anexada por  Ley de la provincia de Buenos Aires a la Reserva Punta Lara, con lo cual se redujo su extensión.
La zona afectada como Reserva de la Biosfera, abarca  el total de la superficie, con la costa rioplatense incluida.
La finalidad de declarar la preservación de esta superficie fue proteger una vasta zona  forestada con añejos árboles,  mayormente  exóticos, que actúan como un verdadero “pulmón verde” para el conglomerado urbano del Gran Buenos Aires. Además en ese espacio funcionan establecimientos de estudio e investigación, junto a otros  de recreación para los habitantes. Por otra parte, la Reserva  integra proporciones significativas de las cuencas  hídricas de los arroyos Baldovino, Pereyra, del Carnaval y Martín (Moschione  y  De Francesco, 2005).

Fecha  e instrumento legal de creación

El Parque Pereyra Iraola fue creado mediante el  Decreto Provincial Nº 1.465 del  año 1949. En 1967 la Ley Provincial Nº 7293 lo declara Parque Natural,  ratificando la anterior normativa. Luego,  la Ley Nº 12.814 del 15 de noviembre de 2001,  afecta parte de la superficie  para crear una Reserva Natural Integral  Mixta, anexa a la Reserva Punta Lara.
El   Comité del Programa “El Hombre y la Biosfera”, creado en el seno de la UNESCO,  realizó su última reunión entre los días 18 y 20 de septiembre de 2007 en la ciudad de París. En dicha ocasión se incorporaron a la lista de “Reservas de la Biosfera” que auspicia el mencionado programa,  23 lugares de todo el mundo entre los que se encuentra el Parque Pereyra Iraola de la provincia de Buenos Aires, Argentina.
El Marco Estatutario de la Red Mundial de Reservas de Biosfera, en su Artículo 1º dice: “Las reservas de biosfera son zonas de ecosistemas terrestres o costeros/marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas en el plano internacional como tales dentro del  marco del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) de la UNESCO, de acuerdo con el presente Marco Estatutario”.

La importancia de esta nueva reserva de la Biosfera radica en proteger los últimos  espacios naturales existentes a lo largo del Río de La Plata. En su área se hallan una gran biodiversidad, un espacio parquizado de unas 900 hectáreas, siendo uno de los de mayor tamaño del país. Las cuencas hidrográficas incluidas en la reserva permiten reponer los acuíferos subterráneos excesivamente explotados y, además, son de vital importancia para abastecer en agua potable a las zonas vecinas densamente pobladas. La reserva protege también el patrimonio cultural que se encuentra dentro de su ámbito.

