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Río Limay

Reserva Provincial -Río Negro
 

EDICION PROVISORIA - EN PROCESO DE DIAGRAMACION

Río Limay

El área natural protegida que desarrollamos, se encuentra en el sudoeste de la provincia de Río Negro, y comprende el valle del  Río Limay desde su naciente en el lago Nahuel Huapi hasta confluir con el río Traful. La localidad más próxima es Villa Llanquín, ubicada dentro del área y  a pocos kilómetros está San Carlos de Bariloche.
El paisaje muestra muy vistosas formas en sus estribaciones, bosques de cipreses de la cordillera y el caudaloso cauce del río circulando en medio de este paraje de ensueño. El conocido “Valle Encantado” está en el ámbito de este paisaje protegido.
Fue creado en 1996 mediante la sanción de la Ley Nº 2946 y dicha implementación tuvo por finalidad preservar el paisaje y conservar los ecosistema que se forma el río Limay en este espacio de 50.000 hectáreas.

Categoría

Paisaje protegido, conforme a lo estipulado por la Ley Nº 2669.

Ubicación

El área natural protegida Río Limay se encuentra en el sudoeste de la provincia de Río Negro y comprende el valle del mencionado río desde su naciente en el lago Nahuel Huapi hasta confluir con el río Traful. La localidad más próxima es Villa Llanquín, ubicada dentro del área y a pocos kilómetros está San Carlos de Bariloche.
Las coordenadas geográficas son: 40º 40’ Lat. S  y  41º  05’ Long. O

Superficie

La unidad de conservación tratada posee aproximadamente 50.000 hectáreas. Los objetivos  de creación de la reserva natural fueron  proteger un sector del ecosistema fluvial del río Limay, amparar el paisaje de la zona, con énfasis en la zona conocida como Valle Encantado.

Fecha e instrumento legal de creación

La Ley Provincial Nº 2.946, sancionada el 28 de diciembre de 1995 y promulgada por el Decreto Nº 50 del  9 de enero de 1996, da por establecida el área natural protegida que analizamos. A continuación transcribimos el texto de la misma

Ley 2.946

Artículo 1º
Créase el Area Natural Protegida del río Limay.
Artículo 2º
Serán los principales objetivos de la presente, preservar  el paisaje y conservar un sector del ecosistema fluvial determinado por el río Limay.
Artículo 3º
La categoría de  manejo  corresponderá a la  de paisaje  protegido conforme a lo estipulado por la ley nº 2669.
Artículo 4º
Los límites serán: Al oeste  el río Limay, desde  su nacimiento en el Lago Nahuel Huapi hasta su  confluencia con el río Traful, siguiendo el límite interprovincial  entre  Río Negro y Neuquén;  al norte  una  línea imaginaria  desde  la confluencia con el río Traful hasta  el Cerro  sin  nombre de 1.367 metros de altitud;  al  este  una línea  imaginaria  en dirección norte-sur que une los  Cerros sin  nombre de 1.367 metros de altitud, Piedra Moller,  Cerro sin  nombre de 1.357 metros de altitud, Barda Negra, Chacay y los  Cerros  sin nombre de 1.332, 1.560, 1.546, 1.079, 848  y 1.406  metros de altitud respectivamente;  al sur, una  línea imaginaria  que  une al Cerro sin nombre de 1.200  metros  de altitud  con  la naciente  del río Limay.  Esta  delimitación concuerda con las Cartas del  Instituto  Geográfico  Militar, nº 4.172-17;  nº 4.172-17-2 y nº 4.172-23-2. Estos límites quedarán sujetos a lo que resulte de  la mensura definitiva y de las necesidades que exprese el plan  de manejo para garantizar los objetivos de conservación del área.
Artículo 5º
A los efectos de la  implementación de la  presente  ley, se garantizará la participación  de autoridades  locales,  organizaciones  no  gubernamentales  y particulares,  conforme  a  lo establecido por el  Título  I, Capítulo 4, artículo 6º;  Título III, Capítulo 2, artículo 20 y Capítulo 3, artículos 21, 22 y 23 de la ley nº 2669.
Artículo 6º
En cumplimiento de lo  establecido por  la  ley nº  2669 del Sistema Provincial de Areas  Naturales  Protegidas,  la  autoridad de aplicación de  la  misma elaborará el plan de manejo para esta unidad de conservación, con  la  participación de todos los sectores de la  comunidad interesados.
Artículo 7º
La autoridad de aplicación  establecerá  normas básicas  para la  conservación del Area Natural Protegida, en un plazo no mayor de ciento ochenta (180) días, mientras se elabora el plan de manejo previsto por el artículo 2º y artículo 12 de la ley nº 2669.
Artículo 8º
Comuníquese al Poder Ejecutivo y archívese.

