EDICION
PROVISORIA
- EN PROCESO
DE DIAGRAMACION
Reserva Isla Huemul
La isla tiene una superficie de 74 hectáreas y se eleva en medio de las azul-verdosas aguas del lago Nahuel Huapi. Con sólo veinte minutos de lancha se puede arribar a ella, partiendo desde el puerto de la ciudad de San Carlos de Bariloche. Está ornada por bellísimos bosques del ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis) y coihues (Nothofagus dombey), principalmente y es portadora de una curiosa historia relacionada con la implantación en el lugar, allá por 1950, de la primera central nuclear de la argentina, lo que terminó fracasando. La finalidad de crear esta área protegida, por parte del Municipio de Bariloche, fue conservar en su estado natural las comunidades ecológicas existentes y los valores históricos que alberga, brindando oportunidades para el turismo y la investigación.
Se declaró reserva de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche en 1998.
Categoría
El área prospectada reviste las categorías de Reserva histórica, ecológica y turística y Paisaje protegido municipal.
Ubicación
El área prospectada está en el extremo occidental de la provincia de Río Negro, dentro de Departamento Bariloche y a pocos minutos de lancha desde la ciudad de San Carlos de Bariloche, en medio lago Nahuel Huapi. Sus coordenadas geográficas son: 41º 07’ Lat. S y 71º 24’ Long O.
Superficie
Posee una extensión de sólo 74 hectáreas. La finalidad de crear esta área protegida, por parte del Municipio de Bariloche, fue conservar en su estado natural las comunidades ecológicas existentes y los valores históricos que alberga, brindando oportunidades para el turismo y la investigación.
Fecha e instrumento legal de creación
La Ordenanza Municipal Nº 73-C-88, sancionada por el Consejo Municipal de San Carlos de Bariloche, el 7 de julio de 1988, crea esta unidad de conservación cuando las tierras pasaron al dominio del municipio.
Luego, la Ley Nacional 25.272 de 2001, autorizó al Poder Ejecutivo Nacional a ceder la jurisdicción, al Municipio de Bariloche, de las adyacentes islas de las Gallinas y de las Gaviotas. Esto es aceptado mediante otra Ordenanza.
Relieve
La isla posee un relieve escarpado, con una altura máxima de 875 m.s.n.m. La región se caracteriza por el marcado rango altitudinal, entre algo más de 3500 y los 700 msnm., lo que da lugar a tres principales unidades de paisaje: altos andes, bosques patagónicos y estepas patagónicas. Establecidos dentro de estas matrices principales se encuentran unidades fisonómicas más pequeñas y parches de distribución insular.
Las principales fuerzas escultoras del paisaje se deben a la orogenia andina del Terciario, modeladora del relieve sobre el cual han actuado fenómenos posteriores. El más importante de éstos es, sin duda, la acción de los glaciares durante tres millones de años y con mayor intensidad en los últimos cuatro sucesos del cuaternario, cuando la totalidad del área del Parque Nahuel Huapi – incluyendo a la Isla Huemul- estuvo cubierta por un manto de hielo de hasta aproximadamente los 2000 metros de espesor. Su repliegue final comenzó hace 12.000 años y continúa en la actualidad. Vestigios de esos glaciares pueden hallarse todavía en los cerros Tronador, Bonete y Falkner, entre otros (Monjeau, et al, 2005).
El Parque presenta sus mayores elevaciones en el oeste – el Cerro Tronador es el más alto con 3554 msnm - , disminuyendo hacia el Este, en la meseta patagónica. Los cerros menores de 2000 metros son en general redondeados y los de mayor altura tienen picos aguzados que quedaron a salvo de la erosión del hielo.
Toda la región pertenece a la provincia geológica Cordillera Norpatagónica, que se extiende desde los 39° hasta los 43° de latitud sur. El basamento está compuesto de rocas metamórficas y magmáticas de distintas edades, sobre el que se depositó una cubierta volcánica sedimentaria de edades mesozoicas y terciarias (Monjeau, et. al, op cit.). Luego, sobre las dos formas mencionadas se depositaron, durante fines del Terciario y el Cuaternario, sedimentitas, volcanitas, sedimentos glacigénicos y cenizas volcánicas (Chebez, 2005). A partir de estos materiales, la forma del paisaje del Nahuel Huapi es el resultado de: a) los plegamientos andinos, b) la actividad volcánica consecuencia de dicha orogenia, y c) el intenso modelado moderno de los valles en U de las cuencas lacustres, por parte de la acción glaciaria (Mermoz et al. 2000).