Relieve

El relieve de esta unidad de conservación presenta las características de la región Pampeana que abarca la mayor parte de la provincia de Buenos Aires, cuyas particularidades y  génesis de enuncian sintéticamente a continuación. La fisonomía de buena parte del territorio bonaerense se destaca por presentar una gran llanura formada por acumulación, predominantemente de sedimentos de origen continental. De origen marino, sólo se presenta una franja costera litoral, con una  variedad de ambientes que le otorgan gran riqueza en su biodiversidad. Tales fisonomías son grandes extensiones de playas que se extienden por cientos de kilómetros, una zona de cangrejales que ocupa un gran sector de la Bahía del Samborombón y la albufera de Mar Chiquita que está rodeada por cordones medanosos y de conchillas. El manto sedimentario, generalmente recubierto por una capa de loess, es de espesor variable y se apoya sobre un basamento rígido que yace a diferentes profundidades, ya que se fracturó en bloques de comportamiento diferencial (Chiozza y Figueira, 1982). Esto dio lugar a la formación de la depresión tectónica que originó el Río Salado, conocida como Pampa Deprimida, que cubre  un amplio sector del noreste provincial donde la línea de dunas y elevaciones de conchillas obran como contenedoras del agua que circula hacia la costa rioplatense y favorecen la formación de lagunas.
Otra región se denomina Pampa Ondulada y se trata de un bloque levantado que se extiende al noreste del Salado cayendo con suave pendiente hasta el borde de la escarpada barranca que enmarca el valle del Paraná. El nombre deriva de una serie de ondulaciones resultantes del modelo impreso por la gran cantidad de ríos y arroyos que excavaron en el pasado amplios valles que forman terrazas por lo que escurren zigzagueantes y, a causa del movimiento de ascenso de la zona, entallando sus cauces en la terraza baja, sobre la que desbordan en ocasión de lluvias excepcionales (Chiozza y Figueira, op. cit.). La zona noroeste de la provincia es una llanura medanosa con gran cantidad de lagunas y bañados que se sitúan en zonas circundadas por médanos. Al estar el sustrato impermeable muy próximo a la superficie se dificulta la infiltración y estos espejos de agua pueden desaparecer por evaporación – al ser muy llana la región- o en caso de grandes lluvias provocar inundaciones.
Otra región fisonómica es la planicie elevada o interserrana que se extiende hacia el oeste y sur de las anteriores y como su nombre los señala se caracteriza por una gradual elevación del terreno hasta formar serranías, pocos cursos de agua, presencia de lagunas salitrosas y de dunas. Al noreste de la región se ubica el sistema de Tandilla que, con rumbo noroeste-sureste, se extiende desde la depresión del Vallimanca hasta la costa atlántica. Se trata de un sistema muy antiguo, de cerros bajos, aplandos en sus cimas. Al suroeste del territorio provincial hay otra formación orográfica, de mayor altura que la anterior, con el  Cerro Tres Picos de 1.243 m.s.n.m. y denotan ser de la era Paleozoica. El Sistema de Ventania, tal el nombre que lleva esta formación, se constituye en un elemento dispersor de aguas y  las que descienden por sus laderas llenan cubetas alojadas a lo largo de una línea de falla, que cuando ocurren muchas precipitaciones se encadenan entre sí y alimentan a las lagunas de Guaminí y el caudal del arroyo Vallimanca. Desde las Sierras hacia el sur el terreno desciende hasta llegar al mar donde se encuentra la bahía Blanca. Ambas márgenes de la bahía presentan relieve cóncavo que se prolonga tierra adentro en el valle tectónico que ocupa el salitral Vidriera. Hacia el sur, y casi hasta el río Colorado, se observa una zona de mesetas, escalonadas y cubiertas de por rodado y arena. Al sur del río Colorado, la pequeña porción de territorio bonaerense que resta ya adquiere características patagónicas.

Hidrografía

La provincia de Buenos Aires tiene gran parte del norte de su litoral bañado por las aguas del Río de Plata, receptor de una gran cuenca fluvial y debe considerárselo como una continuidad morfológica e hidrológica del Paraná y también recibe las aguas del río Uruguay. Geológicamente, su lecho tiene una historia de ingresiones y regresiones  marinas. En un primer momento penetraron las aguas del Atlántico formando un golfo marino que comprende actualmente parte del Delta del  Río Paraná y todo el Río de la Plata. En el fondo de este golfo, de poca profundidad, desemboca un estuario de aguas salobres, del Paraná  Belgranense, cuyos sedimentos afloran a los largo de la margen derecha del río Paraná (Castellanos, 1975). Con posterioridad a este acontecimiento - Pampeano Superior- los depósitos continentales avanzaron sobre este golfo y se formó el actual Delta del Paraná y su prolongación en el Río de la Plata. Y un tercer episodio geológico fue una trasgresión marina, denominada Querandina, que invadió el Delta del Río de la Plata, arrastrando las islas y dejando la configuración que vemos en la actualidad. La gran cantidad de bancos que hay en su lecho frenan el desplazamiento del agua y facilitan el depósito de sedimentos. En sus comienzo tiene un ancho que se aproxima a los 40 kilómetros y llegando aguas abajo supera los 180, entre la punta Norte del Cabo San Antonio y Cabo Santa María en la República Oriental del Uruguay (Castellanos, 1975). Los afluentes que recibe desde la provincia de Buenos Aires son los ríos Luján, Matanza, Samborombón y el Salado del Sur. Su caudal está muy influenciado por los vientos, es decir cuando sopla viento del oeste – pampero- las aguas de desplazan hacia las costas uruguayas y  con el viento del sudeste invaden las costas bonaerenses.
En la superficie que ocupa el Parque prospectado circulan los arroyos Baldovino, Pereyra, del Carnaval y Martín.