Relieve

En el oeste rionegrino se desarrolla  la Cordillera de los Andes, donde la altitud de los cerros es inferior a la de la cordillera central, siendo la máxima altura del territorio rionegrino el Cerro Tronador de 3.554 m.s.n.m. Hacia el este la altura decrece hasta formarse un relieve mesetiforme, interrumpido por depresiones denominadas bajos, que culmina  en la costa marítima con altos acantilados.
La cadena de los Andes está separada de la zona mesetaria por una serie de sierras bajas, algunas formadas simultáneamente con el plegamiento andino y otras más antiguas llamadas sierras de los Patagónides. Ninguno de los dos bloques se suceden sin interrupción, sino que ambos forman bloques aislados separados por depresiones ocupadas por valles fluviales y por extensos lagos.
El área prospectada está constituida por el valle del río Limay enmarcado por  zonas  escarpadas con elevaciones de baja altura.
Las cumbres de los cerros que se elevan en forma paralela al curso del Limay hacia el este definen, con sus alturas de entre 1.000  y  1.600 m.s.n.m., el límite oriental de la reserva natural (Chebez, 2005).
En el área abundan las rocas tobáceas de edad terciaria, que por la acción erosiva muestran relieves de curiosas formas, concediéndole al paisaje un atractivo destacable, como ocurre en el denominado valle Encantado. Los numerosos meandros que forma el cauce del Limay contribuyen a crear zonas de destacada belleza, como la denominada “El Anfiteatro”.

Hidrografía

La red hidrográfica de la provincia de Río Negro está compuesta por dos ríos principales: el Colorado que es el límite norte de la provincia y la separa de La Pampa,  y el río Negro que corre en forma más o menos paralela un poco más al sur que el primero. Ambos vierten sus aguas en el Atlántico y se nutren del deshielo de los Andes, lugar de sus nacientes.  Su  sentido de circulación es noroeste a sudeste. Al atravesar la zona mesetaria pierden parte de su caudal por evaporación, sin recibir afluentes de importancia en su recorrido.

El río Limay, que da lugar  a la creación del área protegida prospectada, es un afluente del Lago Nahuel Huapi, en el que se inicia a una altura de 764 m.s.n.m. y corre en un valle muy encajonado con bardas altas.
Su cuenca es la más compleja expresión hidrológica del sistema, con numerosos lagos, algunos de notable extensión y profundidad, que se encadenan con los numerosos afluentes del área montañosa, entregando sus excedentes al colector principal. Desde el Lago Aluminé por el norte, hasta el lago Nahuel Huapi por el sur, es decir entre los 30º 40’ S  y  los  41º  30’ S,  se presentan en la ladera oriental de la Cordillera de los Andes Patagónicos numerosas cuencas lacustres de extensión variable; todas ellas ocupan depresiones de origen glaciario (GAEA, 1975).
El Limay corre  en dirección general  noreste, dentro de un valle sumamente encajonado, de amplitud variable pero con bordes casi siempre muy empinados y forma numerosos rápidos. En su curso superior genera el valle Encantado, zona de gran atracción turística, donde la acción eólica  e hídrica ha dado a las rocas formas caprichosas de singular belleza.  Es el más caudaloso de los ríos que aportan aguas al río Negro, estimándose que contribuye con casi el 70% de su caudal (Chiozza  y Figueira, 1982).
Datos de la sección entre Confluencia y su entrada en el río Negro, indican que el Limay es un río oligotrófico, de agua poco mineralizada y prácticamente sin vegetación sumergida o arraigada (Menni, 2004).