La cordillera andino-patagónica terminó de formarse en el Mioceno, hace unos 15 millones de años. Un vulcanismo posterior formó el relieve abovedado de basaltos terciarios de mayor altura de la región, el Tronador. Este relieve moderno es el causante del gradiente de precipitaciones, produciendo una sombra de lluvia hacia el Este, dando lugar al semi-desierto patagónico (Monjeau, et. al, op. cit.).
Hidrografía
La mayoría de las cuencas de la región pertenecen a la vertiente del Atlántico, excepto la del lago Queñi y la del río Manso, que son de vertiente del Pacífico. La principal cuenca es la del Río Limay, la más compleja de las patagónicas y está compuesta además de los cursos de agua por una gran cantidad de lagos - todos de origen glaciario-, algunos de extensión y profundidad notables, que se alinean al pie de la cordillera desde el Aluminé al norte, hasta el inmenso Nahuel Huapi, al sur, del cual el Limay es su principal emisario (Palese de Torres, 1958). Este gran lago se extiende en sentido noroeste-sudeste, presentando una serie de ramificaciones que son el Correntoso, Rincón, Machete, los brazos Puerto Blest y Tristeza, donde se ubica la reserva prospectada, Moreno, Campanario y el brazo Huemul. El lago Nahuel Huapi tiene su lecho formado por la acción erosiva de las grandes glaciaciones del Cuaternario y su borde oriental está indicado por morenas frontales (Palese de Torres, op. cit.). Ocupa una superficie de 557 km2, con 357 km de costas y la profundidad media es de 157 m con una máxima de 464 m. Los importantes Brazos Puerto Blest y de la Tristeza son amplios espejos de aguas muy próximos a la unidad de conservación que se describe. Su estado trófico es ultraoligotrófico u oligotrófico en la mayor parte del lago. Sin embargo, debido a las aguas residuales que recibe de las ciudades de San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura, existen zonas costeras con en estado mesotrófico o eurotrófico (Pedrozo y Vigliano, 1993). Una gran isla, La Victoria, ocupa un sector central del espejo de agua siguiendo el alargamiento noroeste- sudeste del mismo y se destaca por poseer un bosque casi único en el mundo de arrayanes (Luma apiculata), por lo que se constituyó en un Parque Nacional separado del Nahuel Huapi, pese a estar dentro de su perímetro.
Clima
La zona de San Carlos de Bariloche posee un clima templado-húmedo, con precipitaciones superiores a los 1500 mm anuales que se concentran en invierno. Las temperaturas medias anuales son generalmente inferiores a los 10° C y en invierno rondan los 2° C. No obstante, en cuanto a las precipitaciones hay variantes entre lugares próximos en función de la altura y otros factores como la presencia de la Cordillera de los Andes, que intercepta las masas de aire húmedo que avanzan desde el oeste hacia el este. El fenómeno resultante es la condensación de la humedad en forma de abundantes precipitaciones que se concentran en el área próxima a la cordillera. Esto determina un marcado gradiente de humedad en sentido oeste-este. Los vientos del oeste y noroeste son los dominantes con un 85% de los días del año ventosos. Para dar una idea más certera respecto a las precipitaciones la Estación Bariloche del Servicio Metereológico Nacional, durante el largo período transcurrido entre los años 1941 a 1975, registró una media de 949.4 mm anuales (Pedrozo y Vigliano, 1995).