Clima

El territorio de la provincia de Buenos Aires está íntegramente ubicado en la zona de clima Templado. El gran litoral marítimo y rioplatense hace que las aguas ejerzan un efecto moderador sobre las temperaturas en la zona próxima a la costa. También esta proximidad con la basta superficie marina la hace receptora de vientos húmedos locales. No obstante, la principal influencia de las corrientes de aire es la que recibe por parte del anticiclón del Atlántico Sur y su carácter de gran llanura permite también la injerencia de otros vientos como el proveniente del oeste- conocido como pampero- que es fresco y seco y del polar del sector sur. Las temperaturas medias de mes de enero oscilan entre 25º C y 22º C  y las de julio entre 10º C y 7ºC, con amplitudes térmicas mayores en el sector oeste por su continentalidad (Chiozza y Figueira, 1982). Las lluvias se incrementan gradualmente desde el suroeste, con sólo unos 400 mm anuales, al noreste con más de 900 mm. Este conjunto de factores comentados precedentemente, permiten configurar cuatro tipos de climas Templados: húmedo al noreste, subhúmedo en la  parte central, semiárido al suroeste y una cuarta caracterización que influye sobre las inmediaciones del Cabo Corrientes, que es el clima templado con influencia oceánica.

Flora

El área prospectada  es bastante atípica por cuanto un alto porcentaje de la misma está cubierto por bosques implantados con especies traídas desde otros  continentes. El valor de los mismos radica en su antigüedad, en la variedad -dado que se estiman en más de 130 las especies arbóreas de esa condición- y en el valor paisajístico del conjunto.
Es muy importante también la zona costera, a la cual hace mayor referencia el programa MAB al designarla  Reserva de la Biosfera, en la que se encuentran los remanentes más australes de la Selva Paranaense o “en galería”, muy empobrecidos en especies como cabe suponer respecto a zonas más septentrionales.
Biogeográficamente se encuadra en la Eco-región Delta e Islas del Paraná que define Burkart et al. (1999) y comprende las márgenes y valles de inundación del río Paraná – también su tributario el Paraguay- y el río Uruguay, extendiéndose hasta las costa norte del  Río de la Plata.
Las semillas vegetales son transportadas por estos cauces de agua y así extienden su dispersión hacia el sur.  Hay cerca de veinte especies de árboles, que en su mayoría provienen de la selva misionera. Las especies de porte arbóreo más abundantes son el ceibo (Eritryna crista-galli); el chal-chal (Allophyllus edulis); el laurel blanco (Ocotea acutifolia), una laurácea que es el árbol de mayor porte de esta comunidad; el mata ojo (Pauteria glomerata), llamada así por la molestia que produce en la vista el humo de la combustión de su madera; el canelón (Rapanea loretziana); el lecherón (Sebastiana  brasiliensis); el arrayán de las islas (Blepharocalyx salicifolius); la llamada yerba del bugre en el norte (Lochocarpus nitidus), de vistosas flores azuladas y a veces de otros tonos; la espina de bañado (Citharexylum montevidensi); el palo amarillo o guayaibí (Terminalia australis), cuyas hojas en época otoñal tienen una tonalidad amarilla vistosa, el saúco común ( Sambucus australis) y el curupí  (Sapium haematospermun). En este relicto es muy abundante el exótico ligustro (Ligustrum lucidum) que tanto daño hace a la flora nativa, y otras especie más con las que se llegaría a las veinte mencionadas al