Desde la provincia del Neuquén el Limay recibe las aguas del río Collón Curá  y del Traful, desde la de Río Negro, recibe aguas de varios cursos pequeños, siendo los mayores el Pichí Leufú y el Comallo- colectores de los derrames de una zona  precordillerana con precipitaciones abundantes- . Aguas debajo de la confluencia del Comallo, el Limay no recibe desde río Negro sino algunos pequeños arroyos temporarios. A unos 110 km de su naciente forma el Embalse Alicurá  y  aguas bajo, aproximadamente cerca de la población neuquina de Picún Leufú, el Limay se transforma en otro lago artificial, el Embalse Ezeqiel Ramos  Mexía, formado por cerramiento del río El Chocón (Chiozza y Figueira, op. cit.). Aguas debajo de la represa el Limay prácticamente desaparece y fluye como un río de llanura hasta unirse con el Neuquén.

Clima

La provincia de Río Negro se encuentra en una posición donde se da la transición entre el clima frío de gran parte de la Patagonia y templado al norte del río Colorado. Las precipitaciones pasan de muy abundantes en la zona cordillerana a muy escasas en la región de la meseta patagónica. . La gradiente de precipitaciones queda bien de manifiesto con los siguientes registros: en la Isla Victoria precipitan casi 1.700 mm. de lluvia al año, en el Aeródromo Bariloche, sólo 35 kilómetros al este, se registran menos de 800 mm. y en la localidad de Maquinchao, unos 220 kilómetros hacia el este apenas llegan a caer aproximadamente 200 mm. al año.  También se produce en su territorio la transición de la zona con mayores lluvias estivales - en el norte – y la de mayor pluviosidad durante los meses de abril a agosto como sucede en sectores patagónicos. Las precipitaciones nivales son comunes en toda la provincia durante el invierno, a excepción del margen de la costa donde este fenómeno es ocasional. Las temperaturas medias de enero, exceptuando la parte de la cordillera, oscilan entre los 20 y 24 °C  y  en la zona andina esa cifra se sitúa en los 15° C , dependiendo de la altura.
Los fuertes vientos que caracterizan a toda la Patagonia, no son excepción en Río Negro. Este agente metereológico es responsable, en buena medida, de la aridez, por favorecer notoriamente la evaporación en lugares de escasas precipitaciones y también otorga característica peculiares a la flora que crece con adaptaciones para resistir el embate del viento que predominantemente sopla del oste, sudoeste y noroeste. La mayor cantidad de días nublados se da en la zona cordillerana con un porcentaje que ronda entre el 50 y 60 % de las jornadas, disminuyendo a un 40 % en la costa marítima. En el centro de la provincia es aún mayor el porcentaje de días soleados que en la costa.

Flora

El área protegida que se analiza está situada en la  Eco-región Bosques Patagónicos con transición hacia lo que se denomina la Eco-región de la Estepa  Patagónica, según la clasificación de Burkart, et al (1999).
Cuando se presentan espacios con bosques predomina el ciprés de la cordillera o ciprés de los Andes (Austrocedrus chilensis), árbol que alcanza entre 20 y 25 metros de altura con su copa de forma piramidal  y un diámetros de 1,5 centímetros en su tronco, y, en los sectores más bajos o húmedos se observan grupos de maitenes (Maytenus boaria), árbol muy conspicuo en los bosques andinos y característico por sus frutos que presenta dos semillas de color rojo intenso; también se ve al chacay (Chacaya  trinervi) y muchas otras especies de porte arbustivo y herbáceo, destacándose por su abundancia la cortaderas (Cortaderia sp.), el neneo (Mulinum spinosus) y coirones de los géneros Festuca  y  Stipa.
En partes de valle están presentes muchas formaciones de especies exóticas, destacándose por su abundancia lo álamos (Populus sp.) y sauces (Salix sp.), mayormente utilizados para marcar  el límite entre los distintos potreros. Las forestaciones de especies exóticas son principalmente de pino oregón (Pseudotsuya menziessii) y del pino ponderosa (Pinus ponderos).