Flora
El área protegida que tratamos se encuentra situada fitogeográficamente, según la clasificación de Cabrera (1976), en la Provincia Subantártica, con la diversidad de tres Distritos: el Valdiviano, del Bosque Caducifolio y del Pehuén, en menor medida. El género Nothofaguses el predominante en el estrato arbóreo a nivel regional, y dentro del Parque Municipal hay varias especies que lo representan. Se trata de un género perteneciente a la familia de las Fagáceas, exclusiva de Sudamérica y Oceanía. La Isla Huemul, posee una pequeña superficie, lo que influye en que su flora sea poco diversa . Entre los grandes árboles perennes y caducifolios típicos de estos bosques, pertenecientes muchos de ellos al género precedentemente mencionado, encontramos en la Isla al insigne coihue (Nothogagus dombeyi), árbol de gran porte que puede alcanzar los 45 m de altura y los 2 m de diámetro en su tronco (Dimitri, 1997) y que es exclusivo de la Argentina y Chile. Se trata de una de las especies nativas más abundantes de los Bosques Andino-patagónicos, concentrándose especialmente en los Parques Nacionales Lanín, Nahuel Huapi y Los Alerces (Bisheimer y Fernández, 2000). Sus principales caracteres, amén del ya comentado gran tamaño, son sus flores muy pequeñas de color rojo, su tronco posee comúnmente agallas (que se las produce el hongo llamado llao-llao) sobre una corteza muy rugosa y las hojas perennes de color verde oscuro en verano, volviéndose rojizas en otoño. Suele compartir el hábitat con el ciprés de la cordillera, la lenga o el raulí, pero por su característica de especie dominante también es común ver formaciones exclusivas de esta especie. En otro sector se observa un bosque puro de ciprés de la cordillera (Austrocedrus chilensis), especie del Bosque Andino -Patagónico que se halla más en contacto con la Estepa Patagónica, es decir que, si imaginamos una transecta este-oeste, ésta es la primera especie de estos bosques que se verá representada, formando pequeños grupos aislados (Bisheimer y Fernández, 2000). Es una especie común es los Parques Nacionales Lanín, Los Alerces, Lago Puelo y Nahuel Huapi y, lamentablemente sus tiernos renovales son muy apetecidos por los herbívoros ramoneadotes, entre los que ocupa un lugar preponderante el exótico ciervo colorado. Su madera es utilizada para la confección de postes de luz, cercos, tejas, cajones y artesanías en general y es también muy utilizado como árbol ornamental.
Se puede señalar otra formación boscosa que conforma el ambiente de la Isla: el bosque mixto de ciprés y coihue. Ambas especies fueron descriptas y es común ver este tipo de bosques asociados. Desde el punto de vista paisajístico es destacable.
Algunos arbustos presentes son el neneo (Mulinum spinosum), el corcalén (Azara lanceolada), el michay (Berberis darwini), la botellita (Mitraria coccinea) de vistosas flores acampanadas rojas, el chilco (Fuchsia magellanica) y la pahueldín (Hydrangea integerrima), que trepa sobre los árboles de gran altura. Los helechos del género Blechnum son los más abundantes. También hay hepáticas, musgos, líquenes y hongos que acompañan a los colosos árboles ya descritos y que otorgan a estos bosques auténtico aspecto de selva subtropical.
Fauna
De la Reserva Huemul no hemos encontrado un inventario faunístico dentro de la bibliografía consultada. Sí se menciona la presencia de huillín (Lontra provocax), con lo cual ya sería un área protegida importante para la conservación, dado que es un animal muy escaso, catalogado como especie En Peligro por la SAREM (2000) y figura en el apéndice I de la CITES, con lo que su comercio está restringido a circunstancias excepcionales. Su aspecto es muy semejante al del lobito de río, pero un elemento que se utiliza para diferenciarlo es que el rinario (área desprovista de pelo entre los orificios nasales), que en el caso del huillín presenta la parte superior en forma de cuña (Parera, 2002), único con esa característica entre las tres especies del género Lontra que pueden verse en territorio argentino.
Entre las aves conspicuas del bosque araucano se encuentran según Narosky e Izurieta, entre otras, la paloma araucana (Columba araucana), la cachaña (Enicognathus ferrugineus), el magnífico carpintero gigante (Campephilus magellanicus), el rayadito (Aphrastura apinicauda), el huet huet (Pterptochos ternii), el zorzal patagónico (Turdus flaklandii) y el tordo patagónico (Curaeus curaeus). Se presume la presencia del cormorán imperial (Phalacrocorax atriceps) (Chebez, 2005).
