Parque Muttio

Reserva Natural - Entre Ríos
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

Área Natural Protegida Municipal
Las Piedras (Parque Muttio)

Categoría
Paisaje Protegido. La Ley Provincial N† 8.967 de la provincia de Entre Ríos que crea el Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas dice en su artículo N† 24 que serán considerados Paisajes Protegidos aquellas zonas naturales o modificadas, que presenten panoramas atractivos, aprovechados por el hombre para esparcimiento y turismo (costas de ríos, de rutas, zonas periurbanas) o aquellos paisajes que por ser el resultado de la interacción del hombre y de la naturaleza reflejan manifestaciones culturales específicas (modalidad del uso de la tierra, costumbres, organización social, infraestructura o construcciones típicas).

Ubicación
El área está ubicada en el centro-oeste de la provincia de Entre Ríos, en el departamento Paraná, sobre la ribera del río homónimo desde el sur del paraje conocido como Bajada Grande hasta el noroeste del Departamento Diamante. Las coordenadas donde se sitúa esta unidad de conservación son 31† 40’ Lat. Sur y 60† 30’ Long. O.

Superficie
La zona protegida se extiende a lo largo de 7 hectáreas que ocupan las márgenes del río Paraná.

Fecha e instrumento legal de creación
Originariamente la Ordenanza N† 7.027 del 2 de septiembre de 1987 creó bajo el nombre de Área Natural Protegida Las Piedras el espacio similar al que ocupa hoy el área prospectada que fue creada por la Ordenanza Municipal N† 7.348 del Departamento de Paraná, la que derogó la legislación mencionada en primer término.RelieveEl área natural que describimos se extiende por las costas del Paraná, sobre un sector de barranca, que luego de épocas de lluvias intensas y de creciente fundamentalmente, deja al descubierto una serie de bañados y aguadas de distintas formas y tamaños.
El paisaje actual fue modificándose a partir de depósitos sedimentarios acumulados durante distintas condiciones geológicas. Así se formaron en un momento limos, loess y bancos calcáreos que datan del período denominado Entrerriense, caracterizado por una gran ingresión marina. En cuanto al sustrato profundo está constituido por rocas muy antiguas, incluso precámbricas, recubiertas por coladas basálticas. Estas estructuras fueron modificadas por el movimiento que dio origen a los Andes y que creó extensas líneas de falla y modificó otras por donde corren el arroyo Nogoyá, el río Gualeguay y el Gualeguaychú que corren en un sentido aproximado norte-sur. También este plegamiento andino dio lugar a la formación de dos líneas de cuchillas o lomadas que atraviesan al provincia longitudinalmente en sentido sudoeste-noreste que llevan el nombre de cuchilla de Montiel, la occidental, y cuchilla Grande la ubicada al este. Ambas se fusionan en el norte y penetran con escasa altura en el sur del territorio correntino. Otra consecuencia de los movimientos tectónicos es el conocido fenómeno de la diferencia entre las costa entrerriana del río Paraná con altísimas barrancas y la santafesina totalmente llana. Entre estas barrancas y el río Paraná se desarrolla la región con bañados y selvas en galería cuya preservación dio motivo al establecimiento de esta zona amparada legalmente. Los suelos de esta zona son Molisoles , caracterizados por ser suelos muy dinámicos con horizonte superficial de variado espesor y elevado porcentaje de arcilla, que se extienden en una franja paralela a la costa del río Paraná, ocupando cerca del 20 % de la superficie provincial (Jozami y Muñoz, 1984).

Hidrografía
El río que afecta en forma absoluta el área analizada es el Paraná, integrante de la inmensa Cuenca del Plata. Es uno de los ríos más largos del continente americano si se toma en cuenta el tramo en territorio brasileño en el que pasa a denominarse Paranaiba, con una longitud de 1.200 kilómetros. Si a este tramo se le suma el de 2.570 kilómetros que recorre desde que forma un solo cauce por la unión de los ríos Paraniba y Grande hasta su desembocadura en el Plata su longitud asciende a 3.740 km.
Según su recorrido recibe el nombre de Alto Paraná, en sus comienzos en territorio brasileño hasta el norte de Argentina, trayecto en el que está altamente influenciado por un clima tropical, con precipitaciones concentradas en los meses de verano, que establecen el régimen del río en todo su recorrido. Para dar una idea cabal del influjo pluviométrico que recibe en la zona de la alta cuenca, en la Serra do Mar, se menciona que hay lugares donde las precipitaciones superan los 4.000 mm. anuales. Las condiciones que presenta en este tramo, con importantes desniveles y anchos variables – desde los 800 m. en la Garganta de Jupiá hasta 4.000 m. en un remanso que precede a los Saltos Guayrá – lo hace apto para generar energía eléctrica por medio de la construcción de represas, lo que en territorio brasileño ya fue concretado con grandes represas cuya alteración ambiental es incuestionable. El Área Protegida “Las Piedras” se encuentra en el tramo que recibe por nombre Paraná Medio, que transcurre entre la confluencia con el río Paraguay y las inmediaciones de Diamante. En este lugar el lecho del río es más estrecho que en el último tramo - lo que facilita que provoque inundaciones cuando hay crecientes - y aparecen islas que son el comienzo del delta que forma el Paraná en su desembocadura en el Plata. El lecho tiene escasa profundidad y recibe pocos afluentes, los más importantes provienen del territorio correntino como es el caso de los ríos Santa Lucía, Corrientes y Guayquiraró, este último constituye el límite entre las provincias de Corrientes y Entre Ríos. En esta parte es importante señalar que el río ejerce una importante erosión sobre la margen alta, debida a la necesidad de expansión que experimenta el Paraná debido a la casi permanente formación de islas deltaicas.

Clima
Según la clasificación de climas confeccionada por Daus y García Gache, la provincia de Entre Ríos posee dos grandes unidades climáticas: la región norte – desde los 31† 30’ aproximadamente – que posee un clima Subtropical sin estación seca y el resto del territorio con un clima Templado pampeano. El mencionado en primer término se caracteriza principalmente por poseer:
- una temperatura media anual cercana a los 20† C.
- precipitaciones abundantes repartidas en todo el año, que van desde los 1.700 mm. anuales(en la provincia de Misiones), hasta los 1.000 mm. en las zonas más secas.
- heladas poco frecuentes.
- escasa amplitud térmica.
- predominio de los vientos norte, noreste y este.

El clima subtropical está influido preponderantemente por las masas de aire provenientes del Anticiclón del Atlántico sur. Este ingresa como viento del noreste aumentando en el verano sus efectos por el desplazamiento hacia el sur del anticiclón y por la atracción que ejerce sobre éste la depresión continental del noroeste que facilita su ingreso al centro del territorio argentino. Este clima genera biomas de selva, bosques y sabanas subtropicales.

El clima templado pampeano presenta los siguientes caracteres:
- precipitaciones que oscilan entre los 1.200 y 900 mm. anuales con un mayor índice pluviométrico en los meses de verano, el que disminuye de este a oeste.
- la temperatura media anual se sitúa en los 15† C. aproximadamente.
- amplitud térmica moderada.
- heladas frecuentes.
- los vientos predominantes son del sector norte y noreste.

Esta región libre de elevaciones orográficas sufre una importante influencia de los vientos húmedos del anticiclón del Atlántico sur y de los vientos secos y refrigerantes del sudoeste, causantes de cambios bruscos de temperatura. Después de un largo predominio del viento cálido del norte, es común que aparezca el viento pampero, provocando lluvias y marcado descenso de la temperatura. La sudestada, en cambio, con aire frío saturado de humedad da lugar a muchos días consecutivos de lluvia y cielo cubierto, con una temperatura estable.
El clima del Delta paranaense, que podría tener alguna influencia en la zona analizada, tiene caracteres únicos debido a la influencia moderada sobre la temperatura que ejercen los abundantes espejos de agua, cuya evaporación aumenta sensiblemente la humedad y, en menor medida, la temperatura. El principal bioma que se forma bajo la influencia del clima templado pampeano es el pastizal pampeano, que ha sido altamente degradado por la explotación agropecuaria.

Flora
Durante muchos años diversos intentos de ordenar la cobertura vegetal de la superficie de nuestro país en regiones fitogeográficas, dieron lugar a distintos sistemas de clasificación entre los que se destacan por su valor y la trayectoria de sus autores el ideado por Holmberg (1.898), Hauman (1920, 1931), Frenguelli (1941), Castellanos y Pérez Moreau (1945), Parodi (1945,1964) y , uno de los que más perduró, Cabrera (1951,1953,1958,1971 y 1976). Más recientemente Burkart,A.N, Bárbaro,N. ,Sánchez,R. y D. Gómez (1999) , dentro de lo que se denominó Programa Institucional Ambiental , elaboraron una división en eco-regiones del territorio argentino algo similar al trabajo de Cabrera, incluyendo algunas unidades de clasificación que se ajustan más a la realidad de los biomas de la región. Para la provincia de Entre Ríos, donde se sitúa el Área Natural Protegida Municipal “Las Piedras”(Parque Muttio), es muy adecuada la clasificación fitogeográfica realizada por Jozami y Muñoz (1984). Los autores dividen a la provincia de Entre Ríos en tres regiones:
- Distrito de Montiel : es una amplia zona situada en centro-norte de la provincia en la que predomina el monte semixerófilo con la presencia de especies como el algarrobo negro (Prosopis nigra), chañar (Geoffroea decorticans), sombra de toro(Jodina rhombifolia) y muchas otras especies arbóreas y arbustivas más.
- Distrito de la Selva en Galería : es una formación vegetal que ocupa las márgenes de los ríos y arroyos de gran parte de la provincia y que está conformada por muchas especies de la flora de Misiones, de la cual los cursos de agua se convierten en distribuidores de las semillas.
- Distrito de la Pradera Pampeana : es una extensa zona donde predominan los pastizales y decrece el número de plantas leñosas sensiblemente. En Entre Ríos esta región ocupa una franja que corre por el este y ocupa también espacios del sudoeste.
El área prospectada se sitúa en el distrito de selvas en galería en el cual se encuentran especies como el ceibo (Eritrina crista-galli), cuya flor se la declaró Flor Nacional por su representatividad en muchos ambientes del territorio argentino y por su belleza, el timbó (Enterolobium contortisiliquun), el aliso de río ( Tessaria integrifolia),
el canelón o caá-pororó en lengua guaraní (Myrsine parvula) y otras especies menos conspicuas.
También hay un sector de monte semixerófilo, que pertenecería al distrito de Montiel, con especies como el algarrobo negro (Prosopis nigra), el espinillo (Acacia caven) lagarrobilla), el chañar (Geoffroea decorticans), el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco), el ñandubay árbol muy común en la provincia de Entre Ríos y la palma caranday (Trithirinax campestris), también llamada carandilla que con su porte pequeño alberga nidos de aves y avispas y es muy conspicua en la denominada selva de Montiel donde convive con la yatay (Butia yatay). Dando el alto grado de humedad que se concentra en el área por la proximidad del Paraná crecen epífitas, enredaderas, bromeliáceas, algunos helechos y muchas plantas acuáticas como el camalote (Eichhornia sp.), pajonales, juncales y carrizales en los bañados que se forman en el lugar por lo que se la conoce como la zona de los anegadizos.

Fauna
Se reitera, lo ya expresado en el desarrollo de otras áreas, que por la inmensa cantidad de especies que presenta la fauna invertebrada, generalmente se carece de estudios de campo del mencionado grupo lo que nos obliga a desarrollar sólo aspectos vinculados con la fauna vertebrada.
En 1997 un trabajo de recopilación realizado por N.Muzzachiodi permitió determinar la presencia de al menos 90 especies de aves, en las escasas 7 ha. de superficie que posee el Parque. Las aves acuáticas poseen varias especies que merodean los bañados y las costas del río Paraná como el macá común (Podiceps rolland), el biguá (Phalacrocorax olivaceus), la garza mora (Ardea cocoi), el chiflón (Syrigma sibilatrix), las dos garzas blancas (Egretta alba) de mayor tamaño y (Egretta thula) más pequeña. Las gaviotas con sus tres especies más conspicuas, no están ausentes al menos en sus vuelos sobre el cauce del río lo mismo que el gaviotín conocido vulgarmente como atí (Phaetusa simplex) Entre las cigüeñas se destaca la común o americana (Ciconia maguari), muy abundante en gran parte del territorio argentino y entre los treskiornítidos se observa el cuervillo de cañada (Plegadis chihi). Los anátidos muestran varios miembros de su familia como el pato sirirí o sirirí pampa (Dendrocygna viduata), el pato maicero(Anas georgica) y el barcino (Anas flavirostris). Entre las rapaces se observan integrantes de la familia Accipitridae como, entre otros, el caracolero (Rosthramus sociabilis), y de la familia Falconidae está presente el conspicuo chimango (Milvago chimango), el halconcito colorado (Falco sparverius) y algunas más.
Las lechuzas, familia Strigidae, nos muestran al alicuco común (Otus choliba) y los colibríes, carpinteros, dendrocoláptidos- conocidos con los nombres comunes de picapalos y chincheros, principalmente-, los martín pescador son grupos que están presentes en el área con más de una especie. Las familias con más miembros poseen varias especies cada una de ellas que integran el inventario avícola de “Las Piedras”. Estas son: los tiránidos, embezirídos, fringílidos y furnáridos. No se ha observado en el área analizada hornifauna de valor especial por su escasez o con cierto grado de amenaza.
La mastofauna del área natural protegida es escasa por la reducida superficie de la misma. Hay más de una especie de micromamíferos como roedores de la familia Muridae, Caviidae y murciélagos de la familia Phyllostomidae. Dentro del orden de los Didelphimorphia está presente la comadreja overa o común (Didelphys albiventris) y el coipo o “nutria”(Myocastor coypus) . El carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris) y el lobito de río(Lontra longicaudis), que se lo considera En peligro e integra el apéndice I de la CITES, son de presencia ocasional.
La herpetofauna está escasamente representada en esta franja costera sobre el río Paraná. De los iguánidos – orden Squamata – se estima probable la presencia de Anisolepis undulatus y entre los ofidios se puede nombrar a la llamada víbora de dos cabezas (Anops kingi), la víbora de cristal (Ophiodes sp.) y algunas especies de la familia Colubridae.
De la batracofauna cabe mencionar al sapo común (Bufo arenarum), a la conspicua Leptodactylus ocellatus y la ranita trepadora (Hyla nana) que pone los huevos en forma de racimos adheridos a plantas acuáticas, mostrando cierta preferencia por las totoras.
La ictiofauna es sumamente rica por cuanto el río Paraná es huésped de un alto porcentaje de todas las especies de peces que tiene la gran cuenca del Plata, por lo que hay representantes de muchos Ordenes con varias Familias cada uno, cuya nómina pormenorizada haría tediosa la lectura del texto.

Recursos culturales
Desde tiempos muy remotos, aproximadamente 10.000 años, el territorio entrerriano estuvo habitado por el hombre. Este provino, muy probablemente, de la región del Amazonas, del litoral brasileño y de la región pampeana (Bourlot,R.,Cabrera,M.y M.Pandiani, 2001). La historia de estos grupos es poco conocida porque sólo poseemos para estudiar esa etapa los restos arqueológicos, muchas veces fragmentarios. En el Área Natural Protegida Municipal “Las Piedras” s e han encontrado restos arqueológicos de distinto tipo lo que le confieren a la unidad de conservación un valor cultural que se suma al de los recursos naturales.
En el siglo XVI, ya con los primeros testimonios de los españoles, sabemos que en ambas márgenes del Paraná, en la latitudes que corresponden a la provincia de Entre Ríos, habitaban los chanáes que, junto con otras siete entidades, forman lo que la etnología denominó Grupo del Litoral que, al decir de Canals Frau (1986), constituyen una unidad superior claramente diferenciada de las demás circundantes.
Se dedicaban a la pesca en mayor medida que a la caza y poseían una agricultura rudimentaria. Para la primera actividad fabricaban redes y utilizaban canoas monóxidas- hechas con un solo tronco ahuecado- y para la caza usaban el arco y la flecha, siendo sus principales presas el coipo, la vizcacha y los ciervos. Se destacaron en la confección de cerámicas, tarea que realizaban en mayor medida las mujeres, de donde proviene el nombre de ribereños plásticos que algunos autores le asignan.
Opondrán tenaz resistencia al avance de los conquistadores españoles por lo se generaron varias expediciones militares, siendo la última la realizada en 1749, que confina a los charrúas en la Banda Oriental y los minuanes son trasladados a Cayastá, quedando a partir de entonces el territorio de la actual provincia de Entre Ríos prácticamente sin poblaciones aborígenes (Bosch,B. 1975).

Alternativas turísticas
Las posibilidades recreativas que ofrece el área analizada se limitan a la observación de la naturaleza en todos sus facetas. La práctica del tan difundido avistaje de aves encuentra en esta reserva un lugar bastante adecuado por la posibilidad de ver en un reducido espacio - evitando los grandes desplazamientos que generalmente realizan los amantes de esta actividad - una significativa variedad de especies. La existencia de bañados es fundamental para posibilitar el avistaje de aves de porte grande como las garzas, patos, gallaretas, mirasoles y otras más que frecuentan casi con exclusividad este tipo de ambientes, a lo cual contribuye mucho, en este caso particular, la presencia del río Paraná. La fotografía de naturaleza, es una de las variantes de este arte, que también encuentra en este lugar muchas posibilidades, máxime si se va provisto de un “avistadero” portátil que muchos aficionados confeccionan con un trozo de lona de color adecuado provisto de cuerdas para sujetarlo a los troncos o ramas en el lugar elegido. También se está comenzando a ver simpatizantes de la flora que provistos de bibliografía o folletos tienen como meta identificar las especies botánicas.

Cómo llegar
Ubicada en el sur del paraje llamado Bajada Grande próximo a la ciudad de Paraná, el Área Natural Protegida se extiende a lo largo de las costa del Paraná en un tramo relativamente corto. A la Capital provincial se arriba fácilmente desde distintos puntos cardinales. Los que previenen del centro-oeste del país deberán tener como primera meta la ciudad de Santa Fe y desde ésta recorren sólo unos treinta kilómetros cruzando por el Túnel Subfluvial Hernandarias para llegar a Paraná. Los carteles indicadores del camino hacia el túnel subfluvial desde Santa Fe son suficientemente claros y visibles.
Para los que se aproximan desde Buenos Aires deben tomar la Ruta Panamerica (N†9) hasta Zárate y a partir de esta localidad los carteles indican la salida hacia Entre Ríos-Uruguay , que los conduce al cruce del Complejo Ferrovial Unión Nacional ( más conocido como Zárate-Brazo Largo) luego del cual se toma la Ruta Nacional 12 hasta Gualeguay y luego se sigue por la R.N.11. Desde el norte también se deberá tener como primera meta la ciudad de Santa Fe.

Problemas de conservación
La caza furtiva continúa azotando el área protegida pese a su calidad de tal. Pero sin lugar a dudas el problema de conservación más serio que la afecta es su reducido tamaño. Es difícil sustentar en el tiempo poblaciones de fauna si no existe intercambio genético logrado a través del cruzamiento con animales de otras poblaciones. La inclusión de todas las zonas aledañas posibles que conserven su ambiente en buen estado de conservación resulta, en este caso particular, imprescindible. No sólo la insularidad afecta seriamente a la reserva, sino que también la carencia de zonas de amortiguamiento conspiran contra su sustentabilidad. La acción deteriorante del ambiente que ejercen las actividades humanas próximas a una reserva natural es casi imposible de evitar, de ahí que los especialistas desde hace mucho tiempo programen en el diseño de una unidad de conservación las llamadas zonas “buffer” o de amortiguación como algo prioritario. En “Las Piedras” hay dos ventajas respecto a como resolver este problema: en primer lugar las zonas circundantes no están demasiado alteradas y en segundo término el ancho río Paraná, que es el límite de la reserva en uno de sus puntos cardinales, cumple en alguna medida el rol de amortiguar y el de permitir el ingreso de fauna y semillas vegetales que enriquezcan la flora, disminuyendo los perjuicios del aislamiento.


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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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