Fauna

La ictiofauna de este importante río patagónico que da nombre al área protegida que analizamos, tiene un alto componente de especies exóticas, tal como ocurre con todos los humedales de la región andino-patagónica. En el caso del Limay de destacan las poblaciones de la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss); la trucha de arroyo (Salvalinus fontinales), el salmón encerrado del Atlántico (Salmo salar sebazo), que ingresaría desde el lago Traful (Menni, 2004) y la trucha marrón (Salmo trutta). De las especies autóctonas cabe nombrar al pejerrey patagónico (Odontesthes hatcheri), el puyén (Galaxias maculatus), la truchas criollas o percas de boca grande y de boca chica (Percichthys trucha  y  P. calhuapiensis),  el puyén grande (Galaxias platei) y hay referencias de la presencia de las peladillas (Aplochilton taeniatus   y  Aplochilton  zebra)(Menni, op. cit.).

Los anfibios de la región no presentan  variedad significativa de especies: están citadas 4 especies de sapos del género Bufo, numerosas ranas de géneros como Alsodes, Atelognathus (dos especies de este género revisten grado de amenaza), varias del género Eusophus, entre otras.
Entre los reptiles se destacan por su variedad las lagartijas del género Liolaemus (27 están mencionadas en un trabajo de Laclan, 1997), muchas de las cuales serían endémicas  de la Argentina y otras de la región patagónica. También presenta algo más de una decena de especies la Familia Colubridae.

Las aves, como suele ocurrir mayormente en casi todas las áreas protegidas, es el grupo vertebrado que muestra más especies. En esta Área las aves acuáticas son abundantes por tratarse justamente de la cuenca de un río el objeto de amparo. Se ven varias especies de anátidos como el pato de anteojos (Anas specularis), el pato maicero (Anas georgica), pato overo (Anas sibillatrix); la gallareta chica (Fulica leucoptera), el macá plateado (Podiceps occipitalis), la garza  blanca (Cosmerodius alba), la garza bueyera (Bubulcus ibis), la garza bruja (Nycticorax nycticorax), entre otras. Es destacable el frecuente avistaje del cóndor (Vultur gryphus), con categoría de amenaza Próximo a Vulnerable (Bird Life, 2004) del choique (Pterocnemia pennata), con el mismo estatus del cóndor. También son muchas las especies de passeriformes que se observan en el área protegida prospectada.
Del grupo mamíferos cabe señalar que se listaron el guanaco (Lama guanicoe), considerado Potencialmente Vulnerable (Barquez, et al, 2006); el chinchillón (Lagidium viscacia), con estatus que lo califica Vulnerable (Barquez, op. cit.) y que se dispersa por gran parte del cordón cordillerano hasta Chubut, no más al sur; el zorro colorado (Pseudalopex culpaeus), muy perseguido en toda la región patagónica por atacar ovinos, y también con grado de amenaza que lo señala como Vulnerable; el zorro gris chico (Pseudalopex griseus), considerado con rango de amenaza  Preocupación menor; el puma (Puma concolor) - Potencialmente Vulnerable- es el mayor predador de la región; el gato montés común (Oncifelis geoffroyi), también con estatus de Potencialmente Vulnerable ; el hurón menor (Galictis cuja), que habita todo el territorio argentino hasta los 4.200 metros de altura y como muy probable se puede indicar la presencia del huroncito (Lyncodon patagonicus), el más pequeño de los mustélidos de Sudamérica.
Entre las especies exóticas se encuentra la liebre europea (Lepus europaeus), el ciervo colorado (Cervus elaphus), el jabalí (Sus scrofa) y el visón (Mustela vison).

Recursos culturales

Existen en el área protegida prospectada cuevas con petroglifos y pictografías, como las del arroyo Chacay, con registros en algunos sitios de 8.000 años de antigüedad y, en superficie vemos picaderos y chuenques (Chebez, 2005). Habría también en el área yacimientos paleontológicos.
Una  relación  de los habitantes originarios de una región, es abordar un importante panorama sobre su cultura.

