Escuela Urquiza

Reserva de Uso Múltiple - Entre Ríos
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

Reserva Natural
Escuela Justo José de Urquiza
Provincia de Entre Ríos


Categoría
Se le asignó la categoría de reserva de uso múltiple . Ello se aplica a áreas con cierto grado de transformación en su condición natural, en las que trata de compatibilizarse las actividades productivas del hombre con los recursos naturales que posea el lugar. Se permite la explotación sustentable de productos de la fauna y la flora autóctonas protegiendo ciertas especies, previendo zonas diferenciadas en función del grado de artifialización que se admite. Pueden considerarse en esta categoría áreas degradadas, con la finalidad de restablecerlas. Según consta en la normativa vigente la administración de éstas áreas deberá establecer planes y medidas de ordenamiento tendientes a obtener una explotación sustentable de productos de la fauna y la flora autóctonas , en el marco de un enfoque conservativo para determinadas especies y comunidades nativas, previendo la existencia de zonas diferenciadas en función del grado de artificialización que se admita.

Ubicación
En el Departamento Villaguay, a 6 kilómetros de la ciudad del mismo nombre.

Superficie
La Reserva Natural “Escuela Justo José de Urquiza” posee una superficie de 16 hectáreas.

Fecha e instrumento legal de creación
La creación de esta reserva surge de la Resolución N° 23/92 de la Dirección de Fauna y Flora.

Relieve
La superficie de la Reserva Natural “Escuela Justo José de Urquiza” no presenta caracteres destacables en la conformación de su relieve, sólo que presenta un sector levemente deprimido anegadizo. La provincia de Entre Ríos es una llanura ondulada surcada por cientos de cursos de agua cuya unidad se interrumpe en dos sectores: al sur donde las pequeñas elevaciones finalizan repentinamente cambiando el ambiente semielevado por una zona deprimida y anegadiza que no alcanza a drenar lo suficiente por la gran cantidad de arroyos que vierten sus aguas hacia los ríos Paraná y Uruguay. Al noroeste ocurre algo similar al bajar el nivel del suelo hacia lo que se conoce como el Bajo del Yacaré. Se puede referir una tercera alteración geomorfológica, menos insinuada que las anteriores, que son las terrazas fluviales del sector norte del río Uruguay, hoy poco visibles por efecto de la represa de Salto Grande. El plegamiento andino tuvo influencia en el territorio de Entre Ríos creando líneas de falla y reactivó otras por donde corren los ríos de disposición longitudinal como el Gualeguaychú, el Gualeguay y el arroyo Nogoyá. Así la zona quedó fracturada en bloques marcados por las lomadas Grande y de Montiel que se extienden de norte a sur la primera y de noreste a sureste la segunda, ocupando los espacios entre los mencionados ríos de curso longitudinal.
Poco más al norte del paralelo 32† S. la Lomada Grande se bifurca, continuando en forma paralela su recorrido hacia el sur, llegando el ala este hasta aproximadamente el paralelo 33† S. y ocupa el espacio que media entre el río Gualeguaychú y el Uruguay.
De acuerdo a la clasificación en órdenes de suelos realizada por Tasi, H. (1981) la provincia de Entre Ríos posee cinco tipos: Molisoles en los departamentos de La Paz, Paraná, Diamante, Nogoyá, Victoria y Gualeguay, en una ancha franja paralela al río Paraná que representa aproximadamente el 20% del territorio provincial; Vertisoles son los que ocupan mayor parte del territorio provincial - casi el 35% - y su distribución alcanza parte de los departamentos de Federación, Feliciano Federal, La Paz, Tala, Concepción del Uruguay, Concordia, Colón, Nogoyá, Villaguay, Gualeguaychú y Gualeguay. Los Alfisoles ocupan sólo un 11% de la superficie y se los encuentra en zonas elevadas y onduladas de los departamentos de Feliciano, Federal, La Paz, Paraná, Tala y Villaguay. Los Entisoles se encuentran en el noreste, en una franja de distinto ancho más o menos paralela al río Uruguay. Estos suelos afectan sectores de los departamentos de Federación, Concordia, Colón y Concepción del Uruguay. Y, por último, la zona del Delta - departamento Islas de Ibicuy íntegramente, sur del Gualeguay y Gualeguaychú – que son una mezcla de Entisoles e Inceptisoles y abarcan un 20,5 % de la Provincia.

