Laguna Blanca

Parque Nacional - Neuquén
 
Fauna

Fauna

Hay 17 mamíferos nativos y dos exóticos: la conocida liebre europea (Lepus europaeus), y el conejo (Oryctolagus cuniculus).

El zorro gris chico, considerado internacionalmente en peligro de extinción, es uno de los habitantes de la Reserva. También el gato del pajonal se halla en peligro.

El piche habita el área y la vizcacha de la sierra puede ser observada en los paredones rocosos del arroyo del Llano Blanco. Otro de las especies que ha podido encontrarse es el murciélago chileno (Myotis chiloensis) (3, 6).

Flamencos AlimentándoseLaguna Blanca es el área de agua dulce con nidificación de aves más importante de nuestra Patagonia. Es por ello que integra la lista de humedales argentinos amparados por la llamada Convención Ramsar (de protección internacional a los humedales) (6).

De las 119 especies avistadas, 25 son nidificantes.

Ha sido observada en una oportunidad (1992) una pareja de cauquén de cabeza colorada (Chloepaga rubidiceps). El área podría tener importancia para su alimentación y descanso, y es la única donde fue avistada dentro del sistema nacional de áreas protegidas.

Como amenazada, hallamos al halcón peregrino (Falco peregrinus) (1). Este ave de presa, al igual que el aguilucho común (Buteo plyosoma), nidifica en las abruptas paredes de las bardas que rodean la Laguna Blanca (4).

La avifauna, espectacular por su variedad y cantidad, tiene en el cisne de cuello negro (Cygnus Cisne de Cuello Negro con Críasmelancoryphus) a su principal representante, lo cual constituye una de las principales razones de la creación del Parque. Esta población es la más austral residente. El blanco de su plumaje y su gran tamaño lo destacan del entorno, y realza su belleza el negro de su cuello y cabeza y la roja carúncula en la base del pico. Este notorio ornamento se halla más desarrollado en los adultos y machos. Entre agosto y septiembre el cisne pone de tres a cinco huevos, en nidos que construye en islotes o entre la vegetación costera. Pasan treinta y cinco días hasta que los pichones rompen el cascarón, y uno de sus padres suele llevarlos a cuestas, semiocultos entre el plumaje, o nadan por su cuenta detrás de ambos.

También se encuentran en abundancia el macá plateado (Podiceps occipitalis), con el mayor número de ejemplares de entre todas las aves de laguna, el pato pico cuchara (Anas platalea), las gallaretas (Fulica spp.), en especial la de ligas rojas (Fulica armillata). Junto al cisne, las gallaretas ocupan el segundo lugar en cuanto a cantidad de individuos. Otras especies con importancia en el área son el pato overo (Anas sibilatrix) y el flamenco austral (Phoenicopterus chilensis).

El macá plateado forma colonias de cría de más de 200 ejemplares cada una, que se apoyan sobre la vegetación emergente al comenzar la primavera. Brindan una excelente posibilidad de observación de Flamencos Descansandocomportamiento animal, ya que desarrollan una actividad febril: reacondicionamiento de nidos, ritos de invitación y cópula, robo de material entre plataformas, amenazas, persecuciones.

El pato zambullidor grande (Oxyura ferruginea) es otra ave acuática característica. Realiza un despliegue territorial y un cortejo sumamente llamativos: en octubre, los machos se persiguen entre sí, estimulados por las hembras, con el cuello inflado y la cola levantada. Con su brillante pico azul se dan una serie de golpes rápidos y sonoros en los cuellos, y luego emiten un grito, corto y estridente. En el frenesí, el agresivo despliegue puede dirigirse al ocasional observador humano (4,6).

La gaviota cocinera (Larus dominicanus), así como la de capucho pardo (Larus maculipennis) pasan largas horas en el agua y al borde de la laguna Blanca. En la ribera se puede ver al chorlo doble collar (Charadrius falklandicus) (8).

Todas estas especies se distribuyen en las zonas bajas, cerca de las costas, y se concentran en las Vizcacha Serranaáreas más protegidas del viento.