principio. La profusión de enredaderas, liliáceas y epífitas contribuyen a crear ese clima selvático, entre las que se observan la uña de gato (Macfadyena unguis-cati), la dama de monte o de noche (Clytostoma callistegioides), la camandá guazú (Canavalia bonariensis) y el llamativo tala gateador (Celtis iguanea), arbolito o arbusto  de hasta 10 metros con hojas más grandes que el tala común y fruto bien amarillo. Hay exóticas que se han aclimatado muy bien como la zarzamora (Rubís ulmifolius) y la madreselva (Lonicera japónica). A nivel arbustivo de destacan  la malvácea Pavonea sepium  o P. malvacea, el duraznillo negro (Cestrum euanthes) con fruto negro, la tacuara brava (Guadua trinii), el sen de campo (Casia corymbosa), el sarandí colorado (Cephalantus glabratus), la enredadera (Cardiospermun grandiflorum), la violácea Anchietea parviflora, las llamadas vulgarmente uvas Cissus striata y C.palmata, la epífita Microgramma vacciniifolia y el cacto Rhipsalis lumbricoiedes. En zonas anegadizas se observan cortaderas, juncos y totorales y también se presenta un sector con pajonales de paja brava (Scirpus giganteus) En nómina sólo pretende mostrar la diversidad florística del lugar y su valor como muestra de lo que era la ribera platense en épocas muy remotas.
En el sector de parque urbano hay, como ya se señaló, una gran variedad de especies arbóreas exóticas entremezcladas con pocas especies nativas. La primera mención destacable es la presencia de eucalipto común (Eucalyptus camaldulensis  o E. globulus), las dos especies más difundidas en Argentina (también se ha producido hibridación), cuyas semillas habrían sido traídas desde Australia por Domingo F. Sarmiento y serían los primeros árboles de esa especie plantados en el país (Mrio. Asuntos Agrarios Bs. As., su sitio en Internet). Es muy destacable también el árbol de cristal (Agathis alba), proveniente del archipiélago Malayo, del que se extrae una resina para confeccionar barnices y se lo suele confundir con la especie Agathis robusta, casi idéntico y también traído a la Argentina. Habría un solo ejemplar que, con el muy vistoso brillo que le otorgan las gotas de resina, luce en el predio de la Escuela de Policía de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en ejido del Parque. Otras especies comunes son las araucarias, tanto las de remotas regiones de la Argentina como el llamado pino Paraná (Araucaria angustifolia) y el pehuén (Araucaria araucana), como las australianas (Araucaria heterophylla  y  A.  bidwillii); el roble europeo (Quercus robar) especie nativa de Europa, la acacia blanca (Robinia pseudoacacia), introducida en la Argentina en  1873 (Lahitte y Hurrell, 1999), la acacia de Constantinopla (Albizia julibrissin) muy difundida en nuestro país; el  pino (Pinus elliottii) originario del sudeste norteamericano, cultivado como ornamental profusamente y también como especie maderable; la casuarina (Casuarina cunninghamiana), originaria de Australia, el olmo (Ulmus parvifolia), originario de China y el plátano (Platanus x acerifolia) y muchas especies más. Y entre los nativos se ven talas (Celtis tala); espinillos (Acacia caven), ceibos (Erytrina crista- galli) y sauces (Salix humboldtiana), entre otros.

Fauna

La reserva alberga, en su parte de vegetación nativa, una fauna variada integrada aproximadamente por 25 especies de anfibios, 30 de reptiles, 292 especies de aves y 42 de mamíferos (Moschione y De Francesco, 2005).