Hidrografía
La reserva prospectada está bajo influencia de la cuenca del río Gualeguay, el principal río interior de la provincia de Entre Ríos. Este nace en la lomada Grande en el departamento Federación y tras recorrer 486 kilómetros desagua en el Paraná Pavón. Su curso superior es angosto ensanchándose hacia la altura del departamento de Tala y llega a tener un ancho de 300 metros en el departamento del mismo nombre. Su cauce se alimenta principalmente de lluvias y en la parte sur forma numerosos meandros. Cerca de la Reserva que analizamos desaguan en él dos arroyos: el Vergara y el Villaguay. En términos generales la provincia de Entre Ríos, como claramente lo expresa su nombre , está enmarcada por dos importantes ríos: el Uruguay y el Paraná. Además posee una gran red hidrográfica generada por su clima interactuando con el relieve y el sustrato, lo que constituye una destacable característica del territorio entrerriano. El primero de los grandes ríos mencionados posee una cuenca imbrífera que alcanza los 440.000 km2 de los cuales más de 70.000 pertenecen al territorio argentino y la longitud llega a los 1612 km., transportando un volumen medio de unos 4.700 m3 por segundo. Su nombre deriva de la lengua guaraní y significa río de los pájaros ( aunque hay otras interpretaciones). Nace en el Brasil en las Sierras Do Mar y Geral a menos de 100 km. del Atlántico y junto al río Paraná, en su desembocadura, forman el Río de La Plata. Enseguida de ingresar al territorio argentino, en la provincia de Misiones, forma los famosos Saltos de Moconá y muchos arroyos que parten de las sierras de Misiones y del Imán vierten sus aguas, aumentando así su caudal.
En su paso por la provincia de Corrientes recibe el aporte de importantes ríos como el Aguapey, Miriñay y Mocoretá y en su transcurso por Entre Ríos forma un salto conocido con el nombre de “Salto Grande” que dio origen a la construcción de la gran represa del mismo nombre, una obra de ingeniería seriamente cuestionada por su impacto ecológico negativo. El Uruguay en el sector que atraviesa la provincia de Entre Ríos posee pocos tributarios y sus cursos son relativamente cortos dispuestos paralelamente como el Chajarí, el Gualeguaycito, el Ayuí, el Yuquerí, el Yeruá Grande y el Palmar, entre varios más. Luego, en su recorrido hacia el sur, va aumentado su ancho hasta alcanzar los 2.800 metros en Concepción del Uruguay, aunque el máximo en su recorrido llega a los 5.000 metros. El nivel aumenta en los meses de mayo a octubre descendiendo notoriamente entre noviembre y abril.
Uno de los afluentes importantes que tiene en el sur de la provincia es el río Gualeguaychú que nace en el departamento Colón, en la Lomada Grande, y discurre hacia el sur recorriendo unos 120 kilómetros, en un cauce sinuoso típico de los ríos de llanura. Sus afluentes principales son los arroyos del Sauce, Capilla, Santa Rosa, Gená, Las Piedras y Gualeyán, entre otros. El caudal del Gualeguaychú depende en gran medida de las lluvias, de la altitud del río Uruguay y de los vientos del sudeste que hacen crecer notoriamente su nivel.
El otro gran río que presenta la hidrografía entrerriana es el Paraná, que constituye el límite provincial oeste e integra también la inmensa Cuenca del Plata. Es uno de los ríos más largos del continente americano si se toma en cuenta el tramo en territorio brasileño en el que pasa a denominarse Paranaiba, con una longitud de 1.200 kilómetros. Si a este tramo se le suma el de 2.570 kilómetros que recorre desde que forma un solo cauce por la unión de los ríos Paraniba y Grande hasta su desembocadura en el Plata su longitud asciende a 3.740 km.
Según su recorrido recibe el nombre de Alto Paraná, en sus comienzos en territorio brasileño hasta el norte de Argentina, trayecto en el que está altamente influenciado por un clima tropical, con precipitaciones concentradas en los meses de verano, que establecen el régimen del río en todo su recorrido. Para dar una idea cabal del influjo pluviométrico que recibe en la zona de la alta cuenca, en la Serra do Mar, se menciona que hay lugares donde las precipitaciones superan los 4.000 mm. anuales. Las condiciones que presenta en este tramo, con importantes desniveles y anchos variables – desde los 800 m. en la Garganta de Jupiá hasta 4.000 m. en un remanso que precede a los Saltos Guayrá – lo hace apto para generar energía eléctrica por medio de la construcción de represas, lo que en territorio brasileño ya fue concretado con grandes represas cuya alteración ambiental es incuestionable. El tramo que recibe por nombre Paraná Medio transcurre entre la confluencia con el río Paraguay y las inmediaciones de Diamante. El lecho tiene escasa profundidad y recibe pocos afluentes, los más importantes provienen del territorio correntino como los ríos Santa Lucía, Corrientes y Guayquiraró, este último constituye el límite entre las provincias de Corrientes y Entre Ríos. En este lugar el lecho del río es más estrecho que en el último tramo - lo que facilita que provoque inundaciones cuando hay crecientes - y aparecen islas que son el comienzo del delta que forma el Paraná en su desembocadura en el Plata. Los afluentes del Paraná en la parte entrerriana se encauzan en dos rumbos principales, noreste-suroeste y norte-sur con muchos tributarios cada uno de ellos. Con el rumbo señalado en primer término está el arroyo Nogoyá y el río Gualeguay, que divide al territorio en dos mitades, bordeado al este por las Cuchilla Grande y al oeste por la de Montiel. En esta parte es importante señalar que el río ejerce una importante erosión sobre la margen alta, debida a la necesidad de expansión que experimenta el Paraná debido a la casi permanente formación de islas deltaicas.