Para todas las aves acuáticas, la laguna Blanca es el ambiente más importante del Parque, pero existen otros cuerpos de agua menores, como la laguna Verde y la laguna del Hoyo, que en algunos casos mostraron una interesante presencia de especies. En la primera, por ejemplo, se registraron, entre otras tres especies de chorlos migratorios, Tringa flavipes, Calidris bairdii y el falaropo tricolor (Phalaropus tricolor).

Las aves que no dependen de las lagunas también son importantes, destacándose entre ellas el choique o ñandú petiso (Pterocnemia pennata) (4, 6).

Alrededor de 12 especies de reptiles (si la lista no se ha incrementado) están protegidos en este Parque Nacional de reducida superficie, lo que es significativo.

Las lagartijas de la familia Liolaemidae están muy bien representadas. El amplio género Liolaemus se muestra con varias especies, y también se hallan los cuatro géneros que comprenden a los representantes más robustos en la Argentina: Diplolaemus, Leiosaurus, Pristidactylus y Phymaturus.

Gato del PajonalLas dificultades para la clasificación, sobre todo de los liolaémidos, hacen que (hasta los datos del Plan de Manejo, 1993) no se haya podido confeccionar un listado completo de especies. Su especialexpansión evolutiva les otorga sumo interés. Puede destacarse, por ejemplo, la presencia en Laguna Blanca del raro Pristidactylus scapulatus, que habita las raíces de las densas matas arbustivas. Laguna Blanca es la localidad más austral de distribución de Phymaturus flagellifer, y la única área protegida nacional que la ampara. Una subespecie endémica de la región convive con ella: P. patagonicus zapalensis.

La familia Gekkonidae está representada por el género Homonota. Comprende especies adaptadas a la visión crepuscular y nocturna y es un rama evolutiva muy antigua de los reptiles. Está confirmada la presencia de H. darwini.

Respecto de los anfibios, han sido citados para el Parque dos representantes de la familia Bufonidae: el sapo común, Bufo arenarurm, citado sólo una vez, y Bufo spinulosus. Ambas especies son comunes en la zona andina y gran parte de la estepa patagónica. B. spinulosus fue hallado en forma abundante (1991) en la costa de la laguna principal y en el arroyo del Llano Blanco.

Tres especies de leptodactílidos también se citaron: Pleurodema bufonina, Atelognathus patagonicus, de hábitos eminentemente acuáticos, y A. praebasalticus. Los dos últimos son endémicos (exclusivos) de Conejo Silvestre (invasor)la Laguna Blanca y de las lagunas basálticas cercanas. Es por ello que son considerados de alta prioridad de conservación para el Parque. A. patagonicus no ha sido observado desde 1984 en la Laguna Blanca, siendo que hasta tres años antes era muy común en las orillas. Inclusive, se registraron ciertas variaciones morfológicas entre las poblaciones de las distintas lagunas, debido al aislamiento entre ellas. Sí fue visto en las otras lagunas del Parque y en las vecinas a éste (Verde, del Hoyo, Antiñir, del Tero, del Burro, etc.) (Guardaparque Sergio Domber, comunicación personal). A. praebasalticus es una especie poco representada., en tanto P. bufonina, durante relevamientos realizados en 1991, se registró como escasa en la costa de la laguna Blanca (6).

No existen peces nativos en la laguna. Sin embargo, en la actualidad hay tres especies introducidas: la trucha arco-iris (Oncorhynchus mykiis), la trucha marrón (Salmo trutta) y la perca bocona (Percichthys colhuapiensis).

Esto se debe a la siembra, no autorizada por Parques Nacionales, de alevinos de perca y de trucha arco-iris, en 1965. La perca es la más abundante (6).

Lo que sí existe naturalmente en el cuerpo de agua es un nutrido plancton y abundantes sanguijuelas. Aquél sirve de sustento a ciertas aves acuáticas (4).

 

Investigación y Textos: Lorena Padula
Supervisión Técnica Honoraria: Juan Carlos Chebez

 


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