Los primitivos habitantes del territorio que hoy ocupa la provincia de Río Negro fueron los puelches-guénaken o también llamados patagones del norte.
Los primeros datos fidedignos sobre estos habitantes los tenemos gracias al relato del gran naturalista francés Alcides D’Orbigny, que estando en Carmen de Patagones, en el año 1830, entró en contacto con estas poblaciones y le dijeron llamarse puelches, palabra que en lengua araucana significa “hombres del este” –  respecto al otro lado de los Andes-. Luego, el Perito Moreno nos dice que los habitantes de esas latitudes se llamaban a si mismos guénekan, de ahí que para distinguirlos de otros grupos patagónicos se los llama con ambas denominaciones (Canals Frau, 1986).
Respecto a estos pueblos que ocupaban la parte septentrional de la patagonia tenían una economía basada esencialmente en la caza, como las de las otras culturas que habitaron la región. La vivienda es el toldo, tan generalizado entre las tribus pampas, siendo diferentes en su formato, dado que algunos eran cuadrangulares, cupuliniformes o piramidales. Según testimonios de Sánchez Labrador, en el siglo XVIII ya se veía el uso de cuero de caballo en las tolderías. Referencias de distintas épocas coinciden en que se pintaban el cuerpo y la cara y que a semejanza de los patagones del sur o chónik su vestimenta estaba compuesta por una manta cuadrangular hecha con cuero de guanaco, y por debajo de él, los hombres el taparrabo y las mujeres el delantalcito que llegaba hasta las rodillas (Serrano, 2000). Algunas referencias históricas dicen que las tribus del actual territorio de Río Negro conocían la alfarería. Tomaron de los araucanos la costumbre de fumar y hacían una bebida fermentada, pero supuestamente no conocían sustancias narcotizantes. La mayoría de los autores coincide en afirmar que los guénaken eran de gran estatura. D’Orbigny que los estudia con criterios más científicos dice que los varones tenían una estatura media de 1,70 metros y las mujeres de 1,62. Un  cambio significativo se produjo con la introducción del caballo por los españoles, ya que este animal se utilizó para la caza adoptaron las boleadores como elemento para ese fin y diversas formas de vida cambiaron a partir de ese momento.
 Es un hecho conocido que los pueblos patagónicos y de más al norte aún, recibieron una gran influencia de habitantes que vivían al oeste de la cordillera. Estos eran los araucanos – llamados a si mismos mapuches- y fueron el último asentamiento indígena que se produce en territorio argentino. Provenientes de Chile, su inmigración ha sido relativamente reciente y  ha ocasionado grandes cambios culturales en los pueblos que habitaban las llanuras pampeanas, partes de las patagónicas (noroeste) y  también un amplio sector ocupado por los Andes, teniendo, aproximadamente, como límite sur el norte de la actual provincia de Santa Cruz. Al pasar al este de los andes los araucanos abandonaron el hábito del cultivo y se dedicaron a la caza, la recolección y a la rapiña (Canals Frau, 1986). Sus armas fueron las boleadoras, una especie de honda y lanzas muy largas. La alfarería estaba poco desarrollada y las mujeres practicaban el tejido. La lengua fue la misma que se utilizaba al oste de la cordillera y es muy empleada en la toponimia de Argentina como de Chile.