En particular,  la ictiofauna del río de la Plata se la debe considerar para esta evaluación señalando la diferencia que existe entre otros estuarios tropicales o subtropicales y el rioplatense. Éste último difiere de los otros por la carencia de manglares y lechos de fanerógamas marinas (Menni, 2004). Una lista  efectuada de peces de agua dulce y anfibióticas que habitan en el Río de la Plata, según Ringuelet et al. (1976)  y Nion (1998) - con algunas modificaciones- arroja un total de  167 especies (publicada por Menni, 2004).
Algunos de los batracios más comunes son el sapo común (Bufo arenarum), la rana  criolla (Leptodactylus ocellatus), el escuercito (Odontophrynus americanus), varias ranitas del género Hyla, entre otras. También los reptiles están presentes con especies conspicuas el lagarto overo (Tupinambis teguxin), la tortuga de arroyo ((Phrynops hillarii),  la falsa yarará ñata (Lystrophis dorbignyi), la falsa coral (Oxyrhopus rhombifer) y muchas culebras más.
Algunas especies de aves que se observan con cierta facilidad son el picabuey (Machetornis rixosus), el hornero ( Furnarius rufus), la monjita blanca  (Xolmis irupero), el pico de plata  (Hymenops perspicillata), el amarillo (Satrapa icterophrys), el piojito común (Serpophaga subcristata), el gaucho común (Agriornis microptera), la tiejereta (Tyrannus savana), el suirií real (Tyrannus melancholicus), el benteveo rayado (Myiodynastes maculatus), el benteveo común (Pitangus sulphuratus), el anambé común (Pachyrampus polychopterus), el zorzal colorado (Turdus rufiventris), el zorzal blanco o chalchalero (Turdus amaurochalinus), el pitiayumí (Parula pitiayumi), el pecho amarillo común (Pseudoleistes virescens). Entre las rapaces se observan al gavilán (Circus bofoni), el carancho (Polyborus plancus), el gavilán blanco (Elanus leucurus), el taguató común (Buteo magnirostris) y el chimango (Polyborus chimango), entre otras.  También es abundante el número de especies no Passeriformes vinculadas al medio acuático.

Los mamíferos comunes que se registran en el área son la comadreja overa (Didelphys albiventris), el coipo (Myocastor coypus), el hurón menor (Galictis cuja), el zorrino (Conepatus chinga), el colilargo chico (Oligoryzomys flavescens), el cuis (Cavia pamparum) y otras especies de micromamíferos.

Recursos culturales

El Parque Pereyra Iraola ocupa parte de lo que fue un gran estancia denominada San Juan, adquirida en 1850 por el entonces destacado comerciante don Simón Pereyra. Pero, alejándonos en la historia, el inicio de las posesiones de  estas tierras se inicia con Juan de Garay quien reparte tierras en 1580 desde Wilde a Magdalena sobre la costa del Río de la Plata, denominándolas “suerte de estancias”. Uno de los beneficiados fue don Antón de Higueras y en sucesivas herencias con el paso del tiempo fue  escriturada a nombre del mencionado  Simón Pereyra.
En 1852  fallece tempranamente este renombrado comerciante y hereda la finca don Leonardo Pereyra. Este, junto a su primo Martín Iraola, realiza un viaje a Europa, donde también visita Rusia, y de esos lugares traen muchas ideas que aplicarán luego en la Estancia San Juan. Convocó al renombrado paisajista Carlos Vereecke y diseñó un parque sembrando miles de árboles de las más variadas especies de todo el mundo (se estiman unas 130) y también da intervención a don Prilidiano Puyerredón para que diseñe un lago artificial trayendo el agua  mediante cañerías desde el arroyo Los Patos. Y así este predio se convierte en un hermosísimo parque implantado.
En 1899 muere don Leonardo Pereyra y la estancia se divide en seis sectores. Un importante  predio es heredado por su hijo Martín Pereyra Iraola, quien da origen a la Estancia Santa Rosa e introduce mejoras en el diseño del parque que sugieren la intervención del arquitecto don Carlos Thays (1849 - 1934), autor de una increíble cantidad de obras arquitectónicas de gran relevancia en todo el país.
El casco de la  estancia Santa Rosa en la actualidad es la cede del Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia de Buenos Aires.
En el año 1949 se concreta la expropiación por parte del Estado, de las Estancias San Juan y Santa Rosa para poner ese valioso patrimonio natural-cultural al servicio de la comunidad. Así se crea el “Parque de la Ancianidad”, la Escuela de   Policía, la Estación de Cría de Animales Salvajes (ECAS) del  Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, la Estación Biológica de Aves Silvestres (EBAS), la Escuela Latinoamericana de Informática, entre otras instituciones.
En la ex  Estancia Santa  Rosa se había construido una hermosa Capilla denominada Santa Elena, a la que aún asiste el público del lugar los días domingos a  participar de la misa.
Todas las construcciones de la ex estancia – una veintena aproximadamente-  constituyen una reliquia arquitectónica e histórica, presentando un estilo mixto donde se conjugan el geometrismo francés con el pintoresquismo inglés (Mrio. Asuntos Agrarios Provincia de Buenos Aires, sitio en Internet).