Recursos culturales
El nombre originario de la isla fue “General Villegas”, militar integrante de la campaña al desierto, y luego fue reemplazado por el de Güemul, ya que hacia fines del siglo XIX, fue habitada por una familia de de araucanos con ese apellido. La similitud entre el apellido araucano y el del emblemático ciervo de los Andes Patagónicos, originó una confusión que, con el paso del tiempo, derivó en el nuevo cambio de nombre de la isla (De Giacomo, 1995)
A sólo unos veinte minutos de navegación desde el Puerto San Carlos, la Reserva Isla Huemul ofrece un área ecológica, una de turismo y una tercera histórica. Esta última evoca un pasado no muy lejano, a mediados del siglo XX, durante presidencia de Juan D. Perón, momento en el que se instalaron las bases de lo que sería la primera central nuclear argentina, y de buena parte del resto del mundo. En efecto, el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 10.936 de fecha 31 de mayo de 1950, expresaba la importancia que le otorgaba el gobierno nacional a los avances en materia de energía atómica y de sus aplicaciones prácticas, como producción de energía y para la industria. Un año después se crea la Dirección Nacional de Energía Atómica, con funciones de brindar una base operativa a la actividad nuclear (Quiroga y Granada, 2003).
En 1951, por impulso del austriaco doctor Ronald Richter - un científico especializado en el tema- se procede al traslado de un regimiento ubicado frente a la Isla Huemul y sus instalaciones son ocupadas por el nombrado científico y sus colaboradores. En 1949 comenzaron los trabajos en las Isla Huemul y en ella se concretaron las más importantes construcciones con características especiales cada una de ellas. En primer lugar mencionamos al “Laboratorio Principal”, cuyos muros poseen una cámara de aire interior con ventilación hacia el exterior probablemente para aislar térmica y acústicamente a la edificación y le sigue el “Edificio del Reactor” - el de mayor tamaño- con paredes de un metro de espesor. Luego se ve “La Usina”, edificación construida para proveer de potencia eléctrica a los experimentos de Richter y el “Laboratorio de Ritchter”, desde donde se dirigía el emprendimiento. Esta construcción poseía un reactor, un espectógrafo e instrumental destinado al estudio de las reacciones termonucleares bajo condiciones especiales (De Giacomo, op. cit.). Se edificó también un “Laboratorio de Química” en el que se inició la elaboración de agua pesada, dos edificios llamados “Los Gemelos”, cuyo destino se desconoce y nunca fueron terminados. La casa particular del físico austriaco posee una magnífica vista desde un mirador.
En un determinado momento, tras un anuncio oficial sobre importantes avances en el emprendimiento, los científicos locales e internacionales empiezan a desconfiar del gran proyecto, y el presidente Perón, en 1952, envió una comisión para conocer la realidad del “Proyecto Huemul”. Las palabras de Richter no lograron convencer a los especialistas y en noviembre de ese año se intervino el proyecto.
Luego es la Comisión Nacional de Energía Atómica la que se hace cargo de las instalaciones y del emprendimiento.
En 1953, los integrantes de la Comisión Asesora - doctor Balseiro, el ingeniero Bancora, el capitán Iraolagoitia y el doctor Antonio Rodríguez - se reúnen en Bariloche para evaluar las instalaciones citas en el kilómetro 9,5 de camino al Llao-Llalo, a las que se habían sumado las extraídas de la Isla Huemul. De ahí surgió y se concretó más tarde, la creación del Instituto Universitario de Física de San Carlos de Bariloche, con el apoyo del sector privado. En 1962 fallece el doctor Balseiro, por entonces director del Instituto, y al poco tiempo se impone su nombre a la institución que lo tuvo como principal protagonista.
Alternativas turísticas
La Reserva Isla Huemul posee óptimas condiciones para su uso turístico y en ese sentido se encaminan los últimos pasos de las autoridades oficiales al establecer un convenio con la Administración de Parques Nacionales, dado que desde que en 2001 caducó una concesión privada y la Isla había sufrido una suerte de abandono.
Parten lanchas desde el puerto San Carlos, con excursiones hacia la isla de medio día de duración o de día completo. La reserva posee senderos, algunos locales comerciales, una sala de primeros auxilios y un snack bar, todo rodeado de las invalorables bellezas de los bosques andinos. Estos se conservan en buen estado lo que sumado a la tranquilidad del lugar hace que sea un ámbito muy especial para los que buscan solaz y relajación. Los edificios históricos que se construyeron en la isla son motivo de atracción turística (ver nuestro ítem ”Recursos Culturales).