Hechos más recientes

Entre 1875 y 1879 se llevaron a cabo numerosas incursiones militares al territorio de los puelches-guénaken – conocidas históricamente como la Conquista del Desierto- encabezadas las últimas por el General julio A. Roca, quien luego fuera por dos períodos Presidente de la República. Estas luchas prácticamente exterminaron a una gran cantidad de aborígenes y son motivo de polémica hasta nuestros días. La mayoría de las tierras fueron repartidas por el gobierno central entre los combatientes de la conquista del desierto y empezó así la historia de la colonización europea en estas latitudes. El primer intento por parte del gobierno colonial para explorar la región  se llevó a cabo en 1778, cuando el virrey Vértiz envió una expedición para levantar varios fuertes al mando de Francisco de Viedma quien funda Carmen de Patagones  y luego Mercedes de Patagones al afectar las crecidas del río Negro a la primera población. En 1879, Mercedes cambió su nombre por Viedma en homenaje a su fundador. Luego fueron importantes por los relevamientos obtenidos las expediciones de Ambrosio Crámer en 1822, en 1830 la de Alcides D’Orbigny, la de Juan Manuel de Rozas en 1833, tiempo más tarde Musters – en 1869- deja un interesantísimo relato titulado “Vida entre los patagones”, recorriendo desde el Río negro hasta el estrecho de Magallanes  y muchas otras más.  En julio de 1865 desembarcaron en Golfo Nuevo un centenar y medio de galeses y se diseminaron en pequeños poblados agrícolas como Trelew, Bryn Crwn, Puerto Madryn y Gaiman, entre otros. En 1893 el número de colonos ya superaba los dos millares y luego se sumaron inmigrantes españoles,  italianos y alemanes. Entre 1895 y 1903, el naturalista Francisco P. Moreno realizó varios viajes a la zona del lago Nahuel Huapi, estudiándola y promocionando sus bellezas y recursos naturales.
San Carlos de Bariloche, en la margen del Nahuel Huapi, fue fundada en 1895 por iniciativa de Carlos Wiederhold, quien inició las primeras construcciones en la localidad. Años más tarde el Perito Moreno dona – en 1903- las tierras que le habían sido asignadas en retribución a su arduo trabajo de fijar los límites con la República de Chile, y con ellas se crea, en 1934, el primer Parque Nacional de Argentina.
El siglo XX fue protagonista del nacimiento de nuevas colonias agrícolas en la zona de los valles, especialmente en el llamado Alto Valle. El primer turno le correspondió a Cipolletti en 1903, Allen en 1907, Ingeniero Huergo en 1912  y Villa Regina, por iniciativa de la  Compañía Italo Argentina de Colonización.

Alternativas turísticas

El Paisaje Protegido Río Limay es una zona muy frecuentada por los turistas que se aproximan a San Carlos de Bariloche y salen a recorrer los alrededores. Se hizo famosa, por su belleza, la zona conocida como “Valle Encantado”, donde las formaciones del relieve y las márgenes del río con sus típicos cipreses tienen un cautivante encanto.
El Limay, es uno de los ríos preferidos para la práctica de rafting y para la pesca deportiva de salmónidos. En distintos puntos de su cauce hay sitios óptimos para la pesca con mosca, obteniéndose excelentes ejemplares de truchas marrón, arco-iris, de arroyo y salmón encerrado.
También es común ver grupos de turistas practicando treking y montañismo en los cerros de escasa altura.

La provincia de Río Negro
La multiplicidad de atractivos que ofrece la provincia de Río Negro la convierte en uno de los destinos preferidos de la Patagonia. Otras provincias de este recóndito lugar del planeta ofrecen también inmejorables paisajes de lagos y montañas nevadas, pero la única que a ello puede agregar playas sobre el Atlántico con aguas templadas es la de Río Negro. En efecto, el Balneario Las Grutas ofrece absolutamente todo lo poseen los centros de este tipo ubicados más al norte. Una corriente marina hace las aguas más templadas y el viento no es superior al que presenta cualquier zona de nuestra costa marítima. Se trata de una villa  turística con confortables hoteles, departamentos y casas en alquiler, bungalows y camping. No faltan las discotecas, buena gastronomía en restaurantes, un hermoso casino y centros de compras. La práctica de deportes acuáticos como la pesca, el submarinismo, el surf  y la vela son el complemento ideal para una zona balnearia. Continuando por la Ruta Nacional 3 hacia el sur a menos de 100 kilómetros está la localidad de Sierra Grande donde se pueden visitar las deslumbrantes minas de hierro y apreciar lo que pocas veces se puede ver: el interior de una mina, con sus historias, con la posibilidad de percibir la rudeza de ese trabajo, conocer y ver de cerca aspectos de la geología, métodos de extracción del mineral y una exhibición de fotos que contribuye al conocimiento de este misterioso mundo subterráneo. La visita a estas minas se puede realizar todo el año y todos los días en el horario de 8.00 a 17 horas aproximadamente. De San Antonio Oeste podemos recorrer unos 170 kilómetros hacia la costa (este) por la ya mencionada ruta 3 y llegar a Viedma, la capital provincial. Aquí comenzó, realmente, la historia de la Patagonia. Se encuentra situada en la margen del río homónimo – enfrente de Carmen de Patagones- y tiene un legado histórico de los más interesantes de la Patagonia. Ambas ciudades forman una sola unidad turística con sitios de interés dentro del casco urbano:  la Manzana Histórica de Viedma, el Casco Histórico de Patagones, el Museo Gobernador Tello en Viedma, el Museo Salesiano Cardenal Cagliero, el Cerro de la Caballada, el Museo Tecnológico del Agua y el Suelo y la casona La Carlota. En sus proximidades, existen diversos balnearios y un apostadero con una colonia permanente de lobos marinos en la Reserva Provincial Punta Bermeja. Ambas ciudades cuentan con hotelería y todos los servicios que requiere un turista exigente y circuitos para recorrer los alrededores con interesantes puntos de interés, cuyo detalle escapa al tenor de este texto. En la zona centro-sur de la provincia esta la Meseta de Somuncurá, que fue convertida en una Reserva Provincial por el atractivo paisaje que muestra y por hospedar una fauna muy particular. La Ruta Nacional 23 desde San Antonio Oeste nos lleva a Ingeniero Jacobacci, una bonita ciudad donde se puede realizar el recorrido en el tren La Trochita desde esta última localidad hasta el Maitén en la provincia del Chubut, con paradas en la localidad rionegrina de Fitalancao y en la  chubutense de El Maitén. En Ing. Jacobacci estamos ya acercándonos a San Carlos de Bariloche – unos 170 kilómetros entre ambas localidades – la “Meca” de todo aquel que por primera vez se decide a conocer los “lagos del sur”, nombre genérico con el que designamos al gran complejo lacustre montañoso que se extiende desde Neuquen hasta el extremo sur patagónico. La arquitectura peculiar, sea tal vez , el rasgo que más llame la atención al visitante. Su Centro Cívico, con construcciones que recuerdan a las aldeas alpinas y perviven aún casas de madera, con techos de gran pendiente y también lucen construcciones de impecable estilo moderno. El Hotel Llao Llao también se destaca por la arquitectura muy vistosa y es valuarte de la región, desde el cual hay una excelente vista del Lago Nahuel Huapi, sobre el que se construyó la ciudad. Son muchas la excursiones que tienen como punto de partida Bariloche, que recorren distintos puntos del Parque Nacional Nahuel Huapi, el más antiguo del país y cuyo nombre trasciende las fronteras de Argentina. Muchos turistas extranjeros llegan al Aeropuerto de Bariloche para disfrutar de paisajes realmente sorprendentes, las pesca deportiva de salmónidos y el esquí. Los típicos recorridos que parten de esta prestigiosa ciudad son el Cerro Catedral, el Cerro Otto, el Cerro Tronador, los Circuitos Grande y Chico, Villa La Angostura, Isla Victoria y el Parque Nacional Los Arrayanes, entre muchísimos paseos más. La ciudad de Bariloche está a 830 kilómetros de Viedma.
Otro punto de interés turístico es El Bolsón cuya ruta de acceso atraviesa un espectacular escenario natural, ya que se bordean los lagos Gutiérrez, Mascardi y Guillelmo.  Esta Villa cuenta con una buena infraestructura que le permite ser  un punto de apoyo turístico importante de la llamada Comarca Andina del paralelo 42º, que incluye el territorio rionegrino y chubutense. Sus primeros habitantes se asentaron hacia fines del siglo XIX, procedentes de Chile en su mayoría. La ciudad está asentada sobre una depresión ubicada entre los cerros,  a sólo 300 m sobre el nivel del mar, mientras que al Este las elevaciones alcanzan los 2.200 m de altura. Es un lugar ideal para el descanso con hoteles y restaurantes que ofrecen comidas regionales de fina elaboración, granjas en las que se puede observar la elaboración y adquirir dulces, quesos, yogurt, helados y otras variedades artesanales de origen europeo muchas veces. Hay una Feria Regional que funciona los días martes, jueves y sábados de 10 a 14 horas, donde se pueden adquirir los productos de mayor calidad de la región. Esta reseña sólo pretende dar una semblanza general sobre la oferta turística de la provincia pero está muy lejos de mencionar todos los lugares de enorme belleza paisajística y de atracción para el visitante, como es el caso de las pistas de esquí del Cerro Catedral – el primer centro de esquí del hemisferio sur con 74 elevadores y 250 instructores- y del Cerro Perito Moreno en El Bolsón y el de la pesca de truchas que es motivo de viajes para ese fin por parte de turistas del Hemisferio Norte.