Clima
En cuanto al clima del territorio entrerriano se observan dos grandes regiones climáticas según Daus y García Gache. Un sector Norte con clima subtropical sin estación seca y otro, que afecta al resto de la provincia, con clima templado pampeano.
En la zona centro-oeste de la Argentina se forma un núcleo de bajas presiones que atrae los vientos del Atlántico de origen cálido, provenientes del noreste y del este. A esto hay que agregar que la barrera orográfica de los Andes frena el anticiclón del Pacífico que aporta aire frío. Por otra parte, al sur del país sucede un fenómeno casi opuesto: ingresan vientos provenientes del oeste, originados por el anticiclón del Pacífico, que se dirigen al norte y se enfrentan con el aire caliente de ese sector formando un frente subtropical. De las variables que se susciten entre estos fenómenos depende todo el clima del norte argentino a partir del río Colorado.
De lo antedicho surge que el régimen de vientos de la Provincia de Entre Ríos se caracteriza por un marcado predominio de los que provienen del sector Norte, siguiéndole en frecuencia los del Nordeste y en tercer lugar se ubican los vientos de Sur, seguidos por los del Sudeste. O sea, que del sector oeste en su conjunto soplan muy pocos vientos, y cuando lo hacen es en las estaciones de invierno y otoño. Esto trae como consecuencia que hay una influencia de corrientes cálidas con escasas incursiones de vientos frescos.
La temperatura media anual disminuye de norte a sur, el mes más cálido corresponde a enero y el más frío es julio. Las precipitaciones disminuyen del noreste al sudoeste entre los 1.200 y los 900 mm. anuales aproximadamente entre ambos sectores. La estación más lluviosa es el otoño, con un porcentaje cercano al 31 % de las lluvias, seguido del verano con sólo un punto menos del porcentual que corresponde al otoño; la estación más seca es el invierno.

