Campos del Tuyú

Parque Nacional - Buenos Aires
 
Fauna

Fauna

La finalidad principal de la creación de la Reserva de Vida Silvestre Campos del Tuyú -hoy Parque Nacional- fue dar cabida a una población relictual del venado de las pampas (Ozotocerus bezoarticus). Hasta fines del siglo XIX, la presencia de este cérvido era habitual en una buena parte del territorio de la Provincia de Buenos Aires. Numeroso relatos de viajeros que provenían de Europa, especialmente durante los siglos  XVIII y XIX, dan testimonio de la abundancia de estos animales que fueron también alimento muy Culebra Liophisutilizado por varios pueblos aborígenes.

Ya desde el comienzo del siglo XX la expansión agropecuaria avasalló con  grandes superficies de campos, donde el pastizal reinaba por excelencia, y dejó paso a los monocultivos y a la explotación ganadera tanto en su modalidad extensiva en un principio, como la intensiva más tarde. Esto fue motivo, no sólo en la provincia de Buenos Aires, sino en las provincias de San Luis –en cuyo escudo provincial luce la estampa del venado-, La Pampa, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y todas las del nordeste a excepción de Misiones, de la casi total desaparición de la especie. En 1940 el doctor Mac Donald, investigador del Museo de La Plata, fue quien dio uno de los primeros alertas sobre la escasez del venado, alerta que cundió en las mentes de los que podían hacer algo al respecto, recién hacia la década de 1960. Uno de los primeros pasos los dio la Asociación Cultural Natura con  organismos oficiales que capturaron algunos ejemplares para reinstalarlos en otro sitio y tenerlos bajo control. Para tal fin se eligió la estancia La Corona en el partido de Chascomús. Por desconocimiento Pichón de Espátuladel manejo de fauna silvestre se cometieron algunos errores que hicieron fracasar el emprendimiento. Uno de los perjuicios fue el traslado de los ejemplares en helicótero lo que produjo una alta mortandad en el viaje por ser un animal muy sensible al estrés – asustadizo- y también adquirieron algunas enfermedades.

En 1975, otro investigador, el doctor Hartmut Jungius, realizó un estudio de todas las poblaciones de ciervos sudamericanos y vio claramente que el ciervo de las pampas estaba en peligro y bregó para incluirlo en el Libro Rojo de la UICN, con el estatus de “En peligro de extinción”. Luego intervino un tercer protagonista de renombre, se trataba de doctor John Jackson, enviado por la Unión Internacional para Conservación de la Naturaleza, que puso en marcha lo que se llamó “proyecto 1303” ideado por el Fondo Mundial para la Naturaleza –WWF-. Pero la premura hizo que se fuera a la acción aunque faltaran conocimientos detallados sobre le biología de la especie y esta últimaPareja de Patos Cuchara Organización Internacional se contactó con la Fundación Vida Silvestre Argentina, que por aquel entonces daba sus primeros pasos, y se optó por la región de la Bahía de Samborombón porque reunía varias condiciones ideales, amén de ser uno de los lugares relictuales donde todavía quedaban ejemplares silvestres de la especie.

Aquí comienza la historia de la Reserva Campos del Tuyú, que no es tema a desarrollar en este apartado. En definitiva en marzo de 1979, se crea formalmente el área protegida comenzando con unos pocos animales que prontamente se reprodujeron con éxito.

Los métodos técnicos que obran como soporte a la investigación se emplearon a pleno y hoy se les coloca receptores a los animales que son monitoreados detalladamente, permitiendo grandes avances en el conocimiento de su dieta, aspectos vinculados con su reproducción, cómo, dónde y porqué se desplazan, entre otras cuestiones de su forma de vida. La descripción de la especie se toma del trabajo de Parera (2002).  Es Pato Capuchinoun ciervo de moderado tamaño- unos 70 centímetros  en la cruz-, con cornamenta de de 6 puntas y de unos 30 cm de longitud en machos bien desarrollados. Las patas son delgadas y con pezuñas bien adaptadas para la carrera en espacios libres.

La coloración predominante es la pardo-amarillenta, aunque sufre variantes geográficas, y tiene blanco en las siguientes partes: inferior del cuerpo, posterior de los muslos, inferior de la cola, parte interna de las orejas y en el rostro alrededor de los ojos y hocico. Integra el apéndice I de la CITES y fue declarado Monumento Natural Provincial en las provincias de Buenos Aires y Corrientes. En la actualidad, en la Argentina, sólo existen poblaciones silvestres en tres lugares, uno de ellos es el Parque Nacional Campos del Tuyú y algunos campos próximos a la Bahía de Samborombón, el otro está en el sur de San Luis y la tercera población en Corrientes.