Cómo llegar

Tomando como punto de referencia la ciudad de Viedma se indican a continuación los itinerarios para llegar a la misma desde distintos puntos.

- Desde las ciudades ubicadas más al sur sobre la costa atlántica o próximas a ella, la RN N° 3 es la más adecuada para acercarse al lugar propuesto.

- Desde las provincias litoraleñas deberán aproximarse primero a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y desde ésta  parte le mencionada RN  N°3, que nos lleva al destino luego de pasar por Bahía Blanca, Carmen de Patagones y, río Negro de por medio, está Viedma.

- Desde la ciudad de San Juan habrá que pasar previamente por la capital mendozina a la que la comunica la RN N° 40. De Mendoza hay que tomar la  RN N° 143 hasta su intersección, ya en territorio pampeano, con la RN N° 35 hasta Bahía Blanca y luego seguir por la RN N°3, que como se ha indicó, es camino obligado para buena parte de los que provengan del este de Argentina.

- Desde las ciudades de San Luis, Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero y otras localidades próximas a las mismas, deberán pasar previamente por Santa Rosa, la capital de La Pampa, y dirigirse hacia el sur por la RN N° 35 hasta la ciudad de Bahía Blanca desde donde ya se indicó como arribar a Viedma.

-Desde VIEDMA, para llegar al Paisaje Protegido Río Limay, hay  que acercarse a la zona cordillerana por la RN Nº 250, que luego empalma con la RN Nº 22 y, a partir de la localidad de Arroyito, el asfalto  se ensambla con la RN Nº 237. Antes de San Carlos de Bariloche, los carteles indicarán Villa Llanquín, pueblo recostado sobre el mismo asfalto. Para llegar propiamente al área protegida – desde la ruta transitada ya  venimos observando el río Limay- debemos cruzar en embarcación el Limay desde Villa Llanquín.

Contacto

Uno de los Organismos que administra el área que analizamos es el Consejo de Ecología y Medio Ambiente (CODEMA) de la Provincia de Río Negro, del cual depende el Servicio Provincial de Áreas Protegidas, quien se encarga directamente de las reservas naturales. El domicilio de esta Dependencia Oficial es: Belgrano 544- 9º piso, código postal 8500, Viedma, Río Negro.
El teléfono es (02920) 42-3391

Problemas de conservación

Algunas áreas provinciales adolecen  la falta de instalaciones mínimas para funcionar como áreas naturales protegidas cabalmente. Según el informe de Rusch (2002) este era el caso del área prospectada, donde se veía la ausencia de guardaparque en forma permanente, de carteles indicadores y  de todo tipo de infraestructura. Hasta  2005 la situación no había cambiado; carecemos de información sobre cómo está la situación en 2008. Esta falta de elementos indispensables como la simple vigilancia, hacen que sea una unidad de conservación expuesta a numerosos riegos. Es probable que esto esté cambiando porque la provincia de Río Negro siempre se caracterizó por dar importancia a sus reservas naturales.
Al principio la iniciativa de creación de esta reserva tuvo gran aceptación en la comunidad local y se organizaron talleres en varias oportunidades con la participación de gran parte de las “fuerzas vivas” de la zona y se avanzó en la elaboración de un Plan de Manejo.
Pero la realidad es que si bien el área conserva su lozanía por la belleza del paisaje y es absolutamente rescatable, debe recibir toda la infraestructura para evitar su deterioro.
Se comentó en los respectivos ítems “Flora”  y “Fauna” sobre la existencia de numerosas especies exóticas de ambos grupos.
El excesivo turismo sin ningún control es una de las mayores amenazas contra la integridad de este Paisaje Protegido. También habría que regular el pastoreo del ganado ovino.

Bibliografía

Barquez, R. M.;  Díaz, M. M.  y  R. A. Ojeda. 2006. Mamíferos  de Argentina. Sistemática y Distribución. Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos. Argentina.

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Investigación y Textos: Gabriel Omar Rodríguez


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