Flora
Ángel Cabrera en el año 1976 publica una de las clasificaciones biogeográficas del territorio argentino más utilizadas por la comunidad científica y, anteriormente, en 1953 y 1958, había confeccionado otra – tal vez más precisa para Entre Ríos- según la cual la superficie de ésta provincia tendría tres regiones fitogeográficas distintas. Aproximadamente la mitad sur y una franja que penetra por el este hasta el extremo norte de la provincia estaría ocupada por la región que denomina provincia Pampeana. El resto del territorio lo ocupa la provincia del Espinal y la tercera categorización es la zona que bordea los dos colosos ríos, el Paraná y el Uruguay, y muchos de sus tributarios, donde se forman las llamadas selvas en galería que el citado autor denomina provincia Subtropical Oriental (diferenciándola así de la selva tucumano-boliviana).

En esta biorregión se ubica el otra de las clasificaciones, en este caso exclusiva para Entre Ríos, es la efectuada por Jozami y Muñoz (1982) que refleja la realidad de la zona con más detalle. Los autores, no diferenciándose mucho de la sistematización mencionada en primer término, consideran tres distritos: el de Montiel , que ocupa los departamentos de La Paz, Feliciano, Federal, gran parte de Villaguay, norte de Nogoyá y el este de Paraná; el de la Pradera Pampeana que ocupa el resto de la Provincia exceptuando las márgenes de todos los cursos de los grandes ríos y una vasta superficie en el extremo sur que se incluyen en el distrito de Bosques en Galería.

La Reserva Natural Escuela Justo José de Urquiza (aunque en la práctica el último distrito mencionado no se encuentra presente) se sitúa en una zona de transición o ecotono de los tres distritos mencionados por cuando el límite - siempre más o menos difuso- entre los distritos Pradera Pampeana y Montiel, pasa cerca de área comentada y, a su vez, las márgenes del río Gualeguay y sus afluentes los autores las señalan pertenecientes al distrito Bosques en Galería. El sector montielero está ocupado preponderantemente por monte semixerófilo con especies como el algarrobo negro (Prosopis nigra), ñandubay (Prosopis affinis), el espinillo (Acacia caven), el quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco) y la palma caranday (Trithrinax campestris), entre otros. La pradera pampeana está ocupada por una abundante variedad de especies herbáceas y en los bosques o selvas en galería se encuentran ejemplares de anacahuita - en algunos lugares también llaman horco molle a esta especie- (Blepharocalyx salicifolius), el arrayán, guayabo colorado, palo pelado, güili y otros nombres más que se le asignan según las regiones, es otro árbol conspicuo de estas selvas cuyo nombre científico es Myrcianthes cisplatensis a quien muchas veces acompañan ejemplares de el ingá-pitá o ingaí (Inga uruguensis) y el azota caballos (Luehea divaricata) entre muchos más.

