EDICION
PROVISORIA
- EN PROCESO
DE DIAGRAMACION
Reserva
Natural
Escuela
Justo
José
de Urquiza
Provincia
de Entre
Ríos
Categoría
Se le
asignó
la categoría
de reserva
de uso
múltiple
. Ello
se aplica
a áreas
con cierto
grado
de transformación
en su
condición
natural,
en las
que trata
de compatibilizarse
las actividades
productivas
del hombre
con los
recursos
naturales
que posea
el lugar.
Se permite
la explotación
sustentable
de productos
de la
fauna
y la flora
autóctonas
protegiendo
ciertas
especies,
previendo
zonas
diferenciadas
en función
del grado
de artifialización
que se
admite.
Pueden
considerarse
en esta
categoría
áreas
degradadas,
con la
finalidad
de restablecerlas.
Según
consta
en la
normativa
vigente
la administración
de éstas
áreas
deberá
establecer
planes
y medidas
de ordenamiento
tendientes
a obtener
una explotación
sustentable
de productos
de la
fauna
y la flora
autóctonas
, en el
marco
de un
enfoque
conservativo
para determinadas
especies
y comunidades
nativas,
previendo
la existencia
de zonas
diferenciadas
en función
del grado
de artificialización
que se
admita.
Ubicación
En el
Departamento
Villaguay,
a 6 kilómetros
de la
ciudad
del mismo
nombre.
Superficie
La Reserva
Natural
“Escuela
Justo
José
de Urquiza”
posee
una superficie
de 16
hectáreas.
Fecha
e instrumento
legal
de creación
La creación
de esta
reserva
surge
de la
Resolución
N°
23/92
de la
Dirección
de Fauna
y Flora.
Relieve
La superficie
de la
Reserva
Natural
“Escuela
Justo
José
de Urquiza”
no presenta
caracteres
destacables
en la
conformación
de su
relieve,
sólo
que presenta
un sector
levemente
deprimido
anegadizo.
La provincia
de Entre
Ríos
es una
llanura
ondulada
surcada
por cientos
de cursos
de agua
cuya unidad
se interrumpe
en dos
sectores:
al sur
donde
las pequeñas
elevaciones
finalizan
repentinamente
cambiando
el ambiente
semielevado
por una
zona deprimida
y anegadiza
que no
alcanza
a drenar
lo suficiente
por la
gran cantidad
de arroyos
que vierten
sus aguas
hacia
los ríos
Paraná
y Uruguay.
Al noroeste
ocurre
algo similar
al bajar
el nivel
del suelo
hacia
lo que
se conoce
como el
Bajo del
Yacaré.
Se puede
referir
una tercera
alteración
geomorfológica,
menos
insinuada
que las
anteriores,
que son
las terrazas
fluviales
del sector
norte
del río
Uruguay,
hoy poco
visibles
por efecto
de la
represa
de Salto
Grande.
El plegamiento
andino
tuvo influencia
en el
territorio
de Entre
Ríos
creando
líneas
de falla
y reactivó
otras
por donde
corren
los ríos
de disposición
longitudinal
como el
Gualeguaychú,
el Gualeguay
y el arroyo
Nogoyá.
Así
la zona
quedó
fracturada
en bloques
marcados
por las
lomadas
Grande
y de Montiel
que se
extienden
de norte
a sur
la primera
y de noreste
a sureste
la segunda,
ocupando
los espacios
entre
los mencionados
ríos
de curso
longitudinal.
Poco más
al norte
del paralelo
32† S.
la Lomada
Grande
se bifurca,
continuando
en forma
paralela
su recorrido
hacia
el sur,
llegando
el ala
este hasta
aproximadamente
el paralelo
33† S.
y ocupa
el espacio
que media
entre
el río
Gualeguaychú
y el Uruguay.
De acuerdo
a la clasificación
en órdenes
de suelos
realizada
por Tasi,
H. (1981)
la provincia
de Entre
Ríos
posee
cinco
tipos:
Molisoles
en los
departamentos
de La
Paz, Paraná,
Diamante,
Nogoyá,
Victoria
y Gualeguay,
en una
ancha
franja
paralela
al río
Paraná
que representa
aproximadamente
el 20%
del territorio
provincial;
Vertisoles
son los
que ocupan
mayor
parte
del territorio
provincial
- casi
el 35%
- y su
distribución
alcanza
parte
de los
departamentos
de Federación,
Feliciano
Federal,
La Paz,
Tala,
Concepción
del Uruguay,
Concordia,
Colón,
Nogoyá,
Villaguay,
Gualeguaychú
y Gualeguay.