San Carlos de Bariloche puede considerarse la “Meca” de todo aquel que por primera vez decide conocer los “lagos del sur”, nombre genérico con el que designamos al gran complejo lacustre montañoso que se extiende desde Neuquén hasta el extremo sur patagónico. La arquitectura peculiar, sea tal vez, el rasgo que más llame la atención al visitante. Su Centro Cívico, con construcciones que recuerdan a las aldeas alpinas y perviven aún casas de madera, con techos de gran pendiente y también lucen construcciones de impecable estilo moderno. El Hotel Llao Llao también se destaca por la arquitectura muy vistosa y es valuarte de la región, desde el cual hay una excelente vista del Lago Nahuel Huapi, sobre el que se construyó la ciudad. Los lugares a visitar dentro de la ciudad y sus alrededores en cuanto a museos e instituciones en general son los que se enuncian a continuación: el Museo de la Patagonia, ubicado en el Centro Cívico; el Museo de Ciencias Naturales; el Museo Paleontológico, sito en 12 de Octubre y Sarmiento, con interesantes colecciones de restos fósiles de dinosaurios, huesos, garras y replicas; el Museo Ictícola, también en la calle 12 de Octubre, pero esta vez esquina Onelli , muy interesante para los amantes de las pesca por la colección de peces embalsamados que se exhibe; el Museo Geológico y Paleontológico "Rosendo Pascual" con la colección de invertebrados más importante de la Patagonia, aves patagónicas, huesos de dinosaurios y otras curiosidades; la Casa Museo de los Viejos Colonos, en Colonia Suiza, con muestras relacionadas con historia de Colonia Suiza, el único poblado histórico que queda en Bariloche; el Salón Cultural de Usos Múltiples, situado en Moreno y Villegas, donde se presentan distintas exposiciones de artistas y productores locales, donde también funciona la Feria Artesanal Municipal; el Instituto Balseiro, Av. Bustillo Km 10, uno de las instituciones dedicadas a la investigación y enseñanza de distintas ramas de la ciencia y la tecnología más importantes de la Argentina. Por último se recomienda visitar el Centro de Salmonicultura, en el Camino Cerro Catedral (Km 11), donde se aprecia el proceso de cría las truchas y salmones que luego son sembrados en distintos lugares de los alrededores.
Son muchas las excursiones que tienen como punto de partida Bariloche, que recorren distintos puntos del Parque Nacional Nahuel Huapi, donde incluimos al Parque Municipal Llao Llao, el más antiguo del país y cuyo nombre trasciende las fronteras de Argentina. Muchos turistas extranjeros llegan al Aeropuerto de Bariloche para disfrutar de paisajes realmente sorprendentes, la pesca deportiva de salmónidos y el esquí. Los típicos recorridos que parten de esta prestigiosa ciudad son el Cerro Catedral, el Cerro Otto, el Cerro Tronador, los Circuitos Grande y Chico, Villa La Angostura, Isla Victoria y el Parque Nacional Los Arrayanes, entre muchísimos paseos más. La ciudad de Bariloche está a 830 kilómetros de Viedma.
También el Parque Municipal Llao Llao, nos permite recorrer, cerca de la ciudad (23 km), senderos para apreciar la majestuosidad de los bosques andino-patagónicos bordeando las aguas del lago Nahuel Huapi. Es destacable el esmero que se tuvo para que el visitante se encuentre en un lugar auténticamente natural, para lo cual se prohíbe el uso de cualquier medio de locomoción. Sólo es posible el recorrido caminado e incluso fue suprimido el embarcadero que existía en el lugar. La reserva natural cuenta con guardaparques, un centro de información, señalización, folletos, zonas de pic-nic y fogones.
Cómo llegar
A la Reserva Isla Huemul se arriba en lanchas que parten del puerto de San Carlos de Bariloche. A ésta localidad se puede arribar partiendo de la ciudad de Buenos Aires por más de un itinerario. Una de las posibilidades es tomar la RN Nº 5 hasta la ciudad de Santa Rosa, capital de la Pampa. Luego se continúa unos pocos kilómetros hacia el sur por la RN Nº 35 hasta que es interceptada por la RN Nº 152, que parte a nuestra derecha - rumbo oeste- y, en el Paraje El Carancho, donde toma un marcado rumbo sur, pasando por el Parque Nacional Lihué Calel y luego por la ciudad de Puelches. En la localidad de Chelforó, provincia de Río Negro, es interceptada por la RN Nº 22. Se circula por ésta última hacia la derecha nuevamente – rumbo oeste- y nos conduce a la capital neuquina. Desde esta nos une con San Carlos de Bariloche la RN 237 que luego se une a la RN 40.