El predio que ocupa el área natural estudiada presenta un relieve bajo por lo que en parte se inunda y forma vegetación palustre. En las partes más elevadas se observa predominancia de especies del Espinal o del distrito de Montiel, según las clasificaciones, como el espinillo, churqui, aromito y otros nombre vulgares que recibe (Acacia caven), conocido por la inflorescencia amarilla muy vistosa. Este árbol es muy característico del territorio entrerriano y tiene la particularidad de adaptarse a zonas húmedas a pesar de ser una especie semixerófila. Otras especies conspicuas son el ñandubay (Prosopis affinis), también típico del territorio entrerriano – más abundante en el noroeste-, cuyo nombre común en guaraní significa “comida de ñandú”, característico por su copa achaparrada, de porte pequeño y considerado especie melífera; el tala (Celtis tala) que se distribuye por todo el noreste, llegando en su distribución más austral, hasta la bahía del Samborombón, sobre la costa bonaerense del río de la Plata, siendo un árbol emblemático en esta última provincia donde las especies leñosas escasean. Una de sus mayores cualidades es su fruto, de color anaranjado, muy buscados por las aves como nutriente y otrora también servía de alimento para el hombre. La cotorra común (Myopsitta monachus) utiliza mucho su copa para instalar sus nidos, por lo que se podría hablar de un caso de mutualismo en cuanto a las relaciones enterespecíficas se refiere. El quebracho blanco (Aspidosperma quebracho- blanco) , abundante en la zona de Montiel, norte del departamento La Paz y en gran parte del de Feliciano, muy apto para parquets, marcos de aberturas y para carbón vegetal; los algarrobos blanco y negro – Prosopis alba y P. nigra, respectivamente- poseedores de una madera muy valiosa para la confección de muebles y barriles principalmente y, por último, entre las especies arbóreas mencionamos al chañar (Geoffroea decorticans), abundante en el norte de la Provincia y su madera es apta para cabos de herramientas y mueblería. El estrato bajo esta compuesto por gramíneas nativas y especies forrajeras sembradas por el hombre.

Fauna
De la bibliografía obtenida no se ha podido extraer un listado sistemático de los distintos grupos de fauna vertebrada que habita el área analizada. En el trabajo “Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas de Entre Ríos . Avances y Perspectivas” (Muzzachiodi et al.1998) se menciona la presencia de cuises, ratones, liebres, zorros y comadrejas, entre otros. De acuerdo a la distribución y al hábitat de la mencionada fauna es probable que se encuentren las siguientes especies : el cuis común (Cavia aperea) que se distribuye en todo el litoral y toda la región Pampeana; de los ratones, la familia Muridae,. puede estar representada por el conspicuo colilargo menor (Oligoryzomys flavescens) y el ratón de campo común (Akodon azarae) cuyo género incluye unas 14 especies en nuestro país, muchas de ellas de hábitos no cavadores, y algunas especies más. La exótica liebre europea (Lepus europaeus) es un habitante sumamente común en gran parte del territorio argentino y como toda especie exótica produce un desequilibrio ecológico muy grande, que en el caso de la liebre se manifiesta por la proliferación desmedida, ocasionando serios perjuicios a los cultivos. El zorro gris (Lycalopex gymnocercus) es el zorro de mayor dispersión de Argentina, estando ausente sólo en el norte de Misiones, y el zorrino común (Conepatus chinga) son de presencia muy probable en la Reserva. Lo mismo ocurre con la comadreja overa (Didelphys albiventris) . Dentro del grupo aves hay especies muy comunes de la zona del Espinal como el espinero chico (Phacellodomus sibilatrix), otros furnáridos como el hornero común (Furnarius rufus) y el leñatero (Anumbius annumbi), dendrocoláptidos como el chinchero grande (Drymornis bridgesii) y el chico (Lepidocolaptes squamatus). También están presentes integrantes de las gran familia de los tiránidos, entre los se puede nombrar a la conspicua tijereta (Tyrannus savan), el benteveo (Pitangus sulphuratus), el suirirí real (Tyrannus melancholicus) o la monjita blanca (Xolmis irupeo), entre muchos otros. Tampoco faltan miembros de otra numerosa familias, como de la Emberizidae con especies comunes como el cardenal común (Paroaria coronata), el pepitero gris (Saltator coerulescens) y el corbatita común (Sporophila caerulescens). Entre los no paseriformes son conspicuas la colorada (Rhynchotus refescens), el inambú común (Nothura maculosa), el esparvero común (Accipiter bicolor), el taguató común (Buteo magnirostris) y otras especies de los llamados carpinteros- familia Picidae-, picaflores – fam. Trochilidae-, atajacaminos - fam.Caprimulgidae- por sólo citar las principales.