También se hicieron esfuerzos tendientes a estudiar a fondo el comportamiento de gato montés común (Oncifelis geoffroyi), para lo cual en a partir de febrero de 2000, comenzó a desarrollarse el proyecto de investigación Comportamiento Espacial y Conservación de Oncifelis geoffroyi en la Reserva CamposLechucita de las Vizcacheras del Tuyú. La propuesta se encuentra en el  marco de un convenio de cooperación entre Fundación Vida Silvestre Argentina y el Grupo de Ecología Comportamental de Mamíferos, de la Universidad Nacional del Sur, Bahía Blanca. Se llegaron a conocer algunos aspectos interesantes de esta especie como la circunstancia que el ambiente más frecuentado por los animales a los que se le colocó radiocollar fue el pastizal.

En segundo lugar, se determinó el uso de los árboles  de Celtis tala, diseminados en la superficie de área protegida, como letrinas; lo que sugirió la posibilidad de estudiarlos para comprender la dinámica histórica de los parches que han sufrido impacto antrópico en el pasado y que actualmente se encuentran bajo manejo conservacionista.

Ñandú con CríaPara el tratamiento del grupo aves se repite el texto utilizado para el  Humedal de Importancia Internacional o Sitio Ramsar Bahía de Samborombón, dado que en la práctica hay una superposición de áreas protegidas, en el sentido que el Parque Nacional Campos del Tuyú forma parte de este Sitio. No obstante señalamos como particularidades de los pastizales y pajonales de estos campos la presencia dos especies de rállidos, el burrito negruzco (Porzana spiloptera), el burrito enano (Coturnicops notatus), el ñandú (Rhea americana), la monjita dominica  (Heteroxolmis dominica), donde encontraría su dispersión más austral (Coconier, 2005). También son importantes las poblaciones de chorlos que se encuentran en la costa rioplatense-marítima del Parque Nacional como en las lagunas internas donde se registraron poblaciones que llegaban al millar de individuos, siendo las especies más comunes de este grupo el playerito de rabadilla blanca (Calidris fuscicollis), la becasa de mar  (Limosa haemastica), el playerito rojizo (Calidris canutus) y el chorlo pampa (Pluvialis dominica).

El extremo sur de la Bahía de Samborombón, en las inmediaciones de Punta Rasa, es el lugar de mayor concentración de aves. Se destaca por su interés ornitológico, la presencia de chorlos y playeros, llamados también limícolas que migran del hemisferio norte para eludir el invierno de aquellas latitudes, y las especies que crían en el extremos sur y se trasladan hacia el norte en busca de territorios más calidos. La parte sur de la bahía -Punta Rasa- es utilizada, por algunas especies, como lugar de paso para reabastecerse y continuar viajes hacia zonas más meridionales. Lo mismo sucedería en el viaje de regreso. El platero rojizo (Calidris canutus) sólo hace uso de este sitio en su viaje de retorno dado que para que dirigirse al sur del continente utiliza otra ruta.Entre los emigrantes del hemisferio norte podemos mencionar: chorlo ártico (Pluviales squatarola), chorlo pampa (Pluvialis dominica), playerito blanco (Calidris alba), pitotoy grande (Tringa melanoleuca) y playero zancudo (Calidris himantopus