Otro itinerario es circular por la RN 3 desde Buenos Aires hasta Bahía Blanca. Luego la RN 22 hasta Neuquén capital y después la RN 237 que se trasforma en la RN 40.
Desde la ciudad de Córdoba, punto intermedio para acceder desde Salta, Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero por la RN Nº 9, se circula hacia el sur por la RN Nº 36 hasta la ciudad de Río Cuarto. En este punto hay que hacer un muy breve recorrido hacia el sudoeste- 10 kilómetros aproximadamente- por la RN Nº 8, desde donde parte con rumbo definido hacia el sur la RN Nº 35 que nos traslada a la capital de La Pampa y de acá se sigue como se señaló en párrafos anteriores.
Desde la ciudad de Santa Fe hay más de un recorrido, pero se sugiere tomar por la autopista hacia Rosario y luego seguir hasta San Nicolás. En esta ciudad sale con sentido sur la RP Nº 65, que deberá tomarse hasta la localidad de 9 de Julio, lugar en el que este camino es interceptado por la RN Nº 5 que nos lleva a Santa Rosa. De ahí se sigue como se indica en el primer párrafo. Otra posibilidad es hacer el recorrido Santa Fe – Córdoba por la RN Nº 19 y seguir desde esta última ciudad como ya se comentó.
Los que parten de Corrientes y Paraná tienen que llegar a Santa Fe como primer paso, para luego seguir el camino ya descrito.
Desde el sur se puede provenir desde las ciudades sobre la costa marítima, en cuyo caso hay que tomar con rumbo norte la RN Nº 3 hasta San Antonio Oeste y desde aquí parte la RP Nº 304, siempre hacia el norte, que luego de transitar 90 kilómetros se “funde” en la RN Nº 250; esta corta en Choel-Choel a la RN Nº 22. En este cruce habrá que transitar hacia el oeste –izquierda- dirigiéndose en forma casi rectilínea a Neuquén capital. Desde las localidades que están sobre la Cordillera hay que arribar por la RN Nº 40 hasta que la corta la RN Nº 258 que va a El Bolsón y sigue hasta San Carlos de Bariloche. A continuación se indican las distancias en kilómetros desde el lugar de destino hasta algunas localidades importantes:
Bahia Blanca 1076 km ; Buenos Aires 1640 km ; Cipolletti 421 km; Comodoro Rivadavia 868 km; El Bolson 131 km; Esquel 300 km; General Roca 416 km; Neuquén 416 km; Piedra del Aguila 185 km; Puerto Montt 390 km; Rawson 894 km; Rio Gallegos 1667 km; San Martin de los Andes 158 km ( por Paso de Córdoba); San Martin de los Andes 190 km (por siete lagos); Santa Rosa 1011 km ;Trelew 860 km: Viedma 845 km y Villa La Angostura 83 km.
Contacto
Dirección postal o para consultas en el lugar:
Municipalidad de San Carlos de Bariloche, Centro Cívico (8400) San Carlos de Bariloche, Río Negro. Teléfonos: (02944) 42-2695 ó 42-5127 ó 42-6499.
Dirección en Internet: www.municipalidadbrc.gov.ar
Problemas de conservación
Un problema que puede calificarse de regional, es el de las especies exóticas que han invadido la tierra y los lagos. En efecto, la siembra de salmones en estas latitudes sucede desde hace mucho tiempo y continúa hasta la actualidad, al punto que este es un hecho aceptado casi mayoritariamente y pocos se cuestionan el tema del impacto ecológico negativo que produce. La fauna terrestre cuenta con mamíferos como el visón (Mustela vison) – visto en la Isla huemul- y algunas especies de aves del grupo de los faisanes.
También posee flora exótica además de la mencionada fauna.
El Plan de Manejo aún no se ha implementado cabalmente y esto resulta imprescindible para el buen funcionamiento del área. La situación de insularidad es probable que haya influido en la buena conservación de los bosques araucanos.
La actividad turística puede ser perjudicial si no se mantiene a niveles de carga aceptables para la reducida unidad de conservación.
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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez
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