Recursos culturales
En cuanto a los primitivos habitantes de la zona recién en el siglo XVIII, con la obra monumental de los padres Pauke y Dobrizhoffer, se accede a información precisa y completa sobre una parte del universo aborigen del Nordeste Argentino (Ceruti, 2000). Después, con informaciones parciales y aisladas tomadas de las crónicas, se armó un mapa de tribus y subtribus, resultando un tapiz colorido y estático que aún suele utilizarse, contribuyendo a crear una imagen estereotipada y confusa de nuestra raíz indígena (Ceruti, 2000).
En la zona mesopotámica hubo dos modalidades culturales bien diferenciadas: los pueblos horticultores, provenientes del Amazonas, que se desplazaban a lo largo de los grandes ríos y los que ocupaban las tierras interiores sin contacto con los cursos de agua. Al primer grupo pertenecieron los guaraníes cuya distribución más austral fueron las islas del delta entrerriano y los que conformaban el segundo grupo fueron los charrúas que inicialmente sentaron base en el actual territorio de la República Oriental del Uruguay y luego expandieron su hábitat al sur de Entre Ríos (Rex González y Pérez, 1993). Ya en la primera mitad del siglo XVII los documentos señalan charrúas en las inmediaciones de la Bajada (Paraná), pero la arqueología no prueba que estos territorios hayan sido habitados por ellos (Serrano, 2000).
Respecto de las viviendas que utilizaban dice el padre Xarque(1687) que “sus casas constan de unas esteras, hechas de cierto género de paja larga y ancha a modo de espadaña. Fijan unas estacas sobre la tierra, y allí atan las esteras, unas por paredes y otras por techo…” La economía estaba basada esencialmente de lo producido por la caza. De los datos que se dispone, especialmente por los hallazgos en los yacimientos arqueológicos, se comprueba que los charrúas conocían la alfarería. Eran polígamos y la mujer estaba inmersa en una situación de semiesclavitud. Creían en un espíritu del mal que, al igual que los pampas, llamaban gualicho y gracias un valioso escrito de Villaderbó que recién se dio a conocer en 1937, hoy conocemos algo de su lengua (unas sesenta voces). Las poblaciones charrúas se ubicaban en albardones altos o en cerros que ellos mismos formaban para protegerse de las inundaciones (Almeida, 1983).

Alternativas turísticas
Ubicada en el centro de la provincia de Entre Ríos, la ciudad de Santa Rosa de Villaguay posee atractivos propios y se constituye en el epicentro de muchas posibilidades turísticas que ofrece la zona central de la Provincia. La plaza Ramírez es la principal de la ciudad y cuenta con juegos infantiles y un importante anfiteatro donde se presenta una gama de espectáculos muy atractiva a lo largo del año. En un recorrido por la planta urbana se pueden apreciar edificaciones de gran valor histórico y arquitectónico como la Parroquia Santa Rosa de Lima en la que se destaca la imagen de la Patrona de la ciudad y la Parroquia Inmaculada Concepción realmente destacable por su diseño. El Museo Histórico Regional, valioso en la visita desde su fachada que posee la réplica del Primer Monumento a Cristóbal Colón en América del Sur, junto con el Circuito Histórico, el Centro Cultural Berisso y las variadas esculturas y monumentos hacen imperdible realizar un pormenorizado circuito ciudadano . En las inmediaciones de la ciudad hay balnearios sobre el río Gualeguay como el Municipal a sólo dos kilómetros del centro con óptimas instalaciones y el Balneario La Zoila a once kilómetros de la ciudad, sobre la ruta N° 18, con muy buena infraestructura y mucho verde en su entorno. La Reserva Natural “Escuela Justo José de Urquiza” puede ser visitada con aviso previo. También hay estancias cercanas que ofrecen la alternativa del turismo rural.

A sólo 67 kilómetros están las Termas de Villa Elisa - por la ruta N° 130 -, una de las mejores que ofrece la provincia de Entre Ríos . El complejo termal presenta un predio de 41 hectáreas con un lago artificial donde se pueden practicar actividades recreativas náuticas, extensos senderos para realizar caminatas, área de camping con mesas y parrillas, restaurante, proveeduría, sanitarios con duchas y vestuarios. También hay permanentes servicios médico y kinesiológico y bungalows con capacidad para 4 y 5 personas. Las aguas fluyen a una temperatura de 41,7° C. y están consideradas de excelente calidad.
Una vez encaminados con rumbo este, llegamos a la Ruta Nacional N° 14. Tomando esta hacia el norte luego de varios kilómetros – más de 40- encontramos el Parque Nacional El Palmar con fabulosos escenarios naturales. Y si en la intersección de las rutas 130 y 14 giramos a la derecha, es decir con rumbo sur, tras recorrer unos 45 kilómetros aproximadamente, está la ciudad de Concepción del Uruguay, que otrora fuera capital provincial y lo sigue siendo desde el punto de vista cultural y educativo por contar con varios centros de estudio que la convierten en el destino obligado de muchísimos jóvenes entrerrianos y también de otras provincias que no tienen en sus propias localidades de residencia muchas opciones para estudiar. Muchos edificios de esta urbe reciben el títuto de Monumentos Históricos Nacionales, como la antigua catedral en la descansan los restos del General Urquiza en una bóveda que es réplica de la que se erigió en Francia para Napoleón Bonaparte. Concepción tiene una bonita calle peatonal con variados comercios, restaurantes y confiterías, un casino, varios museos, playas en la zona conocida como Banco Pelay y un puerto, que hasta hace algunas décadas era uno de los más importantes de la provincia. Desde Concepción, podemos tomar al ruta 39 y luego de recorrer unos 35 kilómetros ubicamos al famoso Palacio San José, residencia de don Justo José de Urquiza, construido con gran lujo y detalles arquitectónicos que hacen que sea una de las construcciones en su género más importantes del país y que fuera declarado Monumento Histórico Nacional. Una visita pormenorizada a esta reliquia arquitectónica y sus alrededores (laguna, jardines ) puede demandarnos varias horas.

Cómo llegar
La Reserva Natural “Escuela Justo José de Urquiza está sólo a 6 kilómetros de la ciudad de Villaguay. Los que vienen del sur deberán ingresar a la provincia de Entre Ríos cruzando el complejo Zárate-Brazo Largo y circular por la Ruta Nacional 12 que luego de su cruce con la 39 se desvía hacia el oeste y continúa el asfalto con rumbo norte pasando a denominarse Ruta Provincial 6, que nos conduce directo a la ciudad de Villaguay. Desde el oeste deberá tomarse como punto de referencia la ciudad de Paraná la que está unida con Villaguay por la Ruta Nacional N° 18. Desde la ciudad de La Paz - norte provincial- la mencionada ruta 6 une ambas localidades.

Problemas de conservación
El área está bajo la vigilancia de personal del establecimiento educativo y en comparación con otras zonas protegidas no está demasiado expuesta a la caza furtiva por la cercanía de la escuela, en la cual gran parte del día hay movimiento de gente y a la noche hay personal para vigilancia. La predación que pueda sufrir por parte de pobladores de la zona recae más en la extracción de leña que en la caza, que, por otra parte, no presenta presas muy codiciadas como se comenta en el ítem fauna.
En la región del centro de Entre Ríos todavía se observan algunos montes autóctonos que deben servir de aliciente a organizaciones no gubernamentales y autoridades de la provincia para poner en marcha una red de pequeñas áreas protegidas de ámbito privado de forma que en conjunto sumen muchas hectáreas de hábitat adecuados para la conservación de las especies nativas. Es importante destacar la función educativa que cumple este relicto de monte natural al ser frecuentado por los alumnos del establecimiento que en distintas materias realizan trabajos relacionados con el área protegida.

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Gabriel Omar Rodríguez

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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