Contrariamente son de presencia más habitual la becasa de mar (Limosa haemestica), el playerito pectoral (Calidris melanotos), el pitotoy chico (Tringa flavipes), el chorlito palmado (Charadrius semipalmatus) y el playerito rabadilla blanca (Calidris fuscicollis). El chorlito doble collar (Charadrius falklandicus), el chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis) y el chorlo pecho canela (Charadrius modestus) se encuentra entre los migradores que provienen del extremo sur de nuestro continente y se dirigen hacia el norte durante el otoño, llegando hasta el centro del país. El playerito esquimal (Numenius borealis), otrora visitante de los pastizales y playas bonaerenses, hoy se encuentra muy cercano a la extinción. Hay una importante presencia de especies de aves acuáticas que no pertenecen a este grupo de playeros o limícolas que sería extensa para enumerar pormenorizadamente, pero a título de ejemplo se enuncian las siguientes: la espátula rosada ( Ajaia ajaja), el flamenco (Phoenicopterus chilensis), el tero real (Himantopus melanurus), la cigüeña común (Ciconia maguari), el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), el coscoroba (Coscoroba coscoroba), varias especies de patos del género Anas, garzas, macáes, gaviotas, gaviotines y es destacable que estén presentes dos especies de los llamados burritos- habitan juncales- que se los considera amenazados, el Laterallus spilocterus y Coturnicops notatus. Podemos incluir un grupo de especies que usan como hábitat espacios arbolados y llegan a la Reserva de la Biosfera probablemente siguiendo la línea de talares y también hacen uso en el lugar de algunas especies arbóreas introducidas por el hombre. Entre estas especies se hace mención del gavilán común (Buteo magnirostris), la yerutí común (Leptotilia verreauxi), el cuclillo canela (Coccyzus melacoyphus), la golondrina parda (Progne tapera), el tordo de pico corte (Molothrus rufoaxiliaris), la tacuarita azul (Polioptila dunicola), el sietevestidos (Poospiza nigrorufa), el zorzal colorado (Turdus rufiventris), el pitiayumí (Parula pitiayumi), el coludito copetón (Leptastenura platensis) y el suirirí amarillo (Satrapa icterophrys), dejando de nombrar a muchas otras especies que acompañan a las nombradas. Por otra parte hay algunas especies andinopatágonicas que llegan a estas latitudes como el macá plateado (Podiceps occipitalis), el chorlo cabezón (Oreopholus ruficollis) y la caminera común (Geositta cunicularia) y otras especies más. En períodos de sequía que las aguas se retiran las playas del sector central se amplían y en estos bancos encuentra refugio especies como el gaviotín lagunero (Sterna trudeaui), el gaviotín golondrina (Sterna hirundo), el gaviotín sudamericano (Sterna hirundinacea),  gaviota capuche café (Larus maculipennis), rayador (Rynchops niger) y gaviota cangrejera (Larus atlantis) y algunos otras más.

Y sin respetar el orden taxonómico hacemos breve mención a la batracofauna.  Son comunes varias anfibios adaptados a  reproducirse en charcos temporarios, que abundan luego de las lluvias intensas, como dos especies de sapos, el Bufo arenarum y el Bufo granulosus (Erize, 1993). Este mismo autor dice que hay ranas sumamente adaptadas para procrear luego de varias precipitaciones leves: es el caso del grupo cavícola Leptodactylus prognathus, Leptodactylus gracilis o Leptodactylus mystacinus. Luego de la primera lluvia- continúa diciendo Erize (op. cot)- el macho de estas especies construye una cueva en el barro y desde allí canta llamando a la hembra, produciéndose la fecundación en el interior de la pequeña galería y los huevos quedan inmersos dentro de estructura gelatinosa. También es habitual de pastizal pampeano el escuerzo (Ceratophrys ornata) con un vistoso colorido amarronado, con sectores verdosos y amarillentos, que contrariamente a lo muchos creen no es venenoso aunque sí algo agresivo.

Entre los reptiles hay varias especies que son habituales de este ambiente como las culebras la falsa yarará ñata  (Lystrophis dorbygnyi), la falsa coral (Lystrophis semicinctus), aunque se la ve más en zonas algo áridas, la culebra listada (Liophis anomalus), la llamada culebra ratonera (Clelia rustica) y varias especies más. También puede observarse al lagarto avero (Tupinambis teguixin) y a las tortugas de agua  (Hydromedusa tectifera) y  (Phrynops hilarii).

El Venado de las Pampas

El ciervo o venado de las pampas por su abundancia, según  se deduce de innumerables crónicas de viajeros,  fue alimento principal de muchas culturas aborígenes de las zonas llanas, principalmente. Se lo llevó casi a la extinción  aproximadamente  en la segunda mitad del siglo XIX  con motivo  de la excesiva caza que padeció para la  explotación comercial de sus cuero, el aprovechamiento de sus cálculos renales – bezoares- y la rayadura de su cornamenta utilizada como medicina (Parera, 2002).

Continúa señalando esta autor que entre 1860 o 1870 se habrían exportado desde la Argentina unos dos millones de cueros. Como otra circunstancia muy perjudicial para su supervivencia se puede señalar la destrucción de su hábitat por la expansión de la agricultura y la ganadería. En la actualidad aparte de la población de Campos de Tuyú y sus alrededores, existe otra de mayor importancia numérica en la provincia de San Luis y en Corrientes. Afortunadamente se cuenta con una  variabilidad genética en estas poblaciones que permitiría su supervivencia. El manejo por parte de la Administración de Parques Nacionales de este relicto puede ser beneficioso para la especie por contar esta institución con mayor infraestructura y tal vez realizar intercambio de poblaciones entre los tres principales núcleos poblacionales enunciados.

Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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