Los habitantes originarios

Los primeros habitantes de las llanuras pampeanas estaban formados por distintas parcialidades, conocidos genéricamente como pampas en virtud de ocupar los territorios que por su característica de gran llanura de denomina de esa manera. Hacia mediados del siglo XVI estos habitantes fueron influidos por lo araucanos, pueblo que provenía de la región andino-patagónica, y extendió su territorio hasta la región bonaerense.
Los que se instalaron en la zona más septentrional son los llamados pehuenches y en la parte sur estuvieron los guénaken, culturas a las que se hace referencia más en extenso en el mismo ítem de la Provincia del Neuquén.
Pero los grandes desplazamientos humanos se produjeron en los siglos posteriores cuando el extraordinario desarrollo del ganado cimarrón en las pampas, atrajo hacia ellas núcleos importantes de indígenas que poco a poco, por alianzas militares, matrimonios y simples intereses comunes cambiaron el panorama étnico del territorio. Los mencionados pampas, con el correr del tiempo sufrieron el fenómeno conocido como araucanización, es decir, la gran expansión de los araucanos y su cultura logra el amalgamiento y posterior desaparición de los pampas. La ocupación de esos pueblos sureños fue el factor decisivo de la confusión en el estudio étnico de estas tribus como también en la nomenclatura de las parcialidades. No obstante durante mucho tiempo los pobladores del sur Córdoba, San Luis y Buenos Aires siguieron utilizando el nombre de pampas para referirse a los habitantes de estas comarcas.
Respecto a la forma de vida de los pampas se puede comentar que como medio de subsistencia utilizaron la caza del ciervo de las pampas o venado, que se practicaba a pie mediante corridas y luego eran ultimados con arco y flecha y las boleadores, elementos que también formaban parte de sus armas bélicas. Con el cuero de estos anímales construían sus viviendas y su indumentaria, de la que formaba parte el conocido quillango que cumplía la función de abrigo. Trabajaron la piedra con la que confeccionaban sus puntas de flechas y raspadores para el preparado de las pieles y también se encontraron elementos que se presume eran utilizados como martillos lo mismo que cuchillos. Conocieron la alfarería, probablemente asimilada de los querandíes, que ocupaban oriental.

Estos últimos ocuparon el territorio comprendido entre el río Carcarañá, Santa Fe, y los ríos Salado y Saladillo – ya en territorio bonaerense-. Y por el este se expandieron hasta las costas de Paraná, donde ya se ubicaban los guaraníes en su dispersión más austral. También practicaban una economía de subsistencia consistente fundamentalmente en la caza y la pesca y sus viviendas, supuestamente por los vestigios encontrados por los españoles,  eran de cueros de coipo. Estaban divididos en tribus mandadas por un cacique y capitanejos secundarios. Se desconocen sus creencias religiosos y las costumbres funerarias.

Respecto a las investigaciones arqueológicas, la provincia de Buenos Aires hizo importantes aportes a través de numerosos yacimientos encontrados en distintas localidades. Entre éstas se destacan los de Miramar, Monte Hermoso- localidaes estudiadas por el célebre científico don Florentino Ameghino-, Tandil y otras de menor importancia.

Alternativas turísticas

El Parque Pereyra Iraola desde que se creó fue siempre clásico lugar de esparcimiento al aire libre para los habitantes de las ciudades de La Plata y Buenos Aires. La modalidad del picnic es casi una tradición y son muchísimos los escenarios naturales de hermosa vegetación implantada para instalarse, recorrerlos y realizar cualquier actividad al aire libre.
Dentro del predio se puede visitar la “Ciudad de los Niños” y la “Estación de Cría de Animales Salvajes” (ECAS), donde se podrán ver distintas especies animales tanto exóticos como nativos.

La proximidad con la ciudad de La Plata debe servir para que el visitante ocasional continúe su periplo recorriendo la capital provincial y sus alrededores. Entre los muchos atractivos que posee esta moderna ciudad se menciona la Catedral, construida en estilo neogótico francés luce como una joya arquitectónica, con sus famosos pisos brillantes que contienen granito traído de Olavarría, de San Luis y también de Córdoba. Los vitrales se realizaron en Munich un su mayoría y otros son de procedencia francesa. Tiene cinco naves, puede albergar unas 12.000 personas y sus  bóvedas son de hormigón armado y acero. Otros edificios de gran impacto por su detallada arquitectura son el Pasaje Dardo Rocha que fue la antigua estación de ferrocarril hecha por un destacado arquitecto italiano, el Edificio de la Legislatura para cuya construcción se convocó a un concurso internacional, La Casa de Gobierno, la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires y otros edificios que son testimonio de la pujanza de la Argentina de principios del S. XX. Sus diagramación con muchas diagonales es una de las características más destacables, como también lo es la gran cantidad de plazas y jardines, y el Paseo del Bosque donde está la Universidad de gran prestigio a la par del Museo de Ciencias Naturales, por donde pasaron las máximas celebridades del campo de las ciencias, y el Jardín Zoológico.

Cómo llegar

La  Autopista Buenos Aires- La Plata atraviesa  el Parque Pereyra Iraola que se extiende aproximadamente en forma de rectángulo desde la costa del Río de la Plata hasta la Autovía 2.  También el Camino Centenario, que circula paralelo a la mencionada autopista, es una alternativa cómoda para tener acceso al área descripta.
Estando en la ciudad de La Plata  podrá circular por el Camino Costanero Almirante Brown, que tras  recorrerlo pocos kilómetros nos deja en Punta Lara, donde  veremos la parte de selva marginal  que integra la Reserva de la Biosfera.
Circulando por el mencionado camino Centenario, a la altura de Villa Elisa, parte un asfalto hacia el noreste que nos aproxima a la zona agreste del área, llegando hasta la costa del río.

Contacto

La Dirección Provincial de Recursos Naturales, Departamento de Áreas Protegidas, se sitúa en la Calle 12 esq. 51, Torre I piso 5º, de la ciudad de La Plata (código postal 1900).  Teléfono (0221) 429- 5239 ó (0221) 466-0396
Sitio de Internet del  Programa El Hombre y la Biosfera: www.unesco.org.uy/mab/

Problemas de conservación

La zona que tratamos está  muy próxima a los grandes conglomerados urbanos como lo son la ciudad de Buenos Aires, con unos doce millones de habitantes aproximadamente, y la de La Plata- capital de la provincia de Buenos Aires - con unos quinientos mil habitantes.  Con  esto queda de manifiesto que la presión negativa sobre el medio natural que ejercen algunas actividades que realiza el hombre hacen de la reserva tratada una región muy vulnerable.  No obstante la Reserva de Punta Lara incluida en la reserva de la Biosfera, tiene un grado de conservación aceptable y se  realizan en ella permanentes estudios de campo por parte de estudiantes y científicos.
La abundancia de flora exótica como el ligustro y la zarzamora perjudican mucho a este relicto de selva, considerada las más austral del mundo.

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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodriguez


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