Los Alfisoles
ocupan
sólo
un 11%
de la
superficie
y se los
encuentra
en zonas
elevadas
y onduladas
de los
departamentos
de Feliciano,
Federal,
La Paz,
Paraná,
Tala y
Villaguay.
Los Entisoles
se encuentran
en el
noreste,
en una
franja
de distinto
ancho
más
o menos
paralela
al río
Uruguay.
Estos
suelos
afectan
sectores
de los
departamentos
de Federación,
Concordia,
Colón
y Concepción
del Uruguay.
Y, por
último,
la zona
del Delta
- departamento
Islas
de Ibicuy
íntegramente,
sur del
Gualeguay
y Gualeguaychú
–
que son
una mezcla
de Entisoles
e Inceptisoles
y abarcan
un 20,5
% de la
Provincia.
Hidrografía
La reserva
prospectada
está
bajo influencia
de la
cuenca
del río
Gualeguay,
el principal
río
interior
de la
provincia
de Entre
Ríos.
Este nace
en la
lomada
Grande
en el
departamento
Federación
y tras
recorrer
486 kilómetros
desagua
en el
Paraná
Pavón.
Su curso
superior
es angosto
ensanchándose
hacia
la altura
del departamento
de Tala
y llega
a tener
un ancho
de 300
metros
en el
departamento
del mismo
nombre.
Su cauce
se alimenta
principalmente
de lluvias
y en la
parte
sur forma
numerosos
meandros.
Cerca
de la
Reserva
que analizamos
desaguan
en él
dos arroyos:
el Vergara
y el Villaguay.
En términos
generales
la provincia
de Entre
Ríos,
como claramente
lo expresa
su nombre
, está
enmarcada
por dos
importantes
ríos:
el Uruguay
y el Paraná.
Además
posee
una gran
red hidrográfica
generada
por su
clima
interactuando
con el
relieve
y el sustrato,
lo que
constituye
una destacable
característica
del territorio
entrerriano.
El primero
de los
grandes
ríos
mencionados
posee
una cuenca
imbrífera
que alcanza
los 440.000
km2 de
los cuales
más
de 70.000
pertenecen
al territorio
argentino
y la longitud
llega
a los
1612 km.,
transportando
un volumen
medio
de unos
4.700
m3 por
segundo.
Su nombre
deriva
de la
lengua
guaraní
y significa
río
de los
pájaros
( aunque
hay otras
interpretaciones).
Nace en
el Brasil
en las
Sierras
Do Mar
y Geral
a menos
de 100
km. del
Atlántico
y junto
al río
Paraná,
en su
desembocadura,
forman
el Río
de La
Plata.
Enseguida
de ingresar
al territorio
argentino,
en la
provincia
de Misiones,
forma
los famosos
Saltos
de Moconá
y muchos
arroyos
que parten
de las
sierras
de Misiones
y del
Imán
vierten
sus aguas,
aumentando
así
su caudal.
En su
paso por
la provincia
de Corrientes
recibe
el aporte
de importantes
ríos
como el
Aguapey,
Miriñay
y Mocoretá
y en su
transcurso
por Entre
Ríos
forma
un salto
conocido
con el
nombre
de “Salto
Grande”
que dio
origen
a la construcción
de la
gran represa
del mismo
nombre,
una obra
de ingeniería
seriamente
cuestionada
por su
impacto
ecológico
negativo.
El Uruguay
en el
sector
que atraviesa
la provincia
de Entre
Ríos
posee
pocos
tributarios
y sus
cursos
son relativamente
cortos
dispuestos
paralelamente
como el
Chajarí,
el Gualeguaycito,
el Ayuí,
el Yuquerí,
el Yeruá
Grande
y el Palmar,
entre
varios
más.
Luego,
en su
recorrido
hacia
el sur,
va aumentado
su ancho
hasta
alcanzar
los 2.800
metros
en Concepción
del Uruguay,
aunque
el máximo
en su
recorrido
llega
a los
5.000
metros.
El nivel
aumenta
en los
meses
de mayo
a octubre
descendiendo
notoriamente
entre
noviembre
y abril.
Uno de
los afluentes
importantes
que tiene
en el
sur de
la provincia
es el
río
Gualeguaychú
que nace
en el
departamento
Colón,
en la
Lomada
Grande,
y discurre
hacia
el sur
recorriendo
unos 120
kilómetros,
en un
cauce
sinuoso
típico
de los
ríos
de llanura.
Sus afluentes
principales
son los
arroyos
del Sauce,
Capilla,
Santa
Rosa,
Gená,
Las Piedras
y Gualeyán,
entre
otros.
El caudal
del Gualeguaychú
depende
en gran
medida
de las
lluvias,
de la
altitud
del río
Uruguay
y de los
vientos
del sudeste
que hacen
crecer
notoriamente
su nivel.
El otro
gran río
que presenta
la hidrografía
entrerriana
es el
Paraná,
que constituye
el límite
provincial
oeste
e integra
también
la inmensa
Cuenca
del Plata.
Es uno
de los
ríos
más
largos
del continente
americano
si se
toma en
cuenta
el tramo
en territorio
brasileño
en el
que pasa
a denominarse
Paranaiba,
con una
longitud
de 1.200
kilómetros.
Si a este
tramo
se le
suma el
de 2.570
kilómetros
que recorre
desde
que forma
un solo
cauce
por la
unión
de los
ríos
Paraniba
y Grande
hasta
su desembocadura
en el
Plata
su longitud
asciende
a 3.740
km.
Según
su recorrido
recibe
el nombre
de Alto
Paraná,
en sus
comienzos
en territorio
brasileño
hasta
el norte
de Argentina,
trayecto
en el
que está
altamente
influenciado
por un
clima
tropical,
con precipitaciones
concentradas
en los
meses
de verano,
que establecen
el régimen
del río
en todo
su recorrido.
Para dar
una idea
cabal
del influjo
pluviométrico
que recibe
en la
zona de
la alta
cuenca,
en la
Serra
do Mar,
se menciona
que hay
lugares
donde
las precipitaciones
superan
los 4.000
mm. anuales.
Las condiciones
que presenta
en este
tramo,
con importantes
desniveles
y anchos
variables
–
desde
los 800
m. en
la Garganta
de Jupiá
hasta
4.000
m. en
un remanso
que precede
a los
Saltos
Guayrá
–
lo hace
apto para
generar
energía
eléctrica
por medio
de la
construcción
de represas,
lo que
en territorio
brasileño
ya fue
concretado
con grandes
represas
cuya alteración
ambiental
es incuestionable.
El tramo
que recibe
por nombre
Paraná
Medio
transcurre
entre
la confluencia
con el
río
Paraguay
y las
inmediaciones
de Diamante.
El lecho
tiene
escasa
profundidad
y recibe
pocos
afluentes,
los más
importantes
provienen
del territorio
correntino
como los
ríos
Santa
Lucía,
Corrientes
y Guayquiraró,
este último
constituye
el límite
entre
las provincias
de Corrientes
y Entre
Ríos.
En este
lugar
el lecho
del río
es más
estrecho
que en
el último
tramo
- lo que
facilita
que provoque
inundaciones
cuando
hay crecientes
- y aparecen
islas
que son
el comienzo
del delta
que forma
el Paraná
en su
desembocadura
en el
Plata.
Los afluentes
del Paraná
en la
parte
entrerriana
se encauzan
en dos
rumbos
principales,
noreste-suroeste
y norte-sur
con muchos
tributarios
cada uno
de ellos.
Con el
rumbo
señalado
en primer
término
está
el arroyo
Nogoyá
y el río
Gualeguay,
que divide
al territorio
en dos
mitades,
bordeado
al este
por las
Cuchilla
Grande
y al oeste
por la
de Montiel.
En esta
parte
es importante
señalar
que el
río
ejerce
una importante
erosión
sobre
la margen
alta,
debida
a la necesidad
de expansión
que experimenta
el Paraná
debido
a la casi
permanente
formación
de islas
deltaicas.
Clima
En cuanto
al clima
del territorio
entrerriano
se observan
dos grandes
regiones
climáticas
según
Daus y
García
Gache.
Un sector
Norte
con clima
subtropical
sin estación
seca y
otro,
que afecta
al resto
de la
provincia,
con clima
templado
pampeano.
En la
zona centro-oeste
de la
Argentina
se forma
un núcleo
de bajas
presiones
que atrae
los vientos
del Atlántico
de origen
cálido,
provenientes
del noreste
y del
este.
A esto
hay que
agregar
que la
barrera
orográfica
de los
Andes
frena
el anticiclón
del Pacífico
que aporta
aire frío.
Por otra
parte,
al sur
del país
sucede
un fenómeno
casi opuesto:
ingresan
vientos
provenientes
del oeste,
originados
por el
anticiclón
del Pacífico,
que se
dirigen
al norte
y se enfrentan
con el
aire caliente
de ese
sector
formando
un frente
subtropical.
De las
variables
que se
susciten
entre
estos
fenómenos
depende
todo el
clima
del norte
argentino
a partir
del río
Colorado.
De lo
antedicho
surge
que el
régimen
de vientos
de la
Provincia
de Entre
Ríos
se caracteriza
por un
marcado
predominio
de los
que provienen
del sector
Norte,
siguiéndole
en frecuencia
los del
Nordeste
y en tercer
lugar
se ubican
los vientos
de Sur,
seguidos
por los
del Sudeste.
O sea,
que del
sector
oeste
en su
conjunto
soplan
muy pocos
vientos,
y cuando
lo hacen
es en
las estaciones
de invierno
y otoño.
Esto trae
como consecuencia
que hay
una influencia
de corrientes
cálidas
con escasas
incursiones
de vientos
frescos.
La temperatura
media
anual
disminuye
de norte
a sur,
el mes
más
cálido
corresponde
a enero
y el más
frío
es julio.
Las precipitaciones
disminuyen
del noreste
al sudoeste
entre
los 1.200
y los
900 mm.
anuales
aproximadamente
entre
ambos
sectores.
La estación
más
lluviosa
es el
otoño,
con un
porcentaje
cercano
al 31
% de las
lluvias,
seguido
del verano
con sólo
un punto
menos
del porcentual
que corresponde
al otoño;
la estación
más
seca es
el invierno.
Flora
Ángel
Cabrera
en el
año
1976 publica
una de
las clasificaciones
biogeográficas
del territorio
argentino
más
utilizadas
por la
comunidad
científica
y, anteriormente,
en 1953
y 1958,
había
confeccionado
otra –
tal vez
más
precisa
para Entre
Ríos-
según
la cual
la superficie
de ésta
provincia
tendría
tres regiones
fitogeográficas
distintas.
Aproximadamente
la mitad
sur y
una franja
que penetra
por el
este hasta
el extremo
norte
de la
provincia
estaría
ocupada
por la
región
que denomina
provincia
Pampeana.
El resto
del territorio
lo ocupa
la provincia
del Espinal
y la tercera
categorización
es la
zona que
bordea
los dos
colosos
ríos,
el Paraná
y el Uruguay,
y muchos
de sus
tributarios,
donde
se forman
las llamadas
selvas
en galería
que el
citado
autor
denomina
provincia
Subtropical
Oriental
(diferenciándola
así
de la
selva
tucumano-boliviana).
En esta
biorregión
se ubica
el otra
de las
clasificaciones,
en este
caso exclusiva
para Entre
Ríos,
es la
efectuada
por Jozami
y Muñoz
(1982)
que refleja
la realidad
de la
zona con
más
detalle.
Los autores,
no diferenciándose
mucho
de la
sistematización
mencionada
en primer
término,
consideran
tres distritos:
el de
Montiel
, que
ocupa
los departamentos
de La
Paz, Feliciano,
Federal,
gran parte
de Villaguay,
norte
de Nogoyá
y el este
de Paraná;
el de
la Pradera
Pampeana
que ocupa
el resto
de la
Provincia
exceptuando
las márgenes
de todos
los cursos
de los
grandes
ríos
y una
vasta
superficie
en el
extremo
sur que
se incluyen
en el
distrito
de Bosques
en Galería.
La Reserva
Natural
Escuela
Justo
José
de Urquiza
(aunque
en la
práctica
el último
distrito
mencionado
no se
encuentra
presente)
se sitúa
en una
zona de
transición
o ecotono
de los
tres distritos
mencionados
por cuando
el límite
- siempre
más
o menos
difuso-
entre
los distritos
Pradera
Pampeana
y Montiel,
pasa cerca
de área
comentada
y, a su
vez, las
márgenes
del río
Gualeguay
y sus
afluentes
los autores
las señalan
pertenecientes
al distrito
Bosques
en Galería.
El sector
montielero
está
ocupado
preponderantemente
por monte
semixerófilo
con especies
como el
algarrobo
negro
(Prosopis
nigra),
ñandubay
(Prosopis
affinis),
el espinillo
(Acacia
caven),
el quebracho
blanco
(Aspidosperma
quebracho-blanco)
y la palma
caranday
(Trithrinax
campestris),
entre
otros.
La pradera
pampeana
está
ocupada
por una
abundante
variedad
de especies
herbáceas
y en los
bosques
o selvas
en galería
se encuentran
ejemplares
de anacahuita
- en algunos
lugares
también
llaman
horco
molle
a esta
especie-
(Blepharocalyx
salicifolius),
el arrayán,
guayabo
colorado,
palo pelado,
güili
y otros
nombres
más
que se
le asignan
según
las regiones,
es otro
árbol
conspicuo
de estas
selvas
cuyo nombre
científico
es Myrcianthes
cisplatensis
a quien
muchas
veces
acompañan
ejemplares
de el
ingá-pitá
o ingaí
(Inga
uruguensis)
y el azota
caballos
(Luehea
divaricata)
entre
muchos
más.
El predio
que ocupa
el área
natural
estudiada
presenta
un relieve
bajo por
lo que
en parte
se inunda
y forma
vegetación
palustre.
En las
partes
más
elevadas
se observa
predominancia
de especies
del Espinal
o del
distrito
de Montiel,
según
las clasificaciones,
como el
espinillo,
churqui,
aromito
y otros
nombre
vulgares
que recibe
(Acacia
caven),
conocido
por la
inflorescencia
amarilla
muy vistosa.
Este árbol
es muy
característico
del territorio
entrerriano
y tiene
la particularidad
de adaptarse
a zonas
húmedas
a pesar
de ser
una especie
semixerófila.
Otras
especies
conspicuas
son el
ñandubay
(Prosopis
affinis),
también
típico
del territorio
entrerriano
–
más
abundante
en el
noroeste-,
cuyo nombre
común
en guaraní
significa
“comida
de ñandú”,
característico
por su
copa achaparrada,
de porte
pequeño
y considerado
especie
melífera;
el tala
(Celtis
tala)
que se
distribuye
por todo
el noreste,
llegando
en su
distribución
más
austral,
hasta
la bahía
del Samborombón,
sobre
la costa
bonaerense
del río
de la
Plata,
siendo
un árbol
emblemático
en esta
última
provincia
donde
las especies
leñosas
escasean.
Una de
sus mayores
cualidades
es su
fruto,
de color
anaranjado,
muy buscados
por las
aves como
nutriente
y otrora
también
servía
de alimento
para el
hombre.
La cotorra
común
(Myopsitta
monachus)
utiliza
mucho
su copa
para instalar
sus nidos,
por lo
que se
podría
hablar
de un
caso de
mutualismo
en cuanto
a las
relaciones
enterespecíficas
se refiere.
El quebracho
blanco
(Aspidosperma
quebracho-
blanco)
, abundante
en la
zona de
Montiel,
norte
del departamento
La Paz
y en gran
parte
del de
Feliciano,
muy apto
para parquets,
marcos
de aberturas
y para
carbón
vegetal;
los algarrobos
blanco
y negro
–
Prosopis
alba y
P. nigra,
respectivamente-
poseedores
de una
madera
muy valiosa
para la
confección
de muebles
y barriles
principalmente
y, por
último,
entre
las especies
arbóreas
mencionamos
al chañar
(Geoffroea
decorticans),
abundante
en el
norte
de la
Provincia
y su madera
es apta
para cabos
de herramientas
y mueblería.
El estrato
bajo esta
compuesto
por gramíneas
nativas
y especies
forrajeras
sembradas
por el
hombre.
Fauna
De la
bibliografía
obtenida
no se
ha podido
extraer
un listado
sistemático
de los
distintos
grupos
de fauna
vertebrada
que habita
el área
analizada.
En el
trabajo
“Sistema
Provincial
de Áreas
Naturales
Protegidas
de Entre
Ríos
. Avances
y Perspectivas”
(Muzzachiodi
et al.1998)
se menciona
la presencia
de cuises,
ratones,
liebres,
zorros
y comadrejas,
entre
otros.
De acuerdo
a la distribución
y al hábitat
de la
mencionada
fauna
es probable
que se
encuentren
las siguientes
especies
: el cuis
común
(Cavia
aperea)
que se
distribuye
en todo
el litoral
y toda
la región
Pampeana;
de los
ratones,
la familia
Muridae,.
puede
estar
representada
por el
conspicuo
colilargo
menor
(Oligoryzomys
flavescens)
y el ratón
de campo
común
(Akodon
azarae)
cuyo género
incluye
unas 14
especies
en nuestro
país,
muchas
de ellas
de hábitos
no cavadores,
y algunas
especies
más.
La exótica
liebre
europea
(Lepus
europaeus)
es un
habitante
sumamente
común
en gran
parte
del territorio
argentino
y como
toda especie
exótica
produce
un desequilibrio
ecológico
muy grande,
que en
el caso
de la
liebre
se manifiesta
por la
proliferación
desmedida,
ocasionando
serios
perjuicios
a los
cultivos.
El zorro
gris (Lycalopex
gymnocercus)
es el
zorro
de mayor
dispersión
de Argentina,
estando
ausente
sólo
en el
norte
de Misiones,
y el zorrino
común
(Conepatus
chinga)
son de
presencia
muy probable
en la
Reserva.
Lo mismo
ocurre
con la
comadreja
overa
(Didelphys
albiventris)
. Dentro
del grupo
aves hay
especies
muy comunes
de la
zona del
Espinal
como el
espinero
chico
(Phacellodomus
sibilatrix),
otros
furnáridos
como el
hornero
común
(Furnarius
rufus)
y el leñatero
(Anumbius
annumbi),
dendrocoláptidos
como el
chinchero
grande
(Drymornis
bridgesii)
y el chico
(Lepidocolaptes
squamatus).
También
están
presentes
integrantes
de las
gran familia
de los
tiránidos,
entre
los se
puede
nombrar
a la conspicua
tijereta
(Tyrannus
savan),
el benteveo
(Pitangus
sulphuratus),
el suirirí
real (Tyrannus
melancholicus)
o la monjita
blanca
(Xolmis
irupeo),
entre
muchos
otros.
Tampoco
faltan
miembros
de otra
numerosa
familias,
como de
la Emberizidae
con especies
comunes
como el
cardenal
común
(Paroaria
coronata),
el pepitero
gris (Saltator
coerulescens)
y el corbatita
común
(Sporophila
caerulescens).
Entre
los no
paseriformes
son conspicuas
la colorada
(Rhynchotus
refescens),
el inambú
común
(Nothura
maculosa),
el esparvero
común
(Accipiter
bicolor),
el taguató
común
(Buteo
magnirostris)
y otras
especies
de los
llamados
carpinteros-
familia
Picidae-,
picaflores
–
fam. Trochilidae-,
atajacaminos
- fam.Caprimulgidae-
por sólo
citar
las principales.
Recursos
culturales
En cuanto
a los
primitivos
habitantes
de la
zona recién
en el
siglo
XVIII,
con la
obra monumental
de los
padres
Pauke
y Dobrizhoffer,
se accede
a información
precisa
y completa
sobre
una parte
del universo
aborigen
del Nordeste
Argentino
(Ceruti,
2000).
Después,
con informaciones
parciales
y aisladas
tomadas
de las
crónicas,
se armó
un mapa
de tribus
y subtribus,
resultando
un tapiz
colorido
y estático
que aún
suele
utilizarse,
contribuyendo
a crear
una imagen
estereotipada
y confusa
de nuestra
raíz
indígena
(Ceruti,
2000).
En la
zona mesopotámica
hubo dos
modalidades
culturales
bien diferenciadas:
los pueblos
horticultores,
provenientes
del Amazonas,
que se
desplazaban
a lo largo
de los
grandes
ríos
y los
que ocupaban
las tierras
interiores
sin contacto
con los
cursos
de agua.
Al primer
grupo
pertenecieron
los guaraníes
cuya distribución
más
austral
fueron
las islas
del delta
entrerriano
y los
que conformaban
el segundo
grupo
fueron
los charrúas
que inicialmente
sentaron
base en
el actual
territorio
de la
República
Oriental
del Uruguay
y luego
expandieron
su hábitat
al sur
de Entre
Ríos
(Rex González
y Pérez,
1993).
Ya en
la primera
mitad
del siglo
XVII los
documentos
señalan
charrúas
en las
inmediaciones
de la
Bajada
(Paraná),
pero la
arqueología
no prueba
que estos
territorios
hayan
sido habitados
por ellos
(Serrano,
2000).
Respecto
de las
viviendas
que utilizaban
dice el
padre
Xarque(1687)
que “sus
casas
constan
de unas
esteras,
hechas
de cierto
género
de paja
larga
y ancha
a modo
de espadaña.
Fijan
unas estacas
sobre
la tierra,
y allí
atan las
esteras,
unas por
paredes
y otras
por techo…”
La economía
estaba
basada
esencialmente
de lo
producido
por la
caza.
De los
datos
que se
dispone,
especialmente
por los
hallazgos
en los
yacimientos
arqueológicos,
se comprueba
que los
charrúas
conocían
la alfarería.
Eran polígamos
y la mujer
estaba
inmersa
en una
situación
de semiesclavitud.
Creían
en un
espíritu
del mal
que, al
igual
que los
pampas,
llamaban
gualicho
y gracias
un valioso
escrito
de Villaderbó
que recién
se dio
a conocer
en 1937,
hoy conocemos
algo de
su lengua
(unas
sesenta
voces).
Las poblaciones
charrúas
se ubicaban
en albardones
altos
o en cerros
que ellos
mismos
formaban
para protegerse
de las
inundaciones
(Almeida,
1983).
Alternativas
turísticas
Ubicada
en el
centro
de la
provincia
de Entre
Ríos,
la ciudad
de Santa
Rosa de
Villaguay
posee
atractivos
propios
y se constituye
en el
epicentro
de muchas
posibilidades
turísticas
que ofrece
la zona
central
de la
Provincia.
La plaza
Ramírez
es la
principal
de la
ciudad
y cuenta
con juegos
infantiles
y un importante
anfiteatro
donde
se presenta
una gama
de espectáculos
muy atractiva
a lo largo
del año.
En un
recorrido
por la
planta
urbana
se pueden
apreciar
edificaciones
de gran
valor
histórico
y arquitectónico
como la
Parroquia
Santa
Rosa de
Lima en
la que
se destaca
la imagen
de la
Patrona
de la
ciudad
y la Parroquia
Inmaculada
Concepción
realmente
destacable
por su
diseño.
El Museo
Histórico
Regional,
valioso
en la
visita
desde
su fachada
que posee
la réplica
del Primer
Monumento
a Cristóbal
Colón
en América
del Sur,
junto
con el
Circuito
Histórico,
el Centro
Cultural
Berisso
y las
variadas
esculturas
y monumentos
hacen
imperdible
realizar
un pormenorizado
circuito
ciudadano
. En las
inmediaciones
de la
ciudad
hay balnearios
sobre
el río
Gualeguay
como el
Municipal
a sólo
dos kilómetros
del centro
con óptimas
instalaciones
y el Balneario
La Zoila
a once
kilómetros
de la
ciudad,
sobre
la ruta
N°
18, con
muy buena
infraestructura
y mucho
verde
en su
entorno.
La Reserva
Natural
“Escuela
Justo
José
de Urquiza”
puede
ser visitada
con aviso
previo.
También
hay estancias
cercanas
que ofrecen
la alternativa
del turismo
rural.
A sólo
67 kilómetros
están
las Termas
de Villa
Elisa
- por
la ruta
N°
130 -,
una de
las mejores
que ofrece
la provincia
de Entre
Ríos
. El complejo
termal
presenta
un predio
de 41
hectáreas
con un
lago artificial
donde
se pueden
practicar
actividades
recreativas
náuticas,
extensos
senderos
para realizar
caminatas,
área
de camping
con mesas
y parrillas,
restaurante,
proveeduría,
sanitarios
con duchas
y vestuarios.
También
hay permanentes
servicios
médico
y kinesiológico
y bungalows
con capacidad
para 4
y 5 personas.
Las aguas
fluyen
a una
temperatura
de 41,7°
C. y están
consideradas
de excelente
calidad.
Una vez
encaminados
con rumbo
este,
llegamos
a la Ruta
Nacional
N°
14. Tomando
esta hacia
el norte
luego
de varios
kilómetros
–
más
de 40-
encontramos
el Parque
Nacional
El Palmar
con fabulosos
escenarios
naturales.
Y si en
la intersección
de las
rutas
130 y
14 giramos
a la derecha,
es decir
con rumbo
sur, tras
recorrer
unos 45
kilómetros
aproximadamente,
está
la ciudad
de Concepción
del Uruguay,
que otrora
fuera
capital
provincial
y lo sigue
siendo
desde
el punto
de vista
cultural
y educativo
por contar
con varios
centros
de estudio
que la
convierten
en el
destino
obligado
de muchísimos
jóvenes
entrerrianos
y también
de otras
provincias
que no
tienen
en sus
propias
localidades
de residencia
muchas
opciones
para estudiar.
Muchos
edificios
de esta
urbe reciben
el títuto
de Monumentos
Históricos
Nacionales,
como la
antigua
catedral
en la
descansan
los restos
del General
Urquiza
en una
bóveda
que es
réplica
de la
que se
erigió
en Francia
para Napoleón
Bonaparte.
Concepción
tiene
una bonita
calle
peatonal
con variados
comercios,
restaurantes
y confiterías,
un casino,
varios
museos,
playas
en la
zona conocida
como Banco
Pelay
y un puerto,
que hasta
hace algunas
décadas
era uno
de los
más
importantes
de la
provincia.
Desde
Concepción,
podemos
tomar
al ruta
39 y luego
de recorrer
unos 35
kilómetros
ubicamos
al famoso
Palacio
San José,
residencia
de don
Justo
José
de Urquiza,
construido
con gran
lujo y
detalles
arquitectónicos
que hacen
que sea
una de
las construcciones
en su
género
más
importantes
del país
y que
fuera
declarado
Monumento
Histórico
Nacional.
Una visita
pormenorizada
a esta
reliquia
arquitectónica
y sus
alrededores
(laguna,
jardines
) puede
demandarnos
varias
horas.
Cómo
llegar
La Reserva
Natural
“Escuela
Justo
José
de Urquiza
está
sólo
a 6 kilómetros
de la
ciudad
de Villaguay.
Los que
vienen
del sur
deberán
ingresar
a la provincia
de Entre
Ríos
cruzando
el complejo
Zárate-Brazo
Largo
y circular
por la
Ruta Nacional
12 que
luego
de su
cruce
con la
39 se
desvía
hacia
el oeste
y continúa
el asfalto
con rumbo
norte
pasando
a denominarse
Ruta Provincial
6, que
nos conduce
directo
a la ciudad
de Villaguay.
Desde
el oeste
deberá
tomarse
como punto
de referencia
la ciudad
de Paraná
la que
está
unida
con Villaguay
por la
Ruta Nacional
N°
18. Desde
la ciudad
de La
Paz -
norte
provincial-
la mencionada
ruta 6
une ambas
localidades.
Problemas
de conservación
El área
está
bajo la
vigilancia
de personal
del establecimiento
educativo
y en comparación
con otras
zonas
protegidas
no está
demasiado
expuesta
a la caza
furtiva
por la
cercanía
de la
escuela,
en la
cual gran
parte
del día
hay movimiento
de gente
y a la
noche
hay personal
para vigilancia.
La predación
que pueda
sufrir
por parte
de pobladores
de la
zona recae
más
en la
extracción
de leña
que en
la caza,
que, por
otra parte,
no presenta
presas
muy codiciadas
como se
comenta
en el
ítem
fauna.
En la
región
del centro
de Entre
Ríos
todavía
se observan
algunos
montes
autóctonos
que deben
servir
de aliciente
a organizaciones
no gubernamentales
y autoridades
de la
provincia
para poner
en marcha
una red
de pequeñas
áreas
protegidas
de ámbito
privado
de forma
que en
conjunto
sumen
muchas
hectáreas
de hábitat
adecuados
para la
conservación
de las
especies
nativas.
Es importante
destacar
la función
educativa
que cumple
este relicto
de monte
natural
al ser
frecuentado
por los
alumnos
del establecimiento
que en
distintas
materias
realizan
trabajos
relacionados
con el
área
protegida.
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Gabriel
Omar